La invalidación de los padres hacia sus hijos parece estar asociada con el trastorno límite de personalidad, según un estudio.

Quienes viven con trastorno límite de personalidad (TLP) suelen experimentar síntomas que incluyen un sentido de inestabilidad de sí mismos o de su identidad. Carecen de capacidad para regular sus emociones y cuentan con un historial de conductas que son impulsivas.

Algunos autores consideran que este trastorno puede tener su origen en la primera infancia y convertirse en una fuente de problemas para el resto de la vida adulta, especialmente para quienes no tienen acceso a un tratamiento.

La invalidación de los padres

La invalidación de los padres hacia sus hijos es una experiencia en la que se rechaza o se banalizan los sentimientos del pequeño. Muchas veces la invalidación está normalizada, por lo que puede darse incluso de forma inconsciente.

Así, es común escuchar a los padres decir, cuando sus hijos tienen miedo a dormir, por ejemplo: “ve a la cama, no pasa nada”, o “deja de llorar, no fue para tanto”, “deja de dramatizar”, “deja de exagerar”, “no te preocupes, yo también he pasado por eso”, “así es la vida”, “no le des importancia”, “deja de gritar”, “cálmate”, y otras.

Ahora, un estudio de Stephanie Lee pone de manifiesto que la invalidación de los padres puede guardar relación con el trastorno límite de personalidad. Lee, en su investigación titulada: Invalidación de los padres y sus asociaciones con los síntomas del trastorno límite de personalidad, señala que la invalidación materna, paterna y/o general de los padres, está asociada positivamente con los síntomas del TLP, siendo el tamaño del efecto de la invalidación materna mayor que el de la invalidación paterna.

En su indagación, también investigaron si las asociaciones estaban influidas por el género, la edad o la cultura del niño y Lee descubrió que, la invalidación de los padres y la asociación de síntomas del TLP fue moderada por el sexo del niño, encontrando tamaños de efecto más grande en muestras con una mayor proporción de hombres. Todo ello respalda la idea del componente invalidante del entorno infantil.

Trastorno Límite de la Personalidad (TLP): no confundir con Trastorno Bipolar

El patrón analizado por los investigadores estuvo centrado en el hecho de que los padres o cuidadores deslegitiman de forma constante las emociones que expresan los niños. Entre los cuatro componentes de la invalidación emocional, resaltaron:

  • El decir que las emociones del niño eran erróneas;
  • atribuir las emociones del niño a una hipersensibilidad;
  • menospreciar los problemas que el niño expresa y,
  • evitar que el pequeño manifieste cualquier emoción negativa.

El pequeño que se encuentre expuesto a este ambiente invalidante termina siendo castigado de cierta manera. En casos más graves, puede prevalecer el abuso físico.

Si un niño, por ejemplo, se enfada porque otro pequeño le toma sus juguetes y un padre invalida a su hijo y le dice que no tiene razón para estar molesto, esto podría conducir a dificultades cuando el niño trate de identificar y manejar sus emociones.

Lee recurrió a un metanálisis para poder llegar a tales conclusiones, revisando unas 1179 fuentes de datos, publicados y no publicados. Finalmente, se quedaron con 21 estudios, con 25 muestras, que incluían a casi 7.200 participantes. Esta conclusión deja en evidencia que los padres, y mayormente las madres, ejercen una influencia importante en los hijos y en el desarrollo de los síntomas de TLP.

El padre que invalida a su hijo pudiese estar repitiendo un comportamiento de sus experiencias en la niñez.

Asimismo, se argumenta que los padres se afectan de forma mutua, es decir, que un padre que invalida a su hijo, con el tiempo, puede influir en el otro progenitor, que también termina minimizando o negando las emociones del infante.

Según Lee, el sentirse invalidado durante la etapa temprana de la vida puede tener efectos a lo largo del tiempo y llevar a que un sujeto, más tarde, se comporte impulsivamente, sea incapaz de regular sus emociones y mantenga un patrón de inestabilidad.

En conclusión, las personas con TLP pueden haber formado parte de un entorno invalidante durante su infancia.

¿Cómo crear un entorno de validación?

De lo anterior se deduce que los niños necesitan crecer en un entorno en el que sus padres o cuidadores validen sus emociones. Para ello, es importante tener paciencia, saber escuchar al pequeño, entenderlo y empatizar, antes de emitir cualquier respuesta. Además, se sugiere no solo enfocarse en lo que ha ocurrido, sino en los sentimientos que el hecho vivido despierta en el niño.

En lugar de mostrar desacuerdo de una vez, es recomendable tener en cuenta los sentimientos del pequeño. Entre un niño y su padre, madre o cuidador, debe existir sinceridad y confianza. En este sentido, los padres no deben mentirles. Tampoco se debe caer en distracciones cuando el niño expresa algo que le ha sucedido, sino centrarse en lo que está comunicando.

Igualmente, se recomienda hacer preguntas para conocer cuáles son sus emociones y poder entenderle mejor. Al niño se le puede pedir permiso para expresar lo que el adulto piensa, en lugar de regañarle.

Algunas frases que pueden ayudar son: “Entiendo que esto no ha sido fácil para ti”, “yo lo veo de esta manera, pero entiendo que tú lo veas de otra forma”, “¿quieres hablar más sobre esto?”, “¿te puedo decir lo que pienso sobre esto?”, entre otras.

Por último, se sugieren los gestos no verbales para transmitir empatía, teniendo presente que la validación es clave en la relación con los pequeños.

La autoestima en los niños

Bibliografía

  • Cerón Berján, M. F., & Contreras Maldonado, M. Estrategias de validación emocional y psicología positiva con niños, niñas y adolescentes.
  • Cotamo, J. A. V. (2018). Niveles de validación emocional. Psicología.
  • Lee, SSM, Keng, S.-L., Yeo, GC y Hong, RY (2022). Invalidación de los padres y sus asociaciones con los síntomas del trastorno límite de la personalidad: un metanálisis multivariante. Trastornos de la personalidad: teoría, investigación y tratamiento, 13 (6), 572-582. https://doi.org/10.1037/per0000523
  • Torres, L. C. P. (2019). Validación Emocional:¿ Qué es y Cómo Practicarla?. Área Profesional I: Psicología Clínica.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *