El ‘Overthinking’ es un anglicismo utilizado para referirse a la rumiación psicológica, es decir, el pensar demasiado sobre un mismo tema. Por lo general, quienes tienen tendencia a la rumiación suelen enfocarse en situaciones del pasado o del futuro, en vez del presente. Además, sus pensamientos vienen acompañados de sentimientos de miedo, ira o culpa.
Si el overthinking se presenta de manera continuada , la persona se pone en riesgo de sufrir ansiedad o depresión. Por esta razón, suelen ser recomendables las prácticas como la meditación o el asistir a psicoterapia para comprender las situaciones subyacentes a estos pensamientos. Desde esta perspectiva, se logran afrontar las rumiaciones bajo la premisa de que su función es comunicar las necesidades emocionales del individuo.
¿Qué es la rumiación psicológica?
El ‘pensar demasiado’ sobre un mismo tema puede llevar a aprender de nuestras experiencias pasadas, plantearnos metas positivas y reflexionar sobre nuestros verdaderos deseos. Sin embargo, en ocasiones, estos pensamientos tienden a estar cargados de culpas y agresividad; llevándonos a estancarnos y a sentirnos frustrados. En este sentido, la rumiación cognitiva se refiere a una secuencia de pensamientos repetitivos, perdurables, estáticos, cíclicos e incontrolables. En vez de ayudarnos a superarnos y a movilizarnos hacia un objetivo, la rumiación lleva a la improductividad, al agotamiento y a dificultades para concentrarse en las tareas que verdaderamente importan. A largo plazo, desmejora la calidad de vida y la capacidad de resolución de problemas.
El contenido del ‘overthinking’ suele tener que ver con los aspectos difíciles o negativos de una misma situación. Para identificarlo, podemos fijarnos en la existencia de ciertas frases características. Entre ellas, “Y si…”, “si no hubiera pasado esto…”, “es mi culpa”, “¿por qué no me di cuenta antes?”. De forma repetitiva, se señalan aspectos inaceptables acerca de las circunstancias que desean cambiarse. Al fin y al cabo, los pensamientos rumiativos se asociación con la necesidad de perfección, como si hubiese la posibilidad de crear una situación perfecta.
¿Por qué algunas personas ‘piensan demasiado’?
A pesar de que el Overthinking sea cada vez más común, no todos los individuos lo presentan. En general, se presentan en personas que han sido criados en ambientes desestructurados y dinámicas volátiles e impredecibles. Así, desarrollan preocupaciones sobre el futuro como un intento para predecir amenazas y poder tener una sensación de control y orden en sus vidas. En este hilo de ideas, estos pensamientos repetitivos funcionarían como un intento de predicción y anticipación a posibles peligros.
Por otro lado, cuando existe la amenaza de perder un vínculo importante, también surgen estos pensamientos. Cuando no se tienen los recursos emocionales para lidiar con el duelo, toca imaginar y fantasear todos los escenarios posibles para calmar la ansiedad. Del mismo modo, cuando ya ha ocurrido la pérdida y no hay nada más qué hacer, la rumiación surge para reestructurar y re-significar vínculos que se consideran fallidos e intentar darle un nuevo significado. Todo esto serviría para intentar comprender lo sucedido y protegerse de futuras pérdidas.
Además de las circunstancias ya mencionadas, este tipo de comportamiento rumiativo suele ser más común en personas perfeccionistas y autoexigentes; ya que responden a las pérdidas con sentimientos de culpa.
¿Cómo afrontar el ‘Overthinking’?
El Overthinking es bastante común en situaciones de pérdida y en personalidades con tendencias obsesivas. No obstante, eso no quiere decir que no sea posible afrontarlos de manera más llevadera. En primer lugar, si hablamos de pensamientos repetitivos sobre el pasado, es necesario entender que a veces las cosas son tal y como ocurrieron. Si algo pertenece al pasado, no hay nada que cambiar, sino enfocarse en aprender lo mejor de esa experiencia. Así, el individuo debe enfocarse en vivir en el presente, darse cuenta de que la vida es una y que es más importante concentrarse en la realidad actual. Para lograr tal cosa, suelen ser aconsejables prácticas como la meditación y el Mindfulness.
También, es imprescindible que la persona asista a tratamiento psicoterapéutico. En ciertos casos, se trabajan actividades que permiten al consultante enfocarse en otras tareas mucho más productivas. Sin embargo, el dar instrucciones como ‘solo deja de pensar en ello’ y evitar totalmente los pensamientos tienden a ser intervenciones poco efectivas. Por tal motivo, el objetivo no debe ser suprimir el pensamiento rumiativo, sino escucharlo y comprender su función, darle valor y responder a las necesidades detrás de él. Es importante aprender a ser respetuosos con nuestros deseos y necesidades, y muchas veces los pensamientos rumiativos nos informan sobre ellos.
De este modo, el psicólogo debería animar al consultante a expresar en voz alta sus preocupaciones, mostrar interés y ser atento. El hecho de que las rumiaciones empiecen a ser acogidas con amor y sensibilidad, saca al doliente de la soledad y sensación de aislamiento. Gracias a ello, le será más fácil darle un sentido a sus pensamientos y configurar su comportamiento en torno a sus necesidades de manera adaptativa.
Referencias
- Payás, A. (2008). Funciones psicológicas y tratamiento de las rumiaciones obsesivas en el duelo. Revista de la Asociación Española de Psiquiatría. Vol. 28. Nº 2. Madrid, España.
- Valbuena, M., Riveros, D., Zapata, M., Flórez, A. (2019). Rumiación cognitiva y su relación con las psicopatologías internalizantes: Revisión sistemática. Trabajo de Grado. Universidad Católica de Colombia.