¿Tienes un lugar feliz al que huir cuando las cosas se vuelven un tanto desagradables? Si es así, entonces significa que estás poniendo en práctica el escapismo adaptativo. Se trata de un mecanismo psicológico que usamos las personas de forma consciente o inconsciente para lidiar con el estrés. A pesar de que no es negativo en sí mismo, puede volverse perjudicial cuando se convierte en un patrón de comportamiento constante.

Por esa razón, en este artículo, exploraremos más las características del escapismo psicológico. Asimismo, veremos diferentes estrategias para evitar que esta conducta pueda suponer algún daño para nuestra salud mental o física.

¿Qué es el escapismo?

Este término hace referencia a un mecanismo de defensa psicológico, es decir, una estrategia para manejar cierto tipo de situaciones estresantes. Como sucede con otros comportamientos similares, las personas pueden emplearlos de manera consciente o inconsciente. En la mayoría de los casos, la gente no es capaz de darse cuenta de cuando utiliza el escapismo adaptativo.

Como su nombre lo indica, consiste en el acto de “escapar” de realidad a través de distintos métodos. Por ejemplo, en la época actual contamos con muchas distracciones que podríamos considerar un tipo de escapismo como darnos una maratón de Netflix. También los videojuegos y las redes sociales pueden clasificarse como formas de escapismo moderno.

Con lo anterior no queremos decir que mirar Netflix o jugar con tu celular es algo negativo en esencia. En realidad, al evaluar el escapismo tenemos que centrarnos en la intención con que se hace. Si lo hacemos nos daremos cuenta de que existe un escapismo adaptativo y otro desadaptativo o disfuncional.

Escapismo adaptativo

El escapismo puede ser positivo cuando la intención detrás de nuestro comportamiento es la búsqueda de actividades placenteras como una manera de expandir nuestros horizontes. Para ilustrarlo mejor, pensemos en una mujer de mediana edad con un trabajo estable y relaciones sociales agradables. En este momento de su vida, ella no está pasando por ninguna situación estresante en particular, pero tiene el deseo de explorar cosas nuevas.

Entonces, para satisfacer su necesidad de expansión, decide comenzar a practicar senderismo. Mientras lo hace, tiene la oportunidad de desconectar por un momento de sus obligaciones y centrarse en algo que le gusta. Además, la actividad física que hace mientras camina le ayuda a mejorar su salud física y mental. Este es un ejemplo perfecto de escapismo adaptativo que podemos usar como comparación.

Escapismo desadaptativo

En el lado contrario está el escapismo desadaptativo, donde la función que cumple el comportamiento es suprimir las emociones que resultan desagradables. Pongamos otro ejemplo para contrastar con el anterior, en este caso, se trata de un hombre desempleado que vive con sus padres. De modo constante, los padres tienen discusiones con él para que consiga trabajo y se quejan de que pasa todo el día jugando videojuegos.

En este caso, el hecho de jugar videojuegos todo el día o la mayor parte del tiempo sería su estrategia de escapismo. Siguiendo esta línea, el objetivo de este escape es evadir sentimientos que no son placenteros como la ansiedad por no tener empleo. A diferencia del ejemplo anterior, no se trata de una actividad que tiene como fin la vivencia de nuevas experiencias. Más bien, lo que busca es alejar a la persona de situaciones estresantes que podría solucionar de algún modo.

Una investigación publicada en Computers in Human Behaviorv evaluó la influencia del bienestar psicológico en la relación entre escapismo y juegos en línea. Se concluyó que aquellos individuos que afrontaban mayores niveles de estrés pasaban más tiempo jugando en internet. Con base en esto, es posible afirmar que el estrés psíquico aumenta la frecuencia e intensidad del escapismo en las personas.

¿Cómo evitar el escapismo desadaptativo y promover el escapismo adaptativo?

Partiendo de lo anterior, podemos decir que el escapismo no es negativo por sí mismo, todo dependerá del objetivo de la conducta. Si buscamos suprimir sentimientos o evadir problemas escapando, entonces será desadaptativo. En cambio, si lo que buscamos son experiencias positivas para nuestro bienestar, el resultado es un escapismo adaptativo. A continuación, veremos algunas estrategias para no caer en el escapismo desadaptativo.

1. Aceptar las emociones

El primer paso para no caer en el juego del escapismo desadaptativo es aceptar las emociones como una parte natural de la vida. Incluso las emociones displacenteras como la tristeza o la ira son reacciones normales que expresan una necesidad interna. Reprimir las emociones no hará que desaparezcan y puede ser la causa de malestares físicos como la fatiga o malestares estomacales.

2. Planificar actividades placenteras

A menudo, las personas tienen la costumbre de hacer ciertas actividades placenteras solo en los momentos en que se sienten estresados. Esto es un error que promueve el escapismo desadaptativo porque esas actividades se vuelven alivios temporales para los problemas. Por lo tanto, lo ideal sería que planifiquemos cosas que nos gustan para hacerlas incluso cuando no sentimos ningún estrés particular.

Es decir, no debemos esperar a que aparezca alguna situación estresante para poder hacer algo que nos gusta. Las actividades que disfrutamos deberían ser una parte de nuestra rutina cotidiana, esto ayudará mantener los niveles de estrés más bajos. En consecuencia, habrá menos riesgo de que caigamos en el escapismo desadaptativo.

3. Consulta a un terapeuta

Finalmente, puede ser una buena idea que recibas acompañamiento psicológico. En la terapia es posible aprender nuevas estrategias de afrontamiento para lidiar mejor con los problemas de la vida diaria. De  hecho podríamos considerarlo una estrategia de escapismo adaptativo ya que la terapia es un espacio para conectarnos con nosotros mismos y crecer.

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Referencias

  • Henning, B., & Vorderer, P. (2001). Psychological escapism: Predicting the amount of television viewing by need for cognition. Journal of Communication51(1), 100-120.
  • Kardefelt-Winther, D. (2014). The moderating role of psychosocial well-being on the relationship between escapism and excessive online gaming. Computers in Human Behavior38, 68-74.

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