Imagina que te recuestas sobre la cama después de un largo día y sientes como el sueño se apodera de tu cuerpo. De pronto, cuando parece que estás cerca de caer en el sueño profundo, escuchas una conversación o ves alguna imagen extraña. ¿Alguna vez te ha sucedido? De ser así, lo más probable es que hayas experimentado alucinaciones hipnagógicas.
Este fenómeno ocurre en la transición de la vigilia al sueño, es decir, cuando nos estamos quedando dormidos. En el momento que estamos atravesando ese umbral, podríamos experimentar falsas percepciones de imágenes, sonidos o incluso tacto. Ahora bien, ¿debemos preocuparnos por este tipo de sensaciones?
¿Qué son las alucinaciones hipnagógicas?
La palabra hipnagógica proviene del griego hypn (sueño) y agōgos (inducir). En este sentido, se trata de pseudoalucionaciones que ocurren en el momento que pasamos de la vigilia al sueño. Resulta importante hacer énfasis en el hecho de que son pseudoalucionaciones, lo cual significa que no representan una verdadera ruptura con la realidad. Aunque, debido a que suelen ser muy vívidas, las personas pueden percibirlas como reales y experimentar confusión o angustia.
Por ejemplo, alguien podría tener la sensación de que un bicho camina por su cuerpo justo antes de quedarse dormido y despertar. Sin embargo, cuando revisa su cama y las sábanas, no hay ningún animal a la vista. También, hay quienes escuchan voces o conversaciones que no están ocurriendo en la realidad o ven imágenes.
Siguiendo esta línea, la mayoría del tiempo, las alucinaciones hipnagógicas se relacionan con experiencias del día anterior. Una persona podría escuchar algo relacionado con su trabajo o sentir que su mascota le lame la mano o el rostro. De igual forma, es común que quienes experimentan este fenómeno no tengan ningún recuerdo de ello al día siguiente.
Por otro lado, estas pseudoalucinaciones son más frecuentes en la población de entre 6 y 15 años. No obstante, hay casos donde también se mantienen o aparecen en la edad adulta. Por lo tanto, es probable que la mayor parte de la población las haya experimentado alguna vez y no tenga recuerdo de ello.
¿Por qué ocurren las alucinaciones hipnagógicas?
Hasta la fecha, no existe una explicación precisa de qué factores son los que causan las alucinaciones hipnagógicas. Algunos expertos creen que el estado emocional de la persona influye en la incidencia de este fenómeno. Si experimentamos estrés o ansiedad intensos durante el día, es mucho más probable que al dormir tengamos este tipo de falsas percepciones.
De igual forma, el consumo de sustancias psicoactivas como el alcohol u otro tipo de drogas podrían aumentar la probabilidad de que ocurran. Después de todo, se trata de elementos que producen cambios en el sistema nervioso cuando los ingerimos. Cuando el consumo es prolongado, es probable que sus efectos en el organismo sean más duraderos.
Por otro lado, Parra (2009) publicó un estudio sobre las experiencias alucinatorias nocturnas y su relación con la personalidad. El trabajo se realizó con una muestra de 650 estudiantes universitarios a quienes se les aplicaron pruebas para medir la intensidad de las alucinaciones. A su vez, se sometieron a cuestionarios para evaluar la personalidad.
Tras analizar los datos, se encontró que quienes tenían alucinaciones hipnagógicas con más intensidad, puntuaban más alto en esquizotipia, disociación, neuroticismo y absorción. En esta misma línea, se observó que los individuos mostraban una mayor tendencia a fantasear.
Lo anterior apoya las hipótesis de que el estrés y la ansiedad pueden contribuir a este fenómeno (los neuróticos experimentan más estas emociones). Al mismo tiempo, los rasgos de personalidad que producen abstracción de la realidad podrían hacernos más propensos a ello.
¿Debemos preocuparnos si tenemos estas experiencias?
La mayor parte del tiempo las personas ni siquiera recuerdan cuando tienen estas falsas percepciones. Por esa razón, desde un punto de vista clínico, son un fenómeno benigno al cual no deberíamos poner mayor atención. A veces, es posible que las alucinaciones hipnagógicas resulten angustiosas para quienes las experimentan, pero aun así no son motivo de preocupación.
La situación cambia si estas experiencias alucinatorias empiezan a interferir de alguna manera en la vida cotidiana. Por ejemplo, si el contenido de las alucinaciones es atemorizante, el individuo podría despertarse y tener dificultad para conciliar el sueño de nuevo. A largo plazo, esto pudiera contribuir al desarrollo de insomnio que trae otras complicaciones.
En otro sentido, si una persona tiene una percepción alucinatoria de tener un animal sobre el cuerpo, podría asustarse, saltar de la cama y lastimarse. Entonces, es importante poner atención a la intensidad y frecuencia con la que se presentan estas alucinaciones. Si se presentan de forma continua e intensa por más de un mes, sería aconsejable consultar con un psicólogo o psiquiatra.
Alucinaciones hipnagógicas vs alucinaciones hipnopómpica
Existe otro tipo de fenómeno alucinatorio que se asocia con el sueño conocido como alucinaciones hipnopómpicas. Se trata de pseudoalucinaciones que ocurren en la transición del sueño a la vigilia, es decir, cuando estamos por despertarnos. A diferencia de las hipnagógicas que suceden cuando nos estamos quedando dormidos.
Los ejemplos típicos de alucinaciones hipnopómpicas son aquellas que se experimentan durante la parálisis del sueño. Al entrar en este estado, las personas podrían ver a figuras aterradoras que no están allí o escuchar sonidos extraños.
En conclusión, las alucinaciones hipnagógicas son un fenómeno común y benigno dentro del periodo de sueño. Pero, es importante que estemos atentos a la intensidad y frecuencia con que ocurren. Si afectan a la calidad de vida de alguna manera, lo ideal es acudir con un profesional.
Referencias
- Parra, A. (2009). Experiencias alucinatorias nocturnas: relación con la esquizotipia, tendencias disociativas y propensidad a la fantasía. Revista Interamericana de Psicología/Interamerican Journal of Psychology, 43(1), 134-143.