Cuando los padres mienten a los niños pueden estar creando un grave daño a su futuro.

Muchos padres mienten por diversas razones. En algunos casos, sienten que deben proteger a sus hijos de ciertas verdades que son muy duras. En otras ocasiones, mienten para conseguir que los pequeños hagan algo de forma rápida.

Algunas mentiras son instrumentales, tales como “si no comes toda la comida, te saldrán granos en el rostro”, “si no vienes ahora, te dejaré solo”, “hoy no traje dinero, después podemos volver”, entre otras. Lo que muchos padres ignoran es que con este tipo de mentiras están impactando de forma negativa en la vida de sus hijos.

Consecuencias de mentir u ocultar

Las mentiras muchas veces terminan formando parte de la dinámica cotidiana entre padres e hijos, lo cual supone un problema, considerando que los pequeños aprenden sus primeras lecciones de conducta social a partir de lo que observan en los padres. Así, las mentiras recurrentes terminan enviando mensajes poco claros y deteriorando la confianza con sus padres, pues, se termina interpretando que mentir es aceptable, y esto se puede replicar más adelante cuando los niños sean adultos y tengan su propia familia.

Algunos padres también mienten por omisión cuando desean resguardar la inocencia de los pequeños, entonces suavizan aquellos aspectos más difíciles de la vida. Y es que, ciertos temas pueden ser poco apropiados para la edad de los niños; en estos casos, los padres mienten, una vez más, para proteger a sus hijos. Pero esto termina por llevar a la desconfianza y a que ellos, en un futuro, puedan también decir mentiras de forma habitual.

Muchos padres llevan en práctica la crianza mintiendo. Hay quienes lo hacen para manipular el comportamiento y los estados emocionales de sus pequeños.

En un estudio de Rachel Santos, titulado “exposición a la crianza de los hijos mediante la mentira en la infancia: asociaciones con resultados negativos en la edad adulta” se analizó si la mentira estaba asociada con la deshonestidad posterior y la inadaptación psicosocial en la edad adulta.

Se descubrió que los adultos que recordaron niveles altos de mentiras durante la infancia, mentían a sus padres con más frecuencia y experimentaban problemas de ajuste psicosocial en la edad adulta. La autora también resalta la evidencia de que cuando los padres mienten a los niños esto puede ocasionar efectos negativos a corto plazo y los pequeños son más propensos a mentir. De allí que, cuando los padres mienten a los niños, les pueden estar enseñando implícitamente a mentir, además de que comiencen a desarrollar una sensación de que no pueden confiar en los padres.

De todo esto se deduce que los padres que engañan a sus hijos generan dudas y confusión en ellos, pues, los pequeños son vulnerables a lo que podría considerarse en ciertos casos como una manipulación cognitiva. Además, los niños también son más vulnerables a nivel emocional porque dependen de sus padres, no solo para para la sobrevivencia, sino para que los guíen en la comprensión sobre lo correcto e incorrecto.  Recordemos que los padres son vistos como protectores y modelos a seguir, así que las mentiras son un desafío para el niño.

¿Cómo manejar los temas de conversación en la familia?

Cuando la realidad es difícil de asimilar, lo ideal es manejar las conversaciones creando una cultura de familia en la que se pueda hablar de diferentes temas y en cualquier momento. Esto abre una puerta para los hijos y genera confianza.

También se sugiere usar frases de forma positiva, tales como “sí, mañana podemos andar en bicicleta, hoy estamos ocupados”, aunque esto no siempre suponga que el pequeño quede contento, pero no crecerá sintiendo la deshonestidad.

Mentir a los hijos bajo el argumento de protegerlos no solo no los protegerá, pues no hay garantía de ello, sino que más bien puede hacer que el pequeño sufra más imaginando algo más doloroso a partir de la interpretación que hace con lo que han dicho.

Cuando descubren que les han mentido, los niños pueden sentir una mezcla de emociones y sentimientos, que van desde la tristeza hasta la decepción, lo cual deteriorará su capacidad de confianza. Como si esto no fuese suficiente, los niños que crecen en un entorno de mentiras corren la posibilidad de experimentar un desarrollo negativo en la edad adulta, tal como desajustes en el desarrollo psicosocial.

Tal como se ha mencionado, cuando los padres mienten a los niños no les están enseñando buenos valores, por lo que la mejor forma de comunicarse con los pequeños es con la verdad, adecuando las cosas a su edad, y con la honestidad. Esto fortalecerá su confianza, así como la relación con sus progenitores.

Como ser mejores padres

Bibliografía

  • Peipei Setoh, Siqi Zhao, Rachel Santos, Gail D. Heyman, Kang Lee. Parenting by lying in childhood is associated with negative developmental outcomes in adulthood. Journal of Experimental Child Psychology. https://doi.org/10.1016/j.jecp.2019.104680
  • Santos, R. M., Zanette, S., Kwok, S. M., Heyman, G. D., & Lee, K. (2017). Exposure to Parenting by Lying in Childhood: Associations with Negative Outcomes in Adulthood. Frontiers in psychology8, 1240. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2017.01240
  • Talwar, V., Murphy, S. M., & Lee, K. (2007). White lie-telling in children for politeness purposes. International journal of behavioral development31(1), 1-11.

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