Wabi Sabi expresa la belleza que se encuentra presente en la imperfección; es un concepto que forma parte de la filosofía taoísta.

La perfección tal vez no existe, sino un intento del hombre por crear objetos o cosas artificiales que no están presentes en el mundo natural. Por eso, en la estética del Wabi Sabi las cosas están elaboradas con materiales susceptibles a la corrosión y al paso del tiempo, que se pueden agrietar con el clima o con el contacto humano, pero que, al final, son las huellas de la vida misma que se abre camino. Esta es la belleza del Wabi Sabi.

Wabi Sabi, ¿qué significa?

El significado de Wabi Sabi ha ido evolucionando, a lo cual hay que agregar que no tiene una traducción exacta. Primero, ‘Wabi‘ era una noción relacionada con la soledad y la vida en la naturaleza, al margen de la sociedad; ‘Sabi’, se asociaba con lo frío, marchito o flaco. Hoy día, ‘Wabi’ representa la simplicidad de lo rústico y la quietud, en tanto que ‘Sabi‘ se vincula con la belleza y la serenidad.

La filosofía del Wabi Sabi ha sido llevada a otros campos, como el del interiorismo y la decoración, desde los cuales se trabaja desde la simplicidad y lo rústico.

Si en la estética moderna predominan las superficies lisas y pulidas, en el estilo Wabi Sabi se trabaja con materiales naturales, lo veteado y lo áspero, pues en dicha imperfección reside la belleza.

Esto también aplica a la vida. De acuerdo con Leire Unzaga Bustos, en su estudio sobre la estética de lo evanescente, Wabi significaba la desdicha de vivir solo en la naturaleza, pero en el siglo XIV los términos comenzaron a cambiar hacia valores más positivos y no relacionados con el estado depresivo.

Actualmente, cuando los japoneses dicen Wabi, también quieren decir Sabi. El Wabi alude a un camino espiritual, una forma de vida; Sabi, se refiere a los objetos materiales. A su vez, el Wabi Sabi guarda relación con la técnica japonesa Kintsukuroi, es decir, con la reparación de piezas rotas uniendo sus grietas con oro. Precisamente, la filosofía del Wabi Sabi postula que las heridas e imperfecciones son los rastros que dejan las vivencias y que no se pueden borrar.

El origen del Wabi Sabi abarca las tres características de la existencia, según la visión budista de Tri Laksana: la insustancialidad del yo, la transitoriedad y el sufrimiento. La soledad y el desconsuelo son implícitos al concepto, pues son propios de la concepción budista Mahayana, pero en un sentido positivo, ya que simbolizan la transcendencia hacia una vida sencilla, tras la liberación del mundo material.

Desde esta óptica, nada es perfecto, nada está acabado y nada es para siempre. Al ser conscientes sobre esto, la persona alcanza la humildad y abandona la obsesión por una perfección inexistente, que no se encuentra en la naturaleza. De este modo, el ser humano evoluciona.

Nada está terminado y por ello el aprendizaje es continuo, así como la vida. Buda afirmó en una ocasión: “Siempre estoy empezando” y así mismo es el ciclo de nacimiento y muerte, interminable.

El ser humano sufre porque desea la permanencia de aquello que en realidad es efímero, como todo lo que existe. La juventud es pasajera, los objetos se desgastan y las amistades cambian y, como ramas de árboles, terminan por ir en direcciones diferentes.

La fragilidad, la ligereza y la irregularidad están presentes tanto en la arquitectura como en la filosofía del Wabi Sabi. En el arte japonés, la simetría no tiene interés porque luce como acabado y cerrado, en cambio la asimetría brinda infinitas posibilidades de creación.

Todo está marcado por el constante cambio, ir contra lo que fluye equivale a sufrir, mientras que aceptarlo puede proporcionar serenidad.

No obstante, la fugacidad de lo presente se convierte en la principal motivación para vivir valorando lo hermoso del instante, en el aquí y ahora, a sabiendas que podría ser lo último que se hace en la existencia, tal como una hoja seca a punto de desprenderse de la rama y que ofrece más emoción que un prado en su esplendor. Esta es la esencia del Wabi Sabi.

En este sentido, es deseable el encuentro con la paz, la tranquilidad y la armonía, el vivir desde la simplicidad, sin ostentaciones, aceptando el curso vital del alumbramiento y posterior ocaso.

En conclusión, el Wabi Sabi es una filosofía o modo de comprender el mundo que surgió en el taoísmo y luego llegó al budismo zen, y que se fundamenta en la impermanencia, lo transitorio, lo imperfecto, inacabado y lo mudable.

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Bibliografía

  • Juniper, A. (2011). Wabi sabi: The Japanese art of impermanence. Tuttle Publishing.
  • Koren, L. (2008). Wabi-sabi for artists, designers, poets & philosophers. Imperfect Publishing.
  • Leire Unzaga Bustos. La estética de lo evanescente.
  • Powell, R. R. (2005). Wabi Sabi Simple: Create Beauty. Value Imperfection. Live Deeply(pp. 192-208). Adams Media Corporation.

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