La desescolarización hace referencia a una educación libre de las restricciones propias de las instituciones educativas tradicionales. El término se usa para designar una filosofía o estilo de enseñanza basado en el respeto hacia la libertad de los niños.

Según las propuestas de la desescolarización, los niños tienden por sí mismos hacia el aprendizaje, por lo que el hogar y la familia son el principal centro para impartir la enseñanza.

La desescolarización, definición y autores principales

A través los viajes, los juegos, las clases particulares, los mentores en la familia, los libros y otros, los niños pueden aprender, impulsados por su curiosidad. De esta forma, el proceso es más individualizado.

Aunque la desescolarización no cuestiona del todo la asistencia a cursos, sí considera que la utilidad del currículo tradicional, aplicable para todos los niños por igual, es insuficiente, así como lo son los métodos tradicionales para comprobar los saberes de los estudiantes.

El concepto de desescolarización obtuvo notoriedad en los años 70 con el filósofo y educador Ivan Illich, para quien el niño debe elegir cómo aprender, guiado por un adulto. Sus ideas están plasmadas en su libro La Sociedad desescolarizada. Sin embargo, el cuestionamiento hacia la institución escolar surgió mucho antes, específicamente en Estados Unidos, con el autor Paul Goodman, pero llegó a un punto cumbre con Ilich y con Everet Reimer.

Para esta propuesta, que se inició más bien como un movimiento que iba en contra de las escuelas por considerar que no permitían la libertad del individuo, la escolarización no ha resuelto ningún problema en la sociedad. En principio, sus defensores pensaron que la educación rígida y estandarizada solo preparaba al individuo con obra cualificada para que se insertara en la economía de una sociedad que era clasista. Según ellos, los mismos planes de estudios para todos los niños y la imposición de un mismo horario, acaban con la curiosidad y la creatividad de los alumnos.

Hoy día este concepto puede tener varias formas de ser comprendido, pues algunos creen que la educación se debe llevar en casa, mientras que para otros esto es perjudicial para los niños.

Otro autor que defendió esta opción educativa es John Holt, quien consideró que los estudiantes aprendían por medio de sus experiencias vitales, incluyendo los juegos, el atender las responsabilidades del hogar y la participación en juegos deportivos, entre otros. No obstante, Holt nunca se casó ni tuvo hijos, así que fue criticado muchas veces por esto, ya que muchos pensaban que él no estaba en capacidad de enseñar a quienes sí los tuviesen.

Es destacable que, desde la propuesta libertaria del anarquismo, la educación no debe estar en manos de la religión o el estado, pues los niños no le pertenecen a nadie, pero sí son una responsabilidad de todos, solo se deben a su libertad y es para ello que deben ser preparados.

Holt ha tenido reconocimiento por su propuesta, a pesar de que muchos lo consideran más como un reformador social y no como un pedagogo transformador. Entre sus libros más destacados se encuentra Cómo los niños fracasan (1964) y Cómo aprenden los niños (1967), los cuales han tenido buenas ventas y han sido traducidos a muchos idiomas.

En estos libros, Holt plantea que los niños sienten miedo a ser humillados o castigados y que las escuelas solo fomentan la competencia y la ansiedad, por lo que se deben eliminar los exámenes para que los niños se enfoquen más en el aprendizaje que en el temor hacia los profesores y las calificaciones.

Críticas a la desescolarización

No todos están de acuerdo con estas propuestas libertarias. Muchos consideran que la educación institucionalizada sí es necesaria.

En un estudio de David Baker, el autor analiza el proceso de escolarización como una institución que promueve el desarrollo neurocognitivo. Considera que el aprendizaje básico que contempla la lectura, escritura, aritmética y otras materias, incluso en condiciones rudimentarias, conduce a mejoras cognitivas, que hacen que las personas escolarizadas piensen y razonen diferente de quienes no son escolarizados.

Para este autor, la escolarización mejora la memoria de trabajo, el control inhibitorio y los procesos de cambio de atención, además de los componentes de la toma de decisión y problemas novedosos. Es decir, el estar inmersos en un currículo estructurado y un entorno de aprendizaje que prioriza las habilidades cognitivas, mejora la profundidad de la cognición.

Para otros defensores de la escolarización, el aprendizaje que es instruido funciona mejor porque los alumnos no conocen ciertos temas y necesitan ser iniciados, ya que no pueden aprender algo que desconocen.

Asimismo, quienes critican la desescolarización consideran que esta no fomenta el desarrollo de habilidades básicas, como las matemáticas o la escritura, además de que los alumnos no estarían en capacidad de alcanzar su máximo potencial. Esto se debería a que, si los niños no sienten interés hacia algún tema, podrían no educarse en eso, así que se estaría privando a los pequeños de aprender cosas esenciales para la vida.

Por otro lado, también se cuestiona si las familias verdaderamente están preparadas para crear un entorno que facilita el desarrollo de las habilidades en los niños.

Finalmente, entre otras críticas, se acusa a la desescolarización de dejar a las personas al margen de la sociedad, ya que no se pueden incorporar a un trabajo por carecer de títulos que demuestren o avalen sus conocimientos, además del no poder seguir las reglas ni seguir las directrices de las figuras de autoridad.

La Teoría del Aprendizaje Significativo de Ausubel

Bibliografía

  • Baker, D. P., Salinas, D., & Eslinger, P. J. (2012). An envisioned bridge: schooling as a neurocognitive developmental institution. Developmental cognitive neuroscience2 Suppl 1(Suppl 1), S6–S17. https://doi.org/10.1016/j.dcn.2011.12.001
  • Calvo, C. (2014). Propensión a aprender y desescolarización de la escuela. Logos: Revista de Lingüística, Filosofía y Literatura24(1), 66-74.
  • Mora Olate, M. L. (2020). Educación, pedagogía y desescolarización. Conrado16(72), 314-320.
  • Zaldivar, J. I. (2012). Las teorías de la desescolarización; cuarenta años de perspectiva histórica. Social and Education History1(1), 28-57.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *