Abordar el Trastorno Bipolar es una tarea que podría parecer sencilla, sin embargo, por todos los matices que conlleva, requiere de una introducción previa. Existe un dicho popular que afirma que empezar la casa por el tejado no es buena idea, así que en este caso, la empezaremos desde los cimientos. Los últimos datos apuntan a la existencia de siete tipos de trastornos bipolar, por lo que será importante manejar cierta terminología antes de entrar en materia.
El trastorno bipolar se encuentra englobado dentro de los llamados trastornos del estado del ánimo. Sus características principales rondan en torno a los cambios de humor y en la durabilidad de estos cambios, lo que en psicología se conoce como «episodio». Si profundizamos un poco más, el DSM-V (2013) define episodio como el “periodo de tiempo concreto – con un inicio y un final – en el que aparece determinada sintomatología – concretamente, alteraciones del estado de ánimo”.
En el caso del trastorno bipolar es importante la distinción entre los diferentes tipos de episodio. Así pues, encontramos cuatro: depresivo mayor, maníaco, hipomaníaco y mixto. Pero, ¿por qué es tan importante comenzar abordando estos conceptos? Porque el trastorno bipolar se caracteriza por la presencia de este tipo de episodios y cambios de humor.
Un apunte antes de empezar: DSM-V y CIE-10
Para abordar este tema se ha utilizado diferente tipo de bibliografía especializada. Sin embargo, dos han sido los libros de referencia. El primero de ellos el DSM-V. Se trata de la última edición del «Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales» elaborado por la Asociación Americana de Psiquiatría.
El segundo de ellos es la clasificación CIE-10. En este caso está elaborado por la OMS y es la «Décima revisión de la clasificación internacional de las enfermedades. Trastornos mentales y del comportamiento. Descripción clínicas y pautas para el diagnóstico». Debido a su importancia dentro de la clasificación de trastornos y enfermedades, se han utilizado en mayor medida las últimas versiones de estos dos manuales para este artículo.
Episodio Depresivo Mayor
Durante al menos dos semanas, el individuo debe presentar casi a diario al menos cinco de los siguientes síntomas (uno de los síntomas debe ser el 1 o el 2 necesariamente):
- Estado de ánimo deprimido.
- Disminución marcada del interés o de la capacidad para el placer en todas o casi todas las actividades.
- Pérdida importante de peso o aumento.
- Insomnio o hipersomnia.
- Agitación o enlentencimiento psicomotor.
- Cansancio o pérdida de energía.
- Sentimientos de inutilizad o culpa excesivos o inapropiados.
- Disminución de la capacidad para pensar o de concentración así como indecisión.
- Pensamientos recurrentes de muerte. Ideación suicida.
Este tipo de síntomas interfieren con la conducta diaria del que los padece. No son debidos a los efectos de ninguna sustancia ni enfermedad. Tampoco se deben a un duelo.
Episodio Maníaco
Durante al menos una semana el individuo debe presentar un episodio diferenciado de un estado de ánimo anormal y elevado, expandido o irritable. Así como un aumento anormal y persistente de la actividad o la energía dirigida a un objetivo. Si se requiere hospitalización el tiempo puede ser menor a una semana. Durante este periodo persisten tres o más de los siguientes síntomas (cuatro si el estado de ánimo es sólo irritable):
- Autoestima exagerada o grandiosidad.
- Disminución de la necesidad de dormir.
- Más hablador de lo habitual.
- Fuga de ideas o experiencia subjetiva de que los pensamientos van a gran velocidad.
- Facilidad de distracción.
- Aumentado de la actividad dirigida a un objetivo o agitación psicomotora
- Implicación excesiva en actividades placenteras que tienen un alto potencial para producir consecuencias graves.
Este tipo de alteración provoca deterioro laboral y social. Los síntomas no están asociados a los efectos de ninguna sustancia ni enfermedad médica.
Episodio hipomaníaco
El estado de ánimo es anormal, elevado, expansivo o irritable durante al menos cuatro días consecutivos. Presenta los mismos síntomas que el episodio maníaco, sin embargo, es de menor duración y no es tan grave. No requiere hospitalización. En este caso no impide el funcionamiento laboral ni social. Los síntomas no son debidos a los efectos de ninguna sustancia ni enfermedad. Si se dan características psicóticas se trataría de un episodio maníaco.
Episodio Mixto
Durante al menos una semana, casi todos los días cumple los criterios tanto para un episodio maníaco como para un episodio depresivo mayor (excepto en la duración). La gravedad afecta a la esfera laboral y social. Los síntomas no son debidos a los efectos de ninguna sustancia ni enfermedad. La persona puede experimentar en el mismo día estados de ánimo que se alternan con rapidez acompañados de síntomas de episodio maníaco y depresivo: agitación, insomnio, ideación suicida, tristeza…
Trastorno Bipolar
Una vez introducidos estos conceptos, estamos en disposición de entender con mayor profundidad los diferentes tipos de trastornos bipolar y trastornos relacionados. ¿Qué tipos de trastorno bipolar existen? ¡Entremos de lleno!
Trastorno Bipolar Tipo I
Trastorno bipolar tipo I con episodio más reciente hipomaníaco
- El episodio actual o más recientes es el hipomaníaco.
- Existencia previa al menos de un episodio maníaco.
- Los síntomas provocan un deterioro notable en la vida del individuo.
- No se explica mejor por otro trastorno psicótico.
Trastorno bipolar tipo I con episodio más reciente maníaco
- El episodio actual o el más reciente es un episodio hipomaníaco.
- Existencia previa de al menos un episodio depresivo mayor o un episodio maníaco.
- No se explica mejor por otro trastorno psicótico.
Trastorno bipolar tipo I con episodio más reciente depresivo
- El episodio actual o el más reciente es un episodio depresivo mayor.
- Existencia previa de al menos un episodio maníaco.
- No se explica mejor por otro trastorno psicótico.
Trastorno bipolar tipo I con episodio más reciente no especificado
- El episodio actual o el más reciente cumplen los criterios – excepto en la duración – de un episodio depresivo mayor, episodio maníaco o hipomaníaco.
- Existencia previa de al menos un episodio maníaco.
- No se explica mejor por otro trastorno psicótico.
Trastorno bipolar tipo II
- Presencia o historia de uno o más episodios depresivos mayores o presencia o historia de un episodio hipomaníaco.
- Nunca ha habido un episodio maníaco.
- Los síntomas pueden llegar a causar un deterioro notable en la vida del individuo.
- No se explica mejor por otro trastorno psicótico.
En este trastorno es posible concretar si el episodio más reciente es hipomaníaco o depresivo. En todos los diagnósticos, será importante y dependiendo del trastorno, el episodio más reciente.
Trastorno ciclotímico
El Trastorno ciclotímico presenta las siguientes características:
- Como mínimo durante dos años se han dado varios episodios con síntomas hipomaníacos que no cumplen los criterios para un episodio hipomaníaco completo y numerosos períodos con síntomas depresivos que no cumplen los criterios para un episodio de depresión mayor.
- Durante el periodo de dos años, tanto los períodos depresivos como hipomaníacos han estado presentes al menos la mitad del tiempo y el individuo no ha presentado síntomas durante más de dos meses seguidos.
- Nunca se han cumplido los criterios para un episodio de depresión mayor, maníaco o hipomaníaco.
- Los síntomas hipomaníacos no se explican por ningún trastorno del espectro de la esquizofrenia ni de otros trastornos psicóticos especificados o no especificados.
- Los síntomas no son derivados de ninguna sustancia ni causa médica.
- Estos síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes.
- La sintomatología maníaca e hipomaníaca pueden ser provocados por sustancias como: cocaína, anfetaminas, alcohol, L-dopa, fenciclidina, etc.
- Se debe especificar la existencia de ansiedad.
Trastorno bipolar y trastorno relacionado inducido por sustancias
- Se produce una alteración importante y duradera del estado de ánimo en el que este aparece elevado, expansivo o irritable. Con o sin estado de ánimo deprimido o disminución notable del interés o placer por todas o casi todas las actividades.
- Existen evidencias a partir de la historia clínica, la exploración física o los análisis de laboratorio de dos factores. El primero de ellos son que los síntomas previamente descritos se han manifestado durante o poco después de la intoxicación o abstinencia de una sustancia. El segundo factor es que la sustancia puede producir los síntomas descritos.
- El trastorno no se explica mejor por un trastorno bipolar o un trastorno relacionado no inducido por sustancias.
- No se produce únicamente durante el síndrome de un trastorno confusional.
- Causa malestar significativo a nivel social, laboral y en diferentes áreas.
- Se debe especificar si el inicio tuvo lugar durante la intoxicación o la abstinencia.
Trastorno bipolar y trastorno relacionado debido a otra afección médica
- Se produce un periodo importante y duradero del estado de ánimo anormalmente elevado, expansivo o irritabley un aumento anormal de la actividad o la energía.
- Existen evidencias de que el trastorno es la consecuencia fisiopatológica directa de otra afección médica.
- El trastorno no se explica mejor por otro trastorno mental.
- El trastorno no se produce únicamente durante el curso de un síndrome confusional.
- Causa malestar clínicamente significativo y deterioro en el ámbito social, laboral y otras áreas de funcionamiento. Puede ser necesaria la hospitalización para que el individuo no se lesione a sí mismo o a otros.
- Se debe especificar si existen características maníacas, si se produce un episodio tipo mixto o hipomaníaco o se dan características mixtas.
Trastorno bipolar y trastorno relacionado especificado
- Episodios hipomaníacos de corta duración – dos o tres días – y episodios de depresión mayor.
- Presencia de episodios hipomaníacos con síntomas insuficientes y episodios de depresión mayor.
- Episodios hipomaníacos sin episodio previo de depresión mayor.
- Ciclotimia de corta duración (menos de 24 meses).
Trastorno bipolar y trastorno relacionado no especificado
Aparecen síntomas maníacos, hipomaníacos (con o sin síntomas depresivos) que no cumplen los criterios exigidos para el diagnóstico de trastorno bipolar y relacionados. Sin embargo, en esta ocasión, el profesional no especifica la causa del tal incumplimiento.
Etiología
Todavía se desconoce la etiología de este trastorno. Diferentes investigaciones arrojan luz, pero a día de hoy no existe un acuerdo general. Algunos autores afirman que se debe a desequilibro bioquímico a nivel cerebral. En este sentido, los síntomas depresivos suelen relacionarse con un déficit de noradrenalina, y los maníacos con un exceso de dopamina. Sin embargo, investigadores como Jones y Bentall (2006), destacan que estos datos se basan más en la eficacia de los medicamentos que en las comprobaciones a nivel cerebral.
Otro tipo de teorías también añaden importancia a los factores ambientales, psicológicos, emocionales, familiares y sociales. Aún así, se trata de un trastorno en plena investigación y todavía no es posible ofrecer una causa concreta.
Evaluación
Para esta tarea se va a exponer la evaluación propuesta por Sevillá y Pastor (2009), ya que recoge de forma completa los diferentes aspectos a tener en cuenta.
- En primer lugar, se obtienen datos clínicos y psicopatológicos:
- Historia y evolución del trastorno. En qué momento apareció y bajó qué circunstancias. Presencia o no de episodios posteriores.
- Se deben describir cómo fueron los episodios. Cómo son en términos cognitivos, conductuales y emocionales los episodios depresivos, hipomaníacos, maníacos o mixtos.
- Recoger los posibles desencadenantes de los episodios: tanto ambientales, como biológicos o emocionales.
- Preguntar por las estrategias de afrontamiento que ha llevado a cabo el sujeto.
- Vulnerabilidad psicológica.
- Presencia o no de antecedentes familiares.
2. Tratamiento farmacológico:
- Recoger si existe tratamiento farmacológico actual, así como su eficacia y los efectos secundarios que pudieran presentar.
- Historial del tratamiento farmacológico.
- Relación existente entre el médico y el sistema sanitario.
3. Estilo de vida:
- Ocupación actual.
- Familia. Relación con la familia, social y de pareja.
- Existencia o no de apoyo social.
- Presencia o no de refuerzo.
- Patrón de sueño.
4. Consumo o no de sustancias (especificar si existe abuso de sustancias).
5. Nivel de manejo de estrés y ansiedad diaria.
6. Otro tipo de problemas psicológicos.
7. Tipo de motivación y expectativas con respecto el tratamiento psicológico.
Tratamiento
El tratamiento para el trastorno bipolar es fundamentalmente farmacológico y cognitivo-conductual. En concreto, se ha comprobado la eficacia de tres tipos de fármacos: los antipsicóticos, los antidepresivos y los estabilizadores del estado de ánimo.
Como afirman Caballo, Salazar y Carrobles (2014), dentro de los estabilizadores del estado de ánimo encontramos: el litio, el ácido valproico, la carmabacepina, lamotrigina. Suelen ser tratamientos de por vida. Los antipsicóticos tienen como objetivo controlar las fases maníacas e hipomaníacas. La duración del tratamiento es temporal. Los antidepresivos se usan con la finalidad de controlar las fases depresivas. Los protagonistas suelen ser los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina.
A nivel terapéutico, la terapia cognitivo-conductual se ha mostrado como la más eficiente para este tipo de trastorno. Así pues, una combinación farmacológica con terapia psicológica supondrá un importante apoyo para el paciente. De esta forma, verá incrementada su calidad de vida para que pueda desenvolverse con la mayor normalidad posible.
Bibliografía
- Caballo, V., Salazar, I. y Carrobles, J. (2014). Manual de psicopatología y trastornos psicológicos. Madrid: Ediciones Pirámide.
- American Psychiatric Association. (2013). DSM-V. Manual diagnóstico y estadísticos de los trastornos mentales. Editorial Médica Panamericana.
- Jones, S., Tai, S., Evershed, K., Knowles, R. y Bentall, R. (2006). Early detection of bipolar disorder: a pilot familial high-risk study of parents with bipolar disorder and their adolescent children. Bipolar Disoder, 8 (4), 362-372.
- OMS. (1992). CIE-10. Décima revisión de la clasificación internacional de las enfermedades. Trastornos mentales y del comportamiento. Descripción clínicas y pautas para el diagnóstico. Madrid: Ed. Méditor.
- Sevillá, J. y Pastor, C. (2009). Terapia cognitivo-conductual para el trastorno bipolar. Un manual práctico para el terapeuta. Valencia: Publicaciones del Centro de Terapia de Conducta.