Los diez reinos espirituales del budismo aluden a la existencia de diez estados de la vida a los que el ser humano está sujeto.

De acuerdo con esta concepción, en cada uno de estos diez reinos espirituales se puede llegar a nacer y son equiparables a planos existenciales, aunque otros consideran que son estados de la mente y se pueden intercambiar.

Se estima que hay cuatro estados nobles o superiores y seis reinos inferiores o del samsara. Los cuatro estados nobles son: aprendizaje, comprensión, bodhisattva y budeidad, los cuales se desarrollan por medio de la búsqueda y del esfuerzo para alcanzarlos.

Los 10 reinos espirituales del budismo

A los diez reinos espirituales del budismo también se les conoce como ‘los diez mundos‘. Muchos atribuyen al erudito chino Chin-i el que se haya extendido el término, pues él señaló la “co-penetración de los diez mundos”.

Han recibido diferentes traducciones y son seis reinos, seguidos de estados superiores que conducen a la budeidad. Se cree que la forma de pasar de un estado a otro es a través del renacimiento, es decir, se muere y se nace en otro estado, lo cual se rige por el karma, o las elecciones que se tomen en la vida.

Fernando Tola y Carmen Dragonetti, en su estudio sobre la concepción budista del universo, causalidad e infinitud, indican que hay un número infinito de mundos, de seres y de Budas.

Los autores sostienen que en la concepción budista hay un espacio ilimitado, ocupado por millones de mundos, diseminados en todas las direcciones. Se trata de la doctrina de lo ilimitado, en el que hay seres que son llevados al nirvana, por cada uno de los Budas que aparecen en los mundos.

Así como los seres, los Budas también son innumerables y la función de ellos es salvar a los seres y conducirlos a la iluminación. Estos Budas son ubicados, según los textos del mahayana, en el pasado, el presente y el futuro, además de toda la extensión del espacio.

Cuatro reinos superiores

Los cuatro reinos nobles o superiores a los cuales se debe aspirar y se llega por medio de la práctica, son los siguientes:

  1. Aprendizaje: por medio de las enseñanzas de los demás se encuentra la forma de mejorar. En este estado, se busca la verdad a través de otros y de textos. Es comparable a Buda discípulo.
  2. Realización: en este estado se descubre una verdad por medio de las observaciones propias, la meditación, el esfuerzo y la concentración, a los cuales se accede por medio de la percepción interna. Se compara con la iluminación de Buda.
  3. Bodhisattva: además de la iluminación propia, la persona busca liberar del sufrimiento a otros, por medio de acciones compasivas y altruistas. La felicidad de ayudar a los demás es superior a la propia.
  4. Budeidad: es el estado más alto de los diez. Se trata de una condición de pureza. Quien vive este estado está libre de miedos, desilusiones o sufrimientos. Rige la sensatez, el coraje, la sabiduría, la prudencia, la compasión y la fuerza vital. No se confía en lo externo, ni se cae en estados inferiores por causas externas.

Los seis reinos inferiores, o del Samsara

Estos seis reinos de existencia aparecen como una respuesta al entorno. Se considera que muchos pasan gran parte de su tiempo transitando estos seis mundos o condiciones en la vida y pueden pasar del infierno al paraíso, siempre dejándose gobernar por las influencias externas y reaccionando a ellas.

Estos seis reinos inferiores son: infierno, hambre, animalidad, ira, humanidad y éxtasis. En algunos sistemas de creencia, se estima que estos reinos son estados en los que el hombre experimenta diferentes formas de sufrimiento debido al karma.

En la concepción japonesa se piensa que estos diez reinos son pruebas de disciplina que se deben superar para alcanzar una meta espiritual. Pero, para Chic-i, no se trata de reinos físicos separados, sino de reinos de conciencia que están interrelacionados.

Los seis reinos son los siguientes:

  1. Infierno: la energía mental y física es baja, la persona se siente víctima de las circunstancias, desea destruir y autodestruirse. Está dominada por la ira. No ve libertad en sus acciones.
  2. Hambre: deseo insaciable de poseer, bien sea poder, alimentación, fama, placer u otro. Siente lentitud para conseguir sus propósitos.
  3. Animalidad: la persona es gobernada por su instinto, sin moralidad; vive solo en el presente. No hay buen juicio, se hace lo que sea para obtener un beneficio personal.
  4. Ira: la persona se encuentra dominada por la competitividad, el ego, el deseo de ser superior a los demás, la arrogancia. Es esclavo de las desilusiones. Los demás seres se perciben como una potencial amenaza.
  5. Humanidad: hay una capacidad para diferenciar, se persiguen ideales abstractos y modelos. Se conoce el potencial y se tiene la motivación para superar el dolor o sufrimiento.
  6. Éxtasis: predomina el placer por completo. La vida es corta, pero se vive con intensidad. Sin embargo, este estado es temporal y no es comparable con la budeidad. Es un estado que se puede destruir con un cambio en las circunstancias.

En la corriente budista que cada estado tiene la potencialidad para dar paso a los demás, en cualquier instante. Los budistas creen que con la práctica del budismo se puede llegar a la budeidad.

Psicología budista: 4 nobles verdades

Bibliografía

  • Borges, J. L., & Jurado, A. (1978). Qué es el Budismo? editado y distribuido por Microfon Argentina.
  • Fernando Tolae Carmen Dragonetti, «La concepción budista del universo, causalidad e infinitud», Polis [Online], 6 | 2003, posto online no dia 24 setembro 2012, consultado o 04 fevereiro 2023. URL: https://journals.openedition.org/polis/6833
  • Harvey, P. (2006). El budismo(Vol. 16). Ediciones Akal.
  • Smith, H., & James, E. O. (1963). El budismo. Historia de las Religiones2, 107-231.

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