El Test Gráfico de la Familia es una técnica proyectiva muy utilizada en el ámbito de la psicología para evaluar la dinámica familiar y las percepciones emocionales de los niños y adultos. A través del análisis de los dibujos de una familia realizados por el sujeto, generalmente un niño, los profesionales pueden obtener información valiosa sobre sus relaciones, emociones y conflictos internos.

¿Qué es el Test Gráfico de la Familia?

El Test Gráfico de la Familia se basa en la idea de que, al dibujar una familia, los niños y también los adultos, pueden proyectar sus pensamientos y sentimientos inconscientes en el dibujo, revelando aspectos significativos de su personalidad, dinámica familiar y estado emocional.

El test fue desarrollado por el psicólogo y psicoanalista Louis Corman en 1950, y desde entonces ha sido utilizado en el ámbito de la psicología clínica, educativa y de la terapia familiar. El Test Gráfico de la Familia se utiliza tanto en la evaluación de niños como de adultos, y es especialmente útil para identificar conflictos, dificultades de comunicación y otros problemas dentro del contexto familiar.

Este test no solo evalúa las relaciones entre los miembros de la familia representados en el dibujo, sino también la manera en que el individuo se percibe a sí mismo dentro de ese contexto. Al analizar diversos aspectos del dibujo, como el tamaño y la ubicación de las figuras, la presencia o ausencia de detalles y la calidad de los trazos, los profesionales pueden obtener información valiosa sobre el estado emocional del individuo, sus preocupaciones y la calidad de sus relaciones familiares.

Test Gráfico del Dibujo de la Figura Humana (DFH), qué es y cómo se interpreta

Procedimiento para realizar el Test de la Familia

Realizar el test del dibujo de la familia implica seguir un procedimiento estandarizado que incluye ciertas instrucciones. En general, es un test pensado para que lo hagan los niños y para fomentar la proyección de sus sentimientos personales, se aconseja evitar la consigna «dibuja tu familia» y en su lugar utilizar «dibuja una familia«. Esto brinda más libertad al niño y, por ende, permite una mejor expresión de sus inclinaciones inconscientes.

Al pedirle a un niño que dibuje una familia de su elección, se le brinda la oportunidad de plasmar en papel aquello que quizás no desee o no pueda expresar con palabras, ya que se trata de sus emociones más profundas. En el dibujo, las defensas se reducen en comparación con el discurso verbal, donde puede haber más resistencia a revelar sus secretos y la percepción subjetiva de su familia a alguien que no es totalmente desconocido pero casi lo es.

La aplicación del test se compone de tres etapas:

Paso 1:

  • Colocar una mesa a la altura del niño.
  • Proporcionar un lápiz y lápices de colores.
  • Dar una de las siguientes instrucciones:
    • Dibuja una familia.
    • Imagina una familia que conoces y dibújala.
    • Dibuja todo lo que desees: personas de una familia, objetos, animales.

Paso 2:

  • Estar atento junto al niño.
  • Aclarar que NO se trata de una tarea calificada para reducir su estrés.
  • Prestar especial atención a los momentos de inactividad entre el dibujo de un personaje y otro.
  • Anotar la posición de la página en la que comenzó el dibujo y el orden en que se dibujaron los personajes.

Paso 3:

  • Felicitar al niño por su dibujo.
  • Pedir al niño que explique lo que dibujó. Luego preguntar:
    • Identificación general:
      • ¿Dónde están?
      • ¿Qué hacen allí?
      • Nombra a todas las personas presentes, desde la primera que dibujaste.
  • Preferencias afectivas:
    • ¿Quién es el más bueno de todos en esta familia?
    • ¿Quién es el menos bueno de todos?
    • ¿Quién es el más feliz?
    • ¿Quién es el menos feliz?
    • ¿A quién prefieres en esta familia?

Consideraciones generales para la interpretación

Para la interpretación de un dibujo hecho por un niño, debe tenerse en cuenta la relación entre la aparición de ciertos aspectos del dibujo y la probabilidad de mostrar un atributo específico de temperamento o personalidad. Este tipo de análisis no es una ciencia precisa, por lo que se debe tener precaución al interpretar estos exámenes. La información debe evaluarse en su totalidad y no solamente de forma individual. También debemos recordar que el niño está en constante crecimiento y cambio, y no siempre es sencillo determinar sus pensamientos y acciones. A pesar de esto, no debemos subestimar la utilidad de estas pruebas como medio de comunicación y conexión con el mundo emocional infantil.

Las distintas características del niño que podemos inferir a partir del análisis de esta prueba solo son válidas si se complementan con otros exámenes u observaciones. Por lo tanto, solo nos permiten plantear hipótesis de trabajo que debemos contrastar con otros métodos. La singularidad de cada niño y cada situación hace complicado establecer el mismo significado incluso para dibujos muy similares. De ahí la necesidad de que estas pruebas sean complementarias o secundarias a otras más objetivas.

Dibujo Familia

Al interpretar el dibujo, se debe considerar la edad del niño. Un mismo aspecto puede tener diferentes connotaciones según la edad.

El dibujo debe analizarse en varios niveles. Primero, en su totalidad, considerando factores como la disposición general en el papel, tamaño, forma, distancia entre personajes y la presencia o ausencia de elementos adicionales (animales, objetos, etc.).

En segundo lugar, es necesario examinar cada figura individualmente: su tamaño, forma y posición en relación con otros elementos. Por último, se debe corroborar la información proporcionada verbalmente por el niño en relación con lo representado en el dibujo. Por ejemplo, un niño puede expresar verbalmente mucho cariño hacia su padre, pero en el dibujo, este aparece apartado y pequeño.

Análisis del grupo familiar

  1. Tipo de trazo: Las formas del trazo pueden revelar ciertas características. Las curvas indican adaptabilidad, sensibilidad y sociabilidad, mientras que las rectas y angulosas sugieren determinación y, en algunos casos, hostilidad o conductas impulsivas.
  2. Orden en la que se dibujan los personajes: El primer personaje dibujado suele ser aquel con el que el niño se identifica y admira. La secuencia en la que se dibujan los personajes puede revelar deseos de acercamiento o alejamiento de ciertas personas. Si el niño se dibuja a sí mismo primero, puede indicar egocentrismo o necesidad de atención.
  3. Tamaño: El tamaño del dibujo se refiere al espacio que ocupa en el papel proporcionado. Puede clasificarse como muy grande, grande, mediano, pequeño o muy pequeño. Dibujos grandes están relacionados con extroversión, seguridad y autoconfianza, mientras que dibujos pequeños sugieren indefensión, desvalorización, introversión y posibles trastornos emocionales.
  4. Distancias entre personajes: La distancia entre el dibujo del niño y los demás personajes puede reflejar la distancia emocional entre ellos. Mayores distancias físicas sugieren mayor distanciamiento emocional. Un dibujo con personajes agrupados indica una familia unida y buena comunicación, mientras que personajes dispersos pueden reflejar distancia afectiva y falta de comunicación.
  5. Elementos fuera de la familia: En algunos dibujos de la familia, pueden incluirse animales, objetos u otros elementos. Estos detalles deben interpretarse en el contexto del dibujo completo. La presencia excesiva de elementos no familiares puede indicar dificultades para enfocarse en lo esencial, pero también puede ofrecer pistas sobre cómo los niños perciben y sienten a cada miembro de la familia. Si los familiares se dedican a actividades individuales, puede sugerir una comunicación fragmentada. La inclusión de mascotas o animales entre el niño y otros personajes puede señalar un distanciamiento emocional. Un padre dibujado en un nivel superior puede representar un distanciamiento físico y/o emocional. La presencia de elementos meteorológicos, como el sol o la lluvia, también tiene significados que deben interpretarse en el contexto del dibujo.
  6. Omisión de alguna figura (padre, madre, etc.): La omisión del propio niño puede representar baja autoestima o sentimientos de exclusión. Omisión de otros miembros de la familia podría ser signo de rechazo, celos (por un hermano) o temor hacia la figura omitida (padre o madre). La omisión puede expresar, inconscientemente, el deseo de alejar a la figura tanto física como emocionalmente.
  7. Negativa a dibujar a la familia: A veces, los niños pueden resistirse a dibujar a su familia. Dependiendo de la edad, pueden expresar temor por no tener habilidades para dibujar. Si continúan resistiéndose incluso después de tranquilizarlos, podría ser necesario considerar la posibilidad de problemas familiares y un bloqueo emocional para compartir detalles. En estos casos, es preferible cambiar a un dibujo menos invasivo, como el del árbol.

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Análisis de cada personaje de forma individual

  1. Tamaño proporcional de los personajes: Por lo general, si un personaje es más grande que los demás, puede sugerir que el niño lo ve como una figura significativa. La importancia puede ser negativa (como un individuo dominante o autoritario) o positiva (alguien a quien admiran o con quien se identifican). Un personaje excesivamente grande puede ser percibido como opresivo, mientras que personajes más pequeños pueden denotar cierto distanciamiento emocional o rivalidad.
  2. Análisis de las partes del cuerpo: Examinar cómo se han representado las diferentes partes de la figura humana proporciona información sobre cómo el niño ve al personaje en cuestión. Aquí están los elementos principales:
  3. Cabeza: La cabeza es la parte más expresiva y emotiva. Una cabeza grande y expresiva sugiere un carácter abierto, mientras que una excesivamente grande puede indicar egocentrismo. Una cabeza pequeña puede mostrar tendencia a la timidez o al aislamiento.
  4. Ojos: Los ojos son fundamentales para la percepción en los niños. Ojos grandes y bien colocados indican vitalidad, interés, curiosidad y deseo de aprender. Si son excesivamente grandes, pueden sugerir desconfianza o cautela. Es útil analizar las cejas y la expresión resultante de alegría, miedo o indiferencia. Ojos sin pupilas en niños mayores pueden denotar inmadurez, retraso o dificultades de aprendizaje.
  5. Nariz: La ausencia de nariz en niños mayores de 6 o 7 años puede señalar timidez, introversión o falta de agresividad. En adolescentes, algunos expertos relacionan una nariz exagerada con un símbolo fálico, lo que podría indicar deseo sexual. La omisión de la nariz podría representar temor a los primeros impulsos sexuales del niño.
  6. Boca: La boca es un elemento importante a considerar. Su tamaño y expresión revelan el estado emocional del personaje. La falta de una boca o elementos inexpresivos pueden señalar problemas emocionales. Los dientes grandes, sombreados o afilados pueden sugerir agresividad, necesidad de establecer límites o sentimientos de rechazo.
  7. Orejas: Las orejas nos permiten escuchar y un dibujo adecuado de ellas sugiere interés en aprender e integrar información externa. Si aparecen grandes y redondas, pueden indicar baja autoestima o posibles dificultades académicas.
  8. Cabello: La presencia de cabello en el dibujo puede señalar atención a los detalles, perfeccionismo, interés en la apariencia o deseo de causar buena impresión. Si el cabello es largo y desordenado o en movimiento, sugiere vitalidad, fuerza y necesidad de libertad. Los trazos en punta pueden indicar agresividad. La barba y el bigote suelen aparecer en niños que tienen padres con estas características, y se asocian con madurez, autoridad, respeto y fuerza.Famila Dibujo
  9. Cuello: A menudo, el cuello puede aparecer excesivamente largo o inexistente, con la cabeza directamente unida al cuerpo. Un cuello largo puede mostrar interés en crecer, sentirse más grande o tener control sobre los demás. Si es demasiado largo, puede indicar deseos de destacar y llamar la atención. La ausencia de cuello se considera normal hasta aproximadamente los 10 años; después, se asocia con inestabilidad emocional, impulsividad e intolerancia.
  10. Cuerpo: Si el cuerpo se dibuja delgado o pequeño en comparación con otras partes, puede sugerir que el niño no está contento con su aspecto físico o tiene complejos sobre ciertas áreas del cuerpo. Un cuerpo excesivamente pequeño puede indicar un complejo de inferioridad. La presencia de granos o pecas en el dibujo, según algunos expertos, podría apuntar a una fuerte conexión con la familia, especialmente con la madre.
  11. Brazos: Estos elementos son fundamentales al analizar figuras humanas. Las manos nos permiten interactuar con el entorno de manera adaptativa o destructiva. Brazos largos sugieren necesidad de comunicación, extroversión, sociabilidad, afectividad y curiosidad, siempre que no se acompañen de puños cerrados o contenido violento. Brazos cortos pueden indicar miedo al exterior, dificultades en relaciones sociales, inseguridad y retraimiento.
  12. Manos: Unas manos grandes pueden representar, de manera positiva, necesidad de contacto y apertura, mientras que en un sentido negativo (especialmente con puños cerrados) muestran agresividad y baja tolerancia a la frustración. La ausencia de manos puede asociarse con sentimientos de culpa o temor a la agresión física. Los dedos no suelen aparecer detalladamente hasta la preadolescencia, y su omisión puede estar relacionada con discapacidad mental o trastornos clínicos.
  13. Piernas: Proporcionan estabilidad, movimiento y libertad. Piernas largas pueden simbolizar necesidad de estabilidad, firmeza y seguridad, mientras que piernas excesivamente largas indican deseos de crecer y asumir rápidamente el rol de adulto. Piernas cortas pero proporcionadas sugieren estabilidad, control, solidez y enfoque práctico.
  14. Otros elementos: El sombreado de la cara, a menos que sea suave y en tono piel, se asocia con angustia, baja autoestima o ansiedad, especialmente en niños de 5 a 12 años. Sombreado en el cuerpo puede indicar preocupación por aspectos físicos. En cuello y manos, puede representar preocupación por actividades realizadas con las manos (reales o imaginarias), como robos o agresiones, o señalar problemas emocionales y timidez. Un cuello muy sombreado sugiere esfuerzos para controlar impulsos. Borrar un personaje implica impulsividad, intolerancia hacia dicho personaje y sentimientos ambivalentes de amor y odio.

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Referencias bibliográficas

  • Corman L. (1967). El test del dibujo de la familia. Editorial Kapelusz, Buenos Aires
  • Koppitz, EM. (1995) El dibujo de figura humana en los niños. Ed. Guadalupe, Buenos Aires
  • Xandró, M. (1986). Manual de tests gráficos. Ed. EOS. Madrid

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