El cerebro humano depende de una serie de factores internos y externos para poder cumplir sus funciones de manera normal. Por esta razón, los cambios bruscos en el medio ambiente (como cuando pasamos de una estación a otra) pueden afectar su capacidad. En este sentido, los científicos se han interesado sobre todo por entender cómo cambia el cerebro en invierno.

La evidencia que tenemos disponible hasta ahora indica que el invierno es una época especialmente difícil para el cerebro. Parece ser que factores como la luz y la temperatura alteran sus funciones. Incluso, existen personas que pueden desarrollar trastornos mentales debido al modo en que la estación afecta a este órgano.

¿Qué necesita el cerebro para funcionar bien?

El cerebro es el órgano principal del sistema nervioso central que se encarga de recibir y procesar información del medio interno y externo. Asimismo, es el responsable de emitir respuestas ante dichos estímulos para permitir al individuo adaptarse a los cambios y sobrevivir. El cerebro también es el centro de nuestros procesos psicológicos, cosas como la personalidad, lenguaje, memoria e inteligencia se relacionan con este órgano.

De esta forma, podríamos decir que el cerebro es un órgano bastante complejo y por ese mismo motivo depende de muchos factores para funcionar. Por ejemplo, la principal fuente de energía de dicho órgano es la glucosa que proviene de los alimentos que ingerimos. Si por alguna razón no tuviéramos acceso a alimentos por un largo tiempo, es probable que nuestro cerebro comience a fallar.

Atlas visual del cerebro

Por otro lado, la temperatura tanto interna como externa es una variable vital para la función cerebral. De hecho, hoy sabemos que el cerebro es un órgano que está mucho más caliente que el resto de nuestro cuerpo. Si hay demasiado calor, la deshidratación y el exceso de temperatura podrían perjudicar al cerebro. Lo mismo sucedería si la temperatura baja mucho e impide que los procesos metabólicos se den con normalidad.

Entonces, vemos que el cerebro necesita mantener una temperatura constante para poder trabajar bien. Siendo esto así, ¿cómo cambia el cerebro en invierno? Después de todo, se trata de una estación donde las temperaturas son mucho más bajas de lo normal. Además, los niveles de luz tienden a disminuir también y las rutinas cambian con frecuencia.

¿Cómo cambia el cerebro en invierno?

De acuerdo con la doctora en neurociencias Jenny Barnett, al llegar el invierno aparecen nuevos elementos estresantes a los que el cerebro debe enfrentarse. En primer lugar, es común que durante esta época recibamos una menor cantidad de luz solar. De la misma forma, es usual que las personas cambien sus rutinas de trabajo y vida familiar durante este periodo. Según la experta, estas dos situaciones pueden reducir la producción de serotonina y afectar al estado de ánimo.

En esta misma línea, hay lugares donde el invierno hace desaparecer a la vegetación casi por completo. En concordancia con algunos estudios, esto podría reducir la capacidad de las personas para recuperarse del estrés (Hidalgo, 2021).

Otro ejemplo de cómo cambia el cerebro en invierno es el diagnóstico conocido como depresión estacionaria o Winter blues. Se trata de un tipo de depresión que se manifiesta durante los meses de invierno. Por lo general, los expertos asocian este trastorno con la reducción de la cantidad de luz solar, la temperatura y los cambios en la rutina.

Ahora bien, todavía hay cierta controversia alrededor del hecho de que la luz solar pueda afectar a nuestro estado de ánimo. Dumville et al. (2006) publicaron un estudio donde quería verificar si el consumo de vitamina D podía mejorar los síntomas de la depresión estacionaria. Recordemos que nuestro cuerpo produce vitamina D cuando nos exponemos a la luz solar, así que es común producir menos en invierno.

Con el objetivo de comprobar esto, se le administró vitamina D a mujeres de la tercera edad con depresión estacionaria. No obstante, no se observó ninguna mejoría, lo cual concuerda con la evidencia inconclusa sobre si la falta de luz solar puede causar depresión.

¿Cómo proteger al cerebro durante el inverno?

Retomando lo anterior, ya podemos entender mejor cómo cambia el cerebro en invierno y los factores que inducen los cambios. Por tal razón, es importante que en esa época del año tomemos algunas medidas para asegurar la salud de nuestro cuerpo.

  • Mantén una ingesta adecuada de vitamina B12 y ácido fólico. El ácido fólico (vitamina B-9) y la vitamina B12 están entre los principales nutrientes para el cerebro. Puedes encontrar vitamina B12 en alimentos como las carnes, pescado, huevos y queso. Mientras que el aguacate, brocoli, espinaca y los vegetales de hoja verde contiene mucho ácido fólico.
  • Revisa tu rutina de sueño. El descanso es necesario para regenerar las células y restaurar los procesos metabólicos. Asegúrate de poder dormir al menos unas 8 horas al día, sobre todo en el invierno cuando podrías ser más susceptible a los cambios.
  • Practica actividad física. El ejercicio físico es beneficioso para la salud mental y física sin importar la época del año en la que estemos. Cuando es invierno, las personas tienden a ser más sedentarias de lo normal. Pero, existen muchos deportes y actividades que podrías hacer en invierno para mantenerte en movimiento.

Para finalizar, además de saber cómo el cambia el cerebro en invierno, es importante estar alertas con los síntomas de la depresión estacionaria. Si durante el invierno te sientes más fatigado y triste de lo normal, te recomendamos buscar ayuda profesional.

Comida para el cerebro

Referencias

  • Dumville, J. C., Miles, J. N. V., Porthouse, J., Cockayne, S., Saxon, L., & King, C. (2006). Can vitamin D supplementation prevent winter-time blues? A randomised trial among older women. Journal of Nutrition Health and Aging, 10(2), 151.
  • Hidalgo, A. K. (2021). Mental health in winter cities: The effect of vegetation on streets. Urban Forestry & Urban Greening, 63, 127226.

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