Si alguna vez te has preguntado cómo algunas personas pueden recordar sonidos y conversaciones con una precisión asombrosa, es gracias a que han desarrollado una gran memoria ecoica, una habilidad mental que te permite ser como un súper héroe en tus conversaciones y en tu vida cotidiana. Descubre todo lo que necesitas saber sobre esta maravilla de la mente humana y cómo puedes potenciarla.

Qué es la memoria ecoica y cómo funciona

La memoria ecoica es una forma de memoria sensorial que nos permite recordar sonidos y palabras durante un período muy breve de tiempo (unos pocos segundos) después de haberlos escuchado. ¿Te ha pasado alguna vez que escuchas a alguien decir algo y no le prestas atención, pero luego, unos segundos después, te das cuenta de que sí entendiste lo que decían? Eso es la memoria ecoica en acción.

Esta memoria es como un eco que se desvanece rápidamente pero que nos da tiempo suficiente para procesar la información auditiva y darle sentido. Pero, ¿por qué es tan importante? Pues, porque la memoria ecoica nos ayuda a entender el lenguaje, a seguir conversaciones y a prestar atención en clase; en pocas palabras, la memoria ecoica nos ayuda a ser mejores comunicadores y a aprender más rápido.

Para entender cómo funciona la memoria ecoica, primero necesitas saber que hay diferentes tipos de memoria. Tenemos la memoria a corto plazo, que nos permite recordar información durante unos segundos hasta un minuto; la memoria a largo plazo, que guarda nuestros recuerdos y conocimientos para toda la vida, y la memoria sensorial, que es donde entra en juego la memoria ecoica.

La memoria ecoica es una forma de memoria sensorial que se encarga específicamente de retener información auditiva. Cuando escuchamos un sonido, nuestro cerebro lo procesa y lo almacena temporalmente en la memoria ecoica. Esta información se mantiene durante unos pocos segundos antes de que desaparezca, lo que nos da tiempo suficiente para procesarla y decidir si queremos guardarla en la memoria a corto o largo plazo.

Test de memoria a largo plazo con interferencias

Cómo potenciar la memoria ecoica

Aunque la memoria ecoica fue descubierta en la década de 1960 por el psicólogo George Sperling, las investigaciones en este campo han seguido hasta la actualidad y los estudios han demostrado que la memoria ecoica es una función cerebral esencial para procesar y entender el lenguaje y los sonidos.

Se ha descubierto que la memoria ecoica es más fuerte en personas que hablan varios idiomas, lo que sugiere que esta habilidad se puede entrenar y mejorar con la práctica.

Entrenar tu memoria ecoica te ayudará a retener mejor la información auditiva y a ser un comunicador más eficiente y aunque la memoria ecoica es una habilidad innata, hay varias técnicas y trucos que puedes utilizar para mejorarla.

  1. Practica la escucha activa: La escucha activa consiste en prestar atención total al interlocutor, hacer preguntas y parafrasear lo que dicen para asegurarte de que lo has entendido correctamente, al hacer esto, estarás utilizando tu memoria ecoica para procesar y retener la información que recibes.
  2. Repite en voz alta: Cuando escuches algo importante, repítelo en voz alta para reforzar la información en tu mente, de esta forma, estarás dándole más tiempo a tu cerebro para procesar y almacenar la información en la memoria a largo plazo.
  3. Aprende un nuevo idioma: Como mencioné antes, las personas que hablan varios idiomas suelen tener una memoria ecoica más fuerte, así que aprender un nuevo idioma te obligará a utilizar y mejorar esta habilidad.
  4. Realiza ejercicios de memoria auditiva: Hay muchos juegos y aplicaciones diseñados para mejorar la memoria auditiva, prueba diferentes ejercicios, como recordar listas de palabras, números o sonidos, y descubre cuál funciona mejor para ti.

La evaluación de la memoria ecoica

Existen algunas pruebas y test específicos que permiten evaluar el rendimiento de la memoria ecoica, estos test suelen consistir en escuchar una serie de sonidos, palabras o números y luego intentar recordarlos en orden. Algunas pruebas de memoria ecoica incluyen el Test de Memoria Auditiva Inmediata (TMAI) y el Test de Retención Auditiva de Palabras (TRAP).

Test de Memoria Auditiva Inmediata (TMAI)

El Test de Memoria Auditiva Inmediata (TMAI), también conocido como «Forward Digit Span Test», fue creado por el psicólogo Joseph Tiffin en 1948. Este test es parte de una serie de pruebas llamadas «digit span tests» que evalúan la memoria de trabajo y la atención.

El TMAI consiste en escuchar una serie de números que el evaluador pronuncia a una velocidad de un número por segundo. Después de cada secuencia, se le pide al participante que repita los números en el orden en que los escuchó. La secuencia comienza con una longitud de 3 a 4 números y va aumentando su dificultad al agregar un número adicional en cada ronda.

El test finaliza cuando el participante falla dos veces consecutivas al intentar recordar los números en el orden correcto. La cantidad máxima de números que un individuo puede recordar y repetir con éxito se conoce como su «span» de memoria auditiva inmediata. Un span promedio para adultos jóvenes es de 7±2 números.

Test de memoria: memorizar cartas

Test de Retención Auditiva de Palabras (TRAP)

El Test de Retención Auditiva de Palabras (TRAP), también conocido como «Rey Auditory Verbal Learning Test» (RAVLT), fue desarrollado por el psicólogo suizo André Rey en 1941. El objetivo de este test es evaluar la memoria verbal a corto plazo y la memoria a largo plazo.

El TRAP consta de dos listas de palabras que se presentan auditivamente al participante, la primera lista (Lista A) contiene 15 palabras y se presenta 5 veces, mientras que la segunda lista (Lista B) también contiene 15 palabras y se presenta solo una vez.

En cada ronda, el evaluador lee la lista de palabras a una velocidad de una palabra por segundo, y después de cada ronda, se le pide al participante que recuerde y repita tantas palabras como sea posible. Después de las 5 rondas de la Lista A, se presenta la Lista B y se le pide al participante que repita las palabras de esta nueva lista, e inmediatamente después, se le solicita al participante que recuerde las palabras de la Lista A sin volver a escucharlas.

El TRAP permite evaluar la memoria inmediata, el aprendizaje, la interferencia y la memoria a largo plazo al medir la cantidad de palabras recordadas en cada ronda y la cantidad de palabras recordadas después de la interferencia de la Lista B.

Con estos dos test, es posible evaluar de manera efectiva el rendimiento de la memoria ecoica y la habilidad para recordar y retener información auditiva. Además, estos test pueden ser útiles para identificar posibles dificultades en la memoria auditiva y ayudar a orientar estrategias de intervención y mejora.

Además de los dos mencionados, existen otras pruebas como el «Test de Span de Frases», el «Test de Memoria Auditiva Serial» o el «Test de Memoria de Trabajo Auditivo-Verbal» que también resultan útiles para evaluar la memoria ecoica.

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Bibliografía

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