El sueño es una función vital para nuestro organismo, ya que permite la recuperación física y mental, y juega un papel crucial en la consolidación de la memoria y el aprendizaje. Sin embargo, en muchas ocasiones, el sueño puede verse afectado por trastornos que alteran su calidad y, en consecuencia, nuestro bienestar.

La polisomnografía es un estudio que se usa para evaluar el ciclo de sueño de una persona. Se caracteriza por ser una prueba no invasiva y sin dolor que puede usarse con diferentes fines. A través de este tipo de exámenes se pueden detectar distintas alteraciones en el periodo de descanso. De esta manera, es posible elaborar planes de tratamiento más personalizados para quienes sufren alguna condición asociada al sueño.

¿Qué es una polisomnografía?

De acuerdo con la Sleep Foundation, entre 10% y 30% de los adultos lidian con insomnio que dificulta su descanso. Asimismo, la organización reporta que un 9% de los adultos en Estados Unidos viven con apnea del sueño. Del mismo modo, entre 135.000 y 200.000 adultos padecen narcolepsia en los Estados Unidos. Partiendo de estos datos, podemos ver que las alteraciones del sueño parecen ser un problema común en la población.

Siguiendo esta línea, con el fin de atender a las afecciones del sueño, los médicos y psicólogos necesitan realizar evaluaciones. Estas pruebas no solo permiten hacer un diagnóstico, sino también determinar en qué momento y de qué forma la enfermedad altera el descanso. En este sentido, una polisomnografía es una evaluación médica que mide diferentes indicadores del ciclo de sueño:

  • Posición del cuerpo.
  • Flujo de aire al respirar.
  • Saturación de oxígeno en la sangre.
  • Frecuencia cardíaca.
  • Movimientos oculares.
  • Actividad eléctrica de los músculos.
  • Ondas cerebrales.
  • Frecuencia respiratoria.

Continuando con esto, debemos saber que existen dos tipos de sueño que se alternan mientras descansamos. Uno de estos es el sueño MOR (Movimientos Oculares Rápidos), llamado así por los movimientos de los ojos que ocurren. También, durante este momento del descanso es cuando tienen lugar los sueños.

Por otro lado, está el sueño NMOR (Sin Movimientos Oculares Rápidos), el cual se divide en cuatro fases. En cada una de estas, se observan cambios en la actividad de las ondas cerebrales. Mediante la polisomnografía es posible determinar con exactitud en qué fase del sueño está alguien.

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¿Cómo se realiza una polisomnografía?

Si tu médico determina que es necesario hacer una prueba de este tipo, puede hacerse de dos formas. En primer lugar, tu médico podría dar una orden para que se te otorgue un equipo pensado para uso doméstico. Si es así, todo lo que debes hacer es ir a casa, seguir tu rutina de sueño regular y activar la máquina según las instrucciones de tu doctor. Durante la noche, el aparato se encargará de monitorear el sueño. Luego de entregar el equipo, los técnicos extraen los datos y emiten un informe.

La otra opción es que tu médico te solicite realizarte  el examen en un hospital o un centro del sueño. En ese caso, llegarías al centro durante la noche, se te proveería una habitación para ti solo con una cama y baño. En ese mismo escenario, los técnicos se encargarían de colocarte los electrodos en el cuero cabelludo, sienes y otras regiones del cuerpo.

Estos electrodos tienen cables que se conectan a una computadora, pero son lo bastante largos para que puedas moverte con libertad. Lo más probable es que haya una cámara dentro de la habitación que grabará todo lo que ocurre mientras duermes. Los técnicos se encargarán de monitorearte durante toda la duración de la polisomnografía.

Aplicaciones de la polisomnografía

La polisomnografía es útil en la evaluación de diversos trastornos del sueño, como:

  1. Apnea del sueño: Se caracteriza por pausas en la respiración durante el sueño, que pueden provocar una reducción en la saturación de oxígeno y fragmentación del sueño, causando somnolencia diurna y deterioro del rendimiento cognitivo.
  2. Insomnio: Es la dificultad para conciliar el sueño, mantenerse dormido o tener un sueño reparador, lo cual afecta la calidad de vida del individuo.
  3. Narcolepsia: Es un trastorno neurológico que provoca somnolencia excesiva durante el día y puede incluir episodios de cataplejía (pérdida repentina del tono muscular).
  4. Síndrome de piernas inquietas: Se trata de una necesidad irresistible de mover las piernas, generalmente acompañada de sensaciones desagradables, que interrumpe el sueño.
  5. Parasomnias: Son comportamientos anormales que ocurren durante el sueño, como sonambulismo, terrores nocturnos y pesadillas.

¿Cómo debería prepararme para este examen?

Como te mencionamos al principio, se trata de una evaluación médica no invasiva, es decir, no recibirás inyecciones ni te harán incisiones en el cuerpo. Tampoco se trata de una prueba que genere dolor, ya que no tendrás estimulación de ningún tipo. Todo lo que debes hacer es seguir tu rutina de sueño habitual y dejar que la máquina haga su trabajo.

Hecha esta salvedad, es probable que el especialista te indique no ingerir bebidas alcohólicas ni cafeína antes del estudio. Debido a que se trata de sustancias psicoactivas, sus propiedades pueden interferir con tus patrones de sueño normales y alterar los resultados. Lo mismo aplica con la nicotina y cualquier otra sustancia que estimule el sistema nervioso de algún modo.

De igual manera, se te recomendará que evites usar maquillajes, lociones o geles corporales. Recuerda que durante una polisomnografía se te pegarán electrodos al cuerpo y eso podría interferir con su función. Por otra parte, si te hacen la prueba en un centro del sueño u hospital, te indicarán que lleves cualquier objeto que uses para dormir. Quizá los médicos o técnicos te soliciten darte una ducha antes de hacer el examen.

Interpretación y diagnóstico en la polisomnografía

La interpretación de los datos recopilados durante la polisomnografía es un proceso detallado y sistemático que requiere el conocimiento y la experiencia de un médico especializado en medicina del sueño. A continuación, se detallan los pasos que se siguen en la interpretación y el diagnóstico:

  1. Identificación de las etapas del sueño: El especialista examina el electroencefalograma (EEG), el electrooculograma (EOG) y el electromiograma (EMG) para identificar las distintas etapas del sueño. Estas etapas incluyen el sueño ligero (N1 y N2), el sueño profundo (N3) y el sueño de movimientos oculares rápidos (REM). La identificación de las etapas del sueño permite evaluar la arquitectura y la continuidad del sueño.
  2. Análisis de la eficiencia del sueño: La eficiencia del sueño se refiere al porcentaje de tiempo que el paciente pasa durmiendo en relación con el tiempo que pasa en la cama. Una eficiencia del sueño baja puede ser indicativa de insomnio u otros trastornos del sueño.
  3. Evaluación de eventos respiratorios: El médico analiza los datos de la oximetría de pulso y los sensores de flujo nasal para identificar episodios de apnea (pausas en la respiración) e hipopnea (reducción en el flujo de aire). La frecuencia y duración de estos eventos pueden ayudar a determinar la gravedad de un trastorno respiratorio del sueño, como la apnea obstructiva del sueño.
  4. Evaluación de la actividad cardíaca: Mediante el análisis del electrocardiograma (ECG), el especialista puede detectar arritmias o alteraciones en la frecuencia cardíaca que puedan estar relacionadas con trastornos del sueño o condiciones médicas subyacentes.
  5. Análisis de movimientos y eventos motores: El médico evalúa los registros de EMG y los sensores de movimiento corporal para identificar movimientos anormales, como los asociados con el síndrome de piernas inquietas, el sonambulismo o la parálisis del sueño.
  6. Examinar la presencia de parasomnias: A partir de la información recopilada durante la polisomnografía, el especialista puede identificar la presencia de parasomnias, como terrores nocturnos, sonambulismo, pesadillas o trastorno de conducta del sueño REM.

Una vez que el médico ha analizado y evaluado todos los datos recopilados en la polisomnografía, establecerá un diagnóstico basado en los hallazgos. Este diagnóstico puede incluir uno o varios trastornos del sueño, así como posibles factores contribuyentes, como condiciones médicas, psiquiátricas o ambientales.

A partir del diagnóstico, el especialista elaborará un plan de tratamiento personalizado que puede incluir cambios en el estilo de vida, terapias farmacológicas, dispositivos médicos (como la presión positiva continua en la vía aérea o CPAP).

Interpretación de la polisomnografía

La interpretación de las ondas cerebrales del sueño es una parte crucial del análisis de la polisomnografía. Las ondas cerebrales se registran mediante un electroencefalograma (EEG) y proporcionan información sobre las diferentes etapas del sueño y la actividad cerebral que ocurre durante ellas. Las ondas cerebrales se clasifican en función de su frecuencia (medida en hercios o Hz) y amplitud (medida en microvoltios o µV). Las principales categorías de ondas cerebrales asociadas con el sueño son las siguientes:

  1. Ondas delta (0.5-4 Hz): Las ondas delta son ondas cerebrales de baja frecuencia y alta amplitud, típicas del sueño profundo (fases N3 y N4 del sueño no REM). Durante esta etapa, el cuerpo se recupera físicamente y se produce la liberación de hormonas de crecimiento.
  2. Ondas theta (4-7 Hz): Las ondas theta son ondas de frecuencia intermedia y amplitud moderada, que caracterizan las fases N1 y N2 del sueño no REM. La fase N1 es la etapa de transición entre la vigilia y el sueño, mientras que la fase N2 es el sueño ligero, en el cual los estímulos externos aún pueden despertar fácilmente al individuo.
  3. Ondas alfa (8-13 Hz): Las ondas alfa son ondas de frecuencia moderada y amplitud menor, que predominan durante la vigilia con los ojos cerrados y la relajación mental. Estas ondas suelen disminuir al comenzar el sueño, pero pueden aparecer brevemente durante las etapas de sueño ligero.
  4. Ondas beta (13-30 Hz): Las ondas beta son ondas de alta frecuencia y baja amplitud, asociadas con la vigilia y la actividad mental alerta. Sin embargo, también pueden estar presentes en la fase de sueño REM, cuando ocurren los sueños y la actividad cerebral es similar a la de la vigilia.
  5. Ondas sigma (12-16 Hz): Las ondas sigma, también conocidas como husos del sueño, son ondas de frecuencia moderada que aparecen principalmente durante la fase N2 del sueño no REM. Los husos del sueño están relacionados con la consolidación de la memoria y el aprendizaje.

Durante la interpretación de la polisomnografía, el médico especialista en sueño analiza las ondas cerebrales registradas en el EEG y determina en qué etapa del sueño se encuentra el paciente en cada momento. Este análisis permite evaluar la arquitectura del sueño y detectar posibles anomalías, como la interrupción frecuente de los ciclos de sueño, la disminución del tiempo total de sueño profundo o REM, o la presencia de actividad cerebral anormal, como en el caso de la epilepsia nocturna.

Sueño y aprendizaje

¿Cuándo es recomendable someterse a esta prueba?

El especialista podría indicar que te realices este examen cuando exista una sospecha de algún trastorno del sueño. A través de los resultados se puede determinar con más precisión qué es lo que ocurre mientras descansas. Sin embargo, también es posible que te indiquen hacer esta evaluación cuando ya tienes un trastorno del sueño diagnosticado.

En esa situación, el objetivo de la prueba sería entender en qué momento del ciclo del sueño aparecen los síntomas. Además, se puede observar mejor de qué modo la enfermedad altera tu descanso. Con estos resultados se pueden elaborar intervenciones más específicas para abordar los síntomas del trastorno.

En conclusión, la polisomnografía es un examen muy útil para quienes padecen problemas del sueño. No olvides que dormir al menos ocho horas al día es esencial para gozar de buena salud física y mental. Si sospechas que padeces un trastorno del sueño, consulta con un especialista para estar seguro.

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Referencias

  • Armengol, S., Bernal, C., & García, R. (2006). Polisomnografía, poligrafía, oximetría. Requisitos e interpretación de resultados. JG Santos, Manual de diagnóstico y terapéutica en neumología Coordinador José Gregorio Soto Campos, 199-210.
  • Isern, F. S., Miró, N. R., & Sancho, E. E. (2010). Polisomnografía y otros métodos de registro. Acta Otorrinolaringológica Española61, 45-48.
  • Rey-de-Castro-Mujica, J., Rosales-Mayor, E., & Ferreyra-Ferreyra, J. (2009). Utilidad y rendimiento de la polisomnografía de noche partida para el diagnóstico del síndrome de. Rev Soc Peru Med lnterna22(1), 7.

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