La agrafia es un trastorno neurológico que afecta la capacidad de la persona para escribir o expresarse por escrito. Esta afección puede ser causada por déficits del desarrollo, lesiones cerebrales, enfermedades neurodegenerativas o traumatismos craneales.
Las personas con agrafia pueden tener dificultades para escribir palabras legibles o completar frases coherentes. También pueden tener problemas para deletrear palabras o recordar cómo se escriben. Esta afección puede afectar la escritura en general o puede soloa ciertos tipos de escritura, como la escritura a mano o la escritura con un teclado.
Cómo afecta la agrafia
La escritura es una actividad compleja que requiere de un conjunto de conocimientos y habilidades para poder llevarla a cabo. Así, escribir supone conocer los códigos del lenguaje, la habilidad para convertir los sonidos en símbolos escritos y una motricidad fina bien desarrollada. Además, es necesario poder manejar el espacio del papel para poder distribuir, juntar o separar las letras de manera correcta.
Existen tres modalidades de lenguaje escrito; la escritura espontánea, la escritura dictada y la copia, para cada una es necesaria una serie de habilidades distintas.
Tomando en cuenta lo anteriormente mencionado, si alguno de estos eslabones de la cadena de escritura se altera, tiene lugar la patología conocida como agrafia. Entonces, la agrafia sería la inhabilidad para expresar el lenguaje escrito, ya sea de forma total o parcial. Ésta, puede llegar a producirse por diversos factores; por ejemplo, lesiones cerebrales que produzcan defectos lingüísticos. Pero, otras problemáticas en el desarrollo psicomotor o en la capacidad viso espacial pueden producir agrafia.
Causas de la agrafia
Como ya hemos mencionado, la escritura tiene diversos componentes; por consiguiente, la agrafia es un trastorno de causa multifactorial. Entre estos factores, destacan los daños a nivel cerebral que se clasifican de acuerdo al área en que se produjo la lesión. Al encontrarse alteraciones en las áreas inferiores de la zona premotriz del hemisferio izquierdo, se altera la fluidez de la melodía cinética en la escritura. De esta forma, la persona logra escribir letras aisladas al tomar dictado, pero no logra hacerlo con palabras completas.
También, los daños en la región occipital del hemisferio izquierdo producen dificultades para recodificar el sistema de fonemas a grafemas. Es decir, la persona pierde la noción de que cada sonido se enlaza con un símbolo específico en la escritura. En algunos casos, las letras se escriben como si mirásemos en espejo ya que realizan copias directas de un texto.
Es importante destacar que las lesiones en la zona frontal del cerebro no inciden en la escritura de forma directa. Sin embargo, ocasionan fatiga e inactividad a nivel motor, lo cual disminuye la capacidad de escribir.
Evaluación para diagnosticar agrafia
El diagnóstico de la agrafia debe ser realizada por un profesional en el área, como el terapeuta del lenguaje, o en casos de lesión cerebral, el neurólogo será encargado de evaluar.
Cuando se trata de niños, suelen ser los docentes o los psicopedagogos quienes detectan estas alteraciones en la escritura. En estos casos es importante no obligar al menor a esforzarse más o a reprenderlo por no lograr la escritura. Más bien, hay que centrarse en que el niño reciba una evaluación adecuada para descartar un trastorno como la agrafia.
Por lo general, el profesional que evalúa esta patología establece una serie de pruebas que permiten conocer de qué manera está afectada la escritura. Para empezar, se debe averiguar si el paciente tiene la capacidad para dividir los sonidos del lenguaje oral y agruparlos de diferentes maneras conservando su secuencia. En casos graves, el paciente no logra identificar el número de sonidos en una palabra ni determinar sus determinaciones. En casos leves, el paciente puede entender y captar las palabras pero no puede hacer el análisis de su composición fonética.
También, se le pide al evaluado que realice actividades como copia de letras y palabras en letra script y de imprenta. Asimismo, se evalúa el dictado fijándose si el individuo logra escribir las letras de forma inmediata o se toma un tiempo en hacer la decodificación de sonidos a grafías. En este mismo sentido, se suelen realizar pruebas de escritura espontánea para determinar errores y dificultades en esta tarea.
Tratamiento agrafia
El tratamiento de la agrafia depende de su etiología. En la mayoría de ocasiones, es causado por trastornos neurológicos que involucran daños en el cerebro. En este tipo de casos, el tratamiento es llevado por neurólogos y neuropsicólogos, siendo necesaria medicación y rehabilitación. En otros pacientes, se trata de una agrafia pura sin la presencia de afasia o apraxias, por lo que el logopeda y el psicopedagogo pueden ayudar para lograr la recuperación.
Para algunos niños, las dificultades para la escritura no necesariamente vienen determinadas por agrafias. A veces, existen alteraciones en el desarrollo psicomotriz o muy poca motivación para la escritura porque el ambiente escolar no es el más adecuado. Incluso, niños zurdos que no cuenten con el apoyo y material adecuado (por ejemplo, una mesa adaptada) pueden presentar alteraciones en la escritura.
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