Las necesidades humanas han sido el objeto de estudio de diferentes autores a lo largo de la historia. Así, es posible encontrar varios cuerpos teóricos que las explican como la teoría de las necesidades de Doyal y Gough. Al igual que otras teorías similares, el propósito de sus autores fue evaluar las necesidades humanas desde una perspectiva objetiva. Por supuesto, sin dejar de lado los aspectos subjetivos que pudieran estar implicados en la satisfacción de dichas necesidades.

De manera similar a otros teóricos, Doyal y Gough proponen que existen necesidades universales comunes para todos los seres humanos. Por lo tanto, deben ser un factor a considerar al momento de evaluar la calidad de vida de|los ciudadanos.

Deseos vs Necesidades

Para entender mejor la teoría de Doyal y Gough es fundamental que sepamos distinguir entre necesidades y deseos. En primer lugar, los deseos tienden a asociarse con impulsos, cosas que producen alguna satisfacción. Por ejemplo, fumar o beber alcohol son comportamientos que pueden generar placer en la persona, pero no son una necesidad. De hecho, está más que comprobado que el consumo de estas sustancias puede ser muy dañino para nuestro organismo.

Entonces, ¿cómo podemos diferenciar entre necesidad y deseo? Según los autores, la clave está en la protección de la integridad. De acuerdo con la teoría de las necesidades de Doyal y Gough, estas se construyen a partir de la evitación de un daño. En otras palabras, la satisfacción de una necesidad conllevaría proteger al individuo de perjudicar su supervivencia.

Cabe destacar que no importa si la persona está consciente o no de que eso puede evitarle un daño. Para ilustrarlo mejor, podemos pensar en el hecho de que hay gente que no bebe suficiente agua a diario. Es probable que ellos no estén conscientes de que beber suficiente agua es esencial para la salud. Pero, aun así, no hacerlo implica un daño a su organismo y pone en riesgo su supervivencia. Por ende, se trata de una necesidad y no de un deseo o impulso.

Necesidades básicas e intermedias

Otro de los aspectos clave de la teoría de las necesidades de Doyal y Gough es su clasificación de las necesidades. Así, los autores las dividen en dos grupos: básicas e intermedias. A continuación, veamos qué las distingue entre sí:

  • Necesidades básicas. Aquí se hallan la salud física y la autonomía personal. Estas necesidades son objetivas y universales para todos los seres humanos, sin que influyan factores como la cultura o contexto histórico. La salud física se asocia con un estado de bienestar personal y no solo la mera supervivencia. Mientras que la autonomía se refiere a la capacidad de iniciar una acción y elaborar propósitos.
  • Necesidades intermedias. Por su parte, las necesidades intermedias se derivan de las necesidades básicas de salud y autonomía. Por ejemplo, entre estas necesidades intermedias encontramos el acceso a comida nutritiva y agua limpia, vivienda, etc. Cualquier factor que contribuya a la salud y la autonomía puede entrar dentro de las necesidades intermedias.

Ahora bien, la teoría de las necesidades de Doyal y Gough reconoce la existencia de diferencias individuales. Es sabido que ciertos grupos dentro de la población se exponen a vulnerabilidades particulares por condiciones inherentes a ellos, como las mujeres o personas LGBTI. En este sentido, los autores argumentan que sus necesidades básicas son las mismas, pero varían los satisfactores. Es decir, los medios  a través de los cuales satisfacen estas necesidades son únicos para cada grupo.

Dicho de otro modo, su teoría propone que hay necesidades universales idénticas para todos los seres humanos sin distinción. Pero, las vías para satisfacerlas pueden ser distintas dependiendo del contexto cultural, identidad de género, religión, orientación sexual, etc. De esta manera, es posible abordar la diversidad cultural que caracteriza a las poblaciones humanas.

Necesidades humanas y calidad de vida

Siguiendo con lo anterior, las teorías como esta que intentan definir y medir las necesidades humanas son esenciales para la calidad de vida. Con frecuencia, los gobiernos del mundo intentan determinar la calidad de vida partiendo de factores como la economía. Y, si bien la economía es una variable que participa en la satisfacción de las necesidades, no es la única. Por ende, es una perspectiva reduccionista de la humanidad que ignora varios problemas.

Por ejemplo, hay países donde la economía tiene un crecimiento fuerte y constante, pero existen altas tasas de depresión y suicidios. ¿Podríamos decir que hay calidad de vida si consideramos esa realidad? En realidad, pareciera que, a pesar del desarrollo económico, todavía hay situaciones que atentan contra la salud y autonomía.

La teoría de las necesidades de Doyal y Gough se concentra en la evaluación de las condiciones que deberían existir para garantizar el bienestar. A partir de este tipo de conceptos es posible hacer una crítica objetiva y sólida a las situaciones de desigualdad social. Además, es un indicador esencial que debemos tener en cuenta los profesionales de la salud mental.

Después de todo, es mucho más probable que una persona sufra algún trastorno mental si se expone a estrés constante. También, si el individuo ya padece alguno, qué tan bueno o malo sea el pronóstico depende en gran medida de la satisfacción de sus necesidades.

En conclusión, la definición y medición de las necesidades humanas es crucial para la comprensión de la sociedad y sus problemas. La teoría de las necesidades de Doyal y Gough nos ofrece un marco objetivo y universal que nos permite estudiar a cualquier persona. Aunque, al mismo tiempo, tiene en consideración la existencia de diferencias individuales.

La Teoría de las Necesidades Humanas de Abraham Maslow

Referencias

  • Doyal, L., & Gough, I. (1984). A theory of human needs. Critical Social Policy4(10), 6-38.
  • Gasper, D. (2007). Conceptualising human needs and wellbeing.

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