Generalmente, las fobias y temores provienen de tener que enfrentarse a situaciones nuevas, estando desprovisto de herramientas emocionales. Cuando la madre es primeriza, el embarazo y el parto son situaciones que pueden generar gran ansiedad. Sin embargo, hay personas que llegan a sentir un temor tan extremo que ni siquiera son capaces de pensar en dar a luz. Así, la fobia al parto o al embarazo es conocida como tocofobia.

¿Qué es la tocofobia?

Para muchas mujeres, quedar en estado representa una noticia muy agradable y conlleva a una gran felicidad. Por otra parte, el embarazo es un proceso que implica cambios en el estilo de vida, dinámicas de convivencia y nuevas responsabilidades. Por esta razón, existen personas con mucho temor al embarazo y todo lo relacionado con el mismo, el cual se denomina tocofobia.

Esta fobia específica puede clasificarse en tocofobia primaria y secundaria. La primera, ocurre en madres primerizas como consecuencias de estar atravesando una situación nueva. En estos casos, a pesar de que el bebé sea deseado, pueden llegar a experimentar ansiedad ante los posibles cambios. Incluso, la tocofobia primaria podría estar ligada al temor a que el hijo nazca con alguna complicación de salud. Todo esto, lleva a la mujer a la sensación de pérdida de control ante la situación y estar desprovista de herramientas para accionar. En la mayoría de los casos, la tocofobia primaria conlleva a una gran escrupulosidad respecto a los métodos anticonceptivos. De esta manera, se evitaría el embarazado el mayor tiempo posible.

Por otra parte, la tocofobia secundaria tiene lugar en mujeres que han vivido una experiencia de embarazo traumático, con muchas complicaciones. La tocofobia secundaria puede estar relacionada con un dolor muy intenso durante el parto o el haber sufrido abortos espontáneos en el pasado. Por este motivo, la ansiedad surge por el temor a repetir una experiencia desagradable.

Como ya se ha dado a entender, el temor al embarazo es producto de diferentes circunstancias. Por tanto, es necesario considerar la realidad de la madre antes de hacer aseveraciones. En algunos casos, la tocofobia puede tener lugar si el embarazo se produjo por abuso sexual. Por estos motivos, en ocasiones la madre decide interrumpir su embarazo para evitar vivir más sentimientos desagradables. Por si fuera poco, se ha observado que la tocofobia puede transmitirse entre generaciones, siendo la madre quien conduce a su hija a vivir el embarazo con mucho temor.

Temor al parto

Dentro del contexto de un embarazo deseado, traer una nueva vida al mundo representa un momento muy esperado con potencial de brindar felicidad a la persona. Aun así, las condiciones en las que se produce un parto pueden llevar a la futura madre a experimentar sentimientos negativos. Desde el lado biológico, el trabajo de parto en seres humanos es más complejo que en otros animales. Por ejemplo, se requiere de asistencia de otra persona para llevar a cabo el nacimiento. También, el tamaño de la cabeza del bebé es grande con relación a la pelvis, en comparación con otros mamíferos; haciendo doloroso el proceso de dar a luz. Por esto, es importante que una mujer embarazada y su pareja se preparen física y psicológicamente para este momento.

Ahora, desde una perspectiva contextual, el parto en algunos hospitales se ha vuelto un proceso mecanizado y anónimo. En este sentido, el personal que atiende a la madre tiene tanto trabajo que no puede tomarse el tiempo para conocer la historia del embarazo. Esta situación lleva a que se vuelva un proceso con poca implicación emocional e indiferencia a las necesidades de la madre. Debido a la demanda de camas, en ciertos recintos de salud se le provee pocas horas a la madre para recuperarse. Incluso, se le llega a prohibir la entrada al padre u otros familiares. Este tipo de circunstancias pueden llevar a que se genere ansiedad desproporcionada en torno al parto.

Intervención psicológica en la tocofobia

La ansiedad y temor hacia el embarazo o parto es normal y esperable en cualquier consulta gineco-obstétrica. Aun así, cuando este temor se vuelve tan intenso que la persona desea evitar el parto a toda costa, el profesional médico está en responsabilidad de referir a la paciente a psicología o psiquiatría. Dentro del área de psicología, el especialista en salud mental se verá encargado de explorar los motivos personales que generaron la tocofobia. Así, la intervención podrá ser dirigida directamente a la causa que elicita la ansiedad, ya sea experiencias traumáticas anteriores, temor al cambio o dificultades en las relaciones interpersonales.

Al conversar sobre los motivos de la fobia, es posible identificar qué acciones promoverían vivir la experiencia de embarazo/parto en forma positiva. De esta manera, se puede elaborar un plan para el parto que vaya acorde a los deseos de esta mujer en específico. En ese plan se considerará la modalidad de parto, en qué lugar desea llevarse a cabo, si la madre desea tener el acompañamiento de alguna figura de apoyo. Asimismo, es útil llevar a cabo técnicas de relajación como respiración abdominal, masajes y meditación.

Referencias

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