La técnica de economía de fichas es una estrategia de modificación de conducta que se ha utilizado en la educación durante décadas. Esta técnica consiste en recompensar a los estudiantes por comportamientos deseables y penalizarlos por comportamientos no deseados, utilizando un sistema de puntos o fichas que pueden ser canjeadas por premios o privilegios.
Qué es la técnica de economía de fichas
La técnica de economía de fichas se originó en el campo de la psicología conductual en la década de 1950. Fue desarrollada por el psicólogo del comportamiento Nathan Azrin y su colega Richard M. Foxx como una técnica de modificación de conducta para cambiar comportamientos no deseados, aunque tiene antecedentes anteriores, como el «sistema de monitores» del pedagogo inglés Joseph Lancaster, y se basa en el concepto del reforzamiento propio del condicionamiento operante desarrollada años atrás por B. F. Skinner.
Como decíamos, la economía de fichas se basa en la teoría del condicionamiento operante, que sostiene que los comportamientos pueden ser moldeados mediante el refuerzo y el castigo. En este caso, el refuerzo positivo consiste en la entrega de puntos o fichas por comportamientos deseables, mientras que el refuerzo negativo consiste en retirar puntos o fichas por comportamientos no deseados.
La técnica de economía de fichas se basa en el principio de que las personas son más propensas a repetir comportamientos que son recompensados y menos propensas a repetir comportamientos que no son recompensados.
Inicialmente, la técnica de economía de fichas se utilizó para tratar problemas de conducta en niños con discapacidades del desarrollo y trastornos de conducta, pero posteriormente se ha utilizado en una variedad de contextos, como en la educación, la terapia y la gestión empresarial.
Cómo funciona la técnica de economía de fichas
El primer paso para implementar la economía de fichas en el aula es definir los comportamientos que se desean fomentar y aquellos que se desean disminuir. Por ejemplo, se pueden recompensar comportamientos como la participación en clase, la entrega de tareas a tiempo o la colaboración con los compañeros, y penalizar comportamientos como la falta de atención, el incumplimiento de las normas o la falta de respeto hacia los demás.
La economía de fichas funciona de la siguiente manera:
- Identificación de los comportamientos deseados: se deben identificar los comportamientos que se quieren fortalecer o promover. Estos comportamientos deben ser claros y específicos, para que la persona sepa exactamente lo que se espera de ella.
- Establecimiento de un sistema de recompensas: Una vez definidos los comportamientos, se establece un sistema de puntos o fichas que se entregan a los estudiantes por cada comportamiento deseable y se retiran por cada comportamiento no deseado. Los estudiantes acumulan los puntos o fichas durante un período de tiempo determinado y pueden canjearlos por premios o privilegios, como la elección del asiento en clase, tiempo extra para jugar o acceso a materiales especiales.
- Asignación de fichas: se deben asignar fichas o puntos a la persona cada vez que realiza un comportamiento deseado o cumple una tarea específica. La cantidad de fichas que se otorga debe ser proporcional al esfuerzo que se requiere para lograr el comportamiento.
- Intercambio de fichas: la persona puede intercambiar las fichas que ha acumulado por la recompensa establecida previamente. Esto le permite a la persona experimentar el resultado positivo de su esfuerzo.
Es importante que los premios y privilegios sean significativos para los estudiantes y estén alineados con sus intereses y necesidades. También es importante que el sistema de economía de fichas sea justo y equitativo para todos los estudiantes, y que los profesores lo apliquen de manera consistente y coherente.
Qué hay que tener en cuenta cuando apliquemos la técnica
Al implementar la técnica de economía de fichas en el aula, es importante tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Objetivos claros: Es fundamental establecer objetivos claros y específicos que se desean lograr mediante la implementación de la técnica de economía de fichas. Los objetivos deben ser realistas, alcanzables y estar alineados con los intereses y necesidades de los estudiantes.
- Selección de comportamientos: Es necesario seleccionar los comportamientos que se desean fomentar y aquellos que se desean reducir. Los comportamientos seleccionados deben ser observables, medibles y claramente definidos para que puedan ser evaluados de manera efectiva.
- Ha de ser justo y equitativo: Es importante que el sistema sea justo para todos los participantes, sin discriminaciones de ninguna clase y fácil de entender para los estudiantes.
- Premios y privilegios: Se deben seleccionar premios y privilegios que sean significativos para los estudiantes y estén alineados con sus intereses y necesidades. Los premios deben ser adecuados al nivel de esfuerzo requerido para obtenerlos y deben ser entregados de manera oportuna.
- Consistencia en la aplicación: Es fundamental que el sistema de economía de fichas se aplique de manera consistente y coherente para que los estudiantes comprendan las expectativas y se sientan motivados para lograr los objetivos establecidos.
- Adaptación a las necesidades de los estudiantes: Es importante tener en cuenta las necesidades individuales de cada estudiante y adaptar el sistema de economía de fichas para satisfacer esas necesidades. Por ejemplo, algunos estudiantes pueden requerir más incentivos que otros para participar en clase.
- Evaluación y seguimiento: Se debe evaluar regularmente el sistema de economía de fichas y realizar ajustes según sea necesario. Es importante llevar un registro de los puntos o fichas acumulados por los estudiantes y evaluar si se están logrando los objetivos establecidos.
En resumen, al implementar la técnica de economía de fichas en el aula, es importante establecer objetivos claros, seleccionar los comportamientos adecuados, establecer un sistema justo y equitativo, seleccionar premios y privilegios adecuados, aplicar el sistema de manera consistente, adaptarlo a las necesidades individuales de los estudiantes y evaluar y hacer ajustes regularmente.
Fases del procedimiento
La técnica de economía de fichas se divide generalmente en tres fases:
- Fase de establecimiento de objetivos: En esta fase se establecen los objetivos específicos que se quieren alcanzar con la técnica de economía de fichas. Se define claramente cuáles son los comportamientos que se quieren modificar o mejorar y se identifican las recompensas que se utilizarán para incentivar dichos comportamientos.
- Fase de implementación: Una vez que se han establecido los objetivos y se ha definido el sistema de recompensas, se comienza la implementación de la técnica. Durante esta fase, se otorgan las fichas o puntos a la persona cada vez que realiza el comportamiento deseado y se lleva un registro de las fichas acumuladas. Es importante que la persona comprenda las reglas del sistema y que se le motive para lograr los objetivos.
- Fase de mantenimiento y generalización: En esta fase se busca consolidar los comportamientos deseados y lograr su generalización a diferentes situaciones. Se reduce gradualmente el número de recompensas que se ofrecen y se espera que la persona mantenga el comportamiento sin necesidad de recompensas externas. Es importante evaluar la duración de los cambios y asegurarse de que los comportamientos se mantengan a largo plazo.
Es importante destacar que el éxito de la técnica de economía de fichas depende de la consistencia en su aplicación, la claridad en los objetivos y la motivación de la persona para lograrlos. También es importante que se ajuste a las necesidades y características individuales de la persona con la que se está trabajando.
Ventajas e inconvenientes de la técnica de economía de fichas
La economía de fichas tiene algunas ventajas y algunos inconvenientes. Las ventajas principales de esta técnica son:
- Puede incrementar el patrón de conductas alternativas a las indeseadas y conseguir mayor flexibilidad comportamental y emocional.
- Puede disminuir la frecuencia con la que un individuo lleva a cabo comportamientos poco deseables, a la vez que se aumenta la frecuencia de veces con las que actúa de la forma que se quiere.
- Puede mejorar la autoestima y la motivación del sujeto al recibir refuerzos positivos por sus logros.
Algunos de los inconvenientes son:
- Requiere definir bien las conductas, los criterios, las fichas y los premios, lo que puede generar confusión o dificultad en su aplicación.
- Puede generar dependencia del sistema externo de recompensas y no fomentar la motivación interna o el autocontrol del sujeto.
- Puede provocar efectos adversos como frustración, ansiedad, agresividad o rechazo si no se aplica correctamente o si se retira bruscamente.
Conclusiones
La economía de fichas puede ser una estrategia eficaz para fomentar comportamientos positivos y reducir comportamientos no deseados en el aula. Sin embargo, no es una solución mágica y requiere un esfuerzo constante por parte de los profesores para mantener el sistema y adaptarlo a las necesidades de los estudiantes. También es importante recordar que la economía de fichas no es adecuada para todos los estudiantes y que se deben tener en cuenta las necesidades individuales de cada uno.
Terapia de la Conducta, fundamentos y técnicas de intervención
Referencias
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