Donald Olding Hebb, nacido el 22 de julio de 1904 y fallecido el 20 de agosto de 1985, fue un destacado psicólogo y neurocientífico canadiense cuya contribución al campo de la psicología y la neurociencia fue revolucionaria. Siendo una figura prominente en su campo, se le considera el padre de la biopsicología.
Hebb creció en un entorno académico, ya que sus padres eran médicos. Su madre estaba influida por las ideas de María Montessori, por lo que Donald recibió educación en su casa hasta la edad de 8 años. Luego, su rendimiento académico fue tan notable que fue promovido y a los 16 años ya se había graduado de la academia. Sin embargo, al ingresar a la universidad, Donald obtuvo calificaciones que él mismo consideró “peor que mediocre”.
Sorprendentemente, aunque mostraba un gran interés en las matemáticas y la física, también soñaba con ser novelista. Su pasión por la literatura le llevó a estudiar educación e incluso llegó a convertirse en director de una escuela en Quebec. Posteriormente, tras familiarizarse con las obras de Freud, William James, Watson y Pavlov, su camino lo llevó hacia la psicología. Obtuvo una maestría en Psicología en la Universidad McGill.
La Teoría del aprendizaje Hebbiano
A Donald O. Hebb se le conoce por su teoría del aprendizaje hebbiano, el cual plasmó en su obra Organization of Behavior. Su papel en las investigaciones sobre redes neuronales ha marcado una pauta dentro del campo de la psicología. De hecho, una encuesta demostró que era uno de los psicólogos más citados en el siglo XX. Su teoría aborda el comportamiento y el pensamiento como procesos cerebrales, y los procesos cognitivos también son explicados desde las conexiones entre las neuronas.
En el año 1936, trabajó con Karl Lashley, y obtuvo un doctorado en Harvard, investigando sobre los efectos que se producían en las ratas, en cuanto a la percepción del brillo y tamaño. Trabajando con Karl, fue cuando conoció a Freud, de quien pensó que era un colega muy interesante, pero carecía de rigurosidad, por lo que, cuando tenía 23 años, pensó que no era muy tarde para él entrar en el campo. Tan pronto como Lashley comenzó a trabajar en la Universidad de Harvard, Hebb también se trasladó y analizó el comportamiento de las ratas que crecían en la oscuridad y aquellas que crecían en los ciclos de luz y oscuridad, pensando en el papel de las redes neuronales.
Cuando Hebb retornó a Montreal, ocupó el puesto de asistente de investigación de Wilder Penfield; para entonces, su investigación se orientaba hacia los déficits nerviosos en personas que sufrían de lesiones cerebrales.
Impacto en la Neurociencia y Crítica a los Test de Inteligencia
En el libro The Organization of Behavior, Hebb mostró cómo en los grupos de neuronas pueden iniciar procesos básicos como el de la percepción, la memoria y la atención. Su propuesta partía del hecho de que los estímulos y respuestas activaban grupos neuronales diferentes y las conexiones internas se reforzaban.
Sus estudios sobre las conexiones neuronales han servido de fundamento para áreas como la psicología, la fisiología, e incluso para la ingeniería y las ciencias de la computación. Además, estas ideas fueron el fundamento para la naciente neuropsicología, entendiendo que el comportamiento se debe entender en términos de las neuronas que propagan señales.
Hebb fue crítico con los test de inteligencia, sobre todo los de Stanford-Binet y Wechsler, usados en pacientes con cirugías cerebrales, ya que estas pruebas medían la inteligencia, en general, y Hebb creía que debían medir efectos más precisos. Por eso, junto a N.W. Morton, diseñó el Test de Comprensión Adulta y el Test de Anomalías de la Imagen. Así, pudo demostrar que el lóbulo temporal derecho estaba relacionado con el reconocimiento visual. También demostró que extirpar grandes partes del lóbulo frontal no tenía muchos efectos en la inteligencia. Pues, en un paciente adulto, este procedimiento fue aplicado para tratar su epilepsia y fue notoria una mejora postoperatoria en cuanto a su capacidad intelectual. Por ello, consideró que los lóbulos frontales tenían un papel importante en el aprendizaje, pero solamente durante las primeras etapas de la vida.
Vida Personal y Últimos Años
Donald Hebb fue un hombre dedicado no solo a su prolífica carrera académica, sino también a su vida personal y familiar. A lo largo de su vida, contrajo matrimonio tres veces, siendo su última esposa Margaretn Doreen Wright, con quien compartió gran parte de su vida.
El compromiso de Hebb con la psicología y la neurociencia no cesó con su retiro de la vida académica oficial. En 1972, después de una destacada carrera en la Universidad McGill, Hebb se retiró al tranquilo escenario de su lugar de nacimiento, Nueva Escocia. Sin embargo, este retiro no significó un alejamiento de su pasión por la investigación y la enseñanza.
Durante su jubilación, Hebb continuó trabajando en su último libro, «Ensayo sobre la mente». En esta obra, expuso sus pensamientos y teorías más recientes sobre la psicología y la neurociencia, consolidando aún más su legado en estos campos.
Además de sus contribuciones escritas, Hebb siguió compartiendo su conocimiento y experiencia a través de la enseñanza. Fue nombrado profesor honorario de psicología en Dalhouse, y continuó dando conferencias allí hasta su muerte a los 81 años. Incluso en su retiro, Hebb demostró un compromiso constante con la educación y el avance del entendimiento humano de la mente y el cerebro. Su vida, tanto personal como profesional, refleja su incansable dedicación a la exploración de los misterios del cerebro humano.
Bibliografía
- Hebb, D. O. (2005). The organization of behavior: A neuropsychological theory. Psychology press.
- Hebb, D. O., & Donderi, D. C. (2013). Textbook of psychology (psychology revivals). Psychology Press.
- Neurosci Biobehav Rev. 2005 Jan;28(8):851-74. doi: 10.1016/j.neubiorev.2004.09.009. PMID: 15642626.