El juego es muy importante en el desarrollo de los niños, ya que les brinda una forma natural y efectiva de aprender y explorar el mundo que les rodea.

Aunque parezca extraño, desde que los bebés están en el útero materno juegan, bien sea con sus manitas o con el cordón umbilical. Esta es una forma de descubrir el entorno en el cual se encuentran inmersos. Cuando nacen esto no cambia, continúan jugando desde sus primeros días de vida fuera del útero. Es así como, poco a poco, van estableciendo sus primeras interacciones con el ambiente, forjando conciencia sobre el hecho de que ocupan un lugar en el mundo.

Beneficios del juego infantil

El juego es una parte vital del desarrollo infantil. Proporciona a los niños una oportunidad de aprendizaje holístico y les ayuda a desarrollar habilidades importantes que serán esenciales para su éxito en la vida adulta. Además, el juego también puede ayudar a los niños a reducir el estrés y la ansiedad, y a mejorar su bienestar emocional y mental. Cuando los niños juegan, se sienten libres para expresar sus emociones y sentimientos, lo que puede ayudarles a procesar y comprender mejor sus propias emociones y las de los demás.

El juego ayuda a los niños a desarrollar su autoestima y confianza, especialmente cuando se les anima a tomar riesgos y a ser creativos. Al sentirse seguros y cómodos en un ambiente de juego, los niños pueden experimentar con nuevas ideas y habilidades sin temor al fracaso o al juicio de los demás.

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Es una forma efectiva de fomentar la relación entre padres e hijos, así como entre niños y sus compañeros. Al jugar juntos, los niños pueden aprender a trabajar en equipo, a respetar las reglas y a resolver conflictos de manera constructiva.

A continuación, se presentan algunas de las razones más importantes por las que el juego es crucial para el desarrollo infantil:

  1. Desarrollo físico: el juego activo ayuda a los niños a desarrollar habilidades motoras finas y gruesas, a mejorar su equilibrio, coordinación y fuerza.
  2. Desarrollo cognitivo: el juego ayuda a los niños a desarrollar habilidades cognitivas como la atención, la memoria, la resolución de problemas, el pensamiento crítico y la creatividad.
  3. Desarrollo social y emocional: el juego proporciona a los niños un entorno seguro para experimentar y expresar emociones, desarrollar habilidades sociales como la comunicación y la cooperación, y aprender a regular su comportamiento y emociones.
  4. Desarrollo del lenguaje: el juego puede mejorar las habilidades lingüísticas de los niños, ya que les da la oportunidad de hablar, escuchar, leer y escribir.
  5. Desarrollo moral: el juego puede ayudar a los niños a comprender las normas y valores sociales, a desarrollar el sentido de la justicia y la empatía hacia los demás.

El juego como motor de aprendizaje

El juego también es una actividad que tiene un papel crucial en el proceso de aprendizaje e impacta en el desarrollo del niño, favoreciendo su creatividad. En un informe clínico de la American Academy of Pediatrics, titulado: “El poder del juego: su función pediátrica para mejorar el desarrollo de los niños”, se destaca que el juego es importante para que los vínculos sociales prosperen. También se indica que jugar contribuye a mejorar las capacidades del niño para organizar, planificar, relacionarse con los demás y regular sus emociones. Además, es un gran apoyo en el proceso de adquisición del lenguaje, las destrezas matemáticas y sociales.

El juego es fundamental para aprender las primeras habilidades en la vida. Respecto a la importancia del juego para el cerebro, las especialistas en familia Jona K Anderson-McNamee y Sandra J. Bailey resaltan en su estudio titulado: La importancia del juego en el desarrollo de la primera infancia, que el 75 % del desarrollo cerebral ocurre después del nacimiento y el juego ayuda con este desarrollo al estimular el cerebro a través de la formación de conexiones entre las células nerviosas. Dicho proceso ayuda con el desarrollo de las habilidades motoras finas y gruesas. Las primeras son las que permiten ser capaz de sostener un lápiz, mientras que las segundas involucran acciones como correr o saltar.

Por medio del juego, los niños aprenden a comunicar sus emociones, desarrollar el lenguaje, pensar y resolver problemas.

Otro aspecto en el que también es muy importante el juego es que, gracias a éste, los más pequeños encuentran la oportunidad de conectar con sus padres a nivel emocional. Los padres son un ejemplo para sus hijos y el juego es una forma de transmitirles enseñanzas y buenos valores. Por medio del juego, los niños comprenden que existen reglas bajo las cuales funciona todo cuanto le rodea y esto les facilita su paulatina inserción en la sociedad.

Mucho se ha insistido en la importancia del juego y la necesidad de que los padres, cuidadores y demás personas implicadas en la educación de los pequeños se involucren en este tipo de actividades. Cabe destacar que, jugar con los niños también ayuda a crear vínculos afectivos fuertes entre la familia.

11 Tipos de juego

A medida que van creciendo, los niños van creando diferentes formas de jugar. Algunas de ellas son las siguientes:

  1. El juego libre: tiene lugar en los primeros meses de vida. Aparece cuando el bebé ha nacido y hace movimientos sin un objetivo claro. Ocurre hasta los tres meses.
  2. Juego solitario: ocurre desde los tres hasta los 18 meses, cuando los niños juegan solos y se concentran en ello, sin prestar mucha atención a la presencia de otros. Este juego les ayuda a observar y explorar su mundo. No obstante, la edad no es excluyente, niños de otras edades también necesitan su espacio para llevar a cabo sus juegos de forma individual.
  3. Juego de espectador: ocurre entre los 12 y 36 meses, cuando el niño observa cómo juegan otros y cómo interactúan. La observación es predominante, más que el preguntar.
  4. Juego paralelo: sucede desde los 18 meses hasta los 2 años. Inician los juegos con otros pequeños, pero sin interacciones profundas, sino de forma paralela. Comienzan a interiorizar la idea de que algo les pertenece. También se relacionan con niños de otra edad.
  5. Juego asociativo: este juego les permite conocer qué pueden hacer y qué no. Muestran interés por la compañía de otros niños, en lugar de los juguetes. Ocurre en la edad preescolar y los niños empiezan a valorar el hecho de compartir con otros. En este juego se forman los grupos de niños con objetivos similares; no existen reglas, todos desean los mismos juguetes, pero pueden negociar entre ellos.
  6. Juego social: a partir de los tres años, los niños comienzan a socializar con otros y, por medio del juego, aprenden reglas de la vida social, tal como cooperar, ceder, dar o recibir.
  7. Juego físico y motor: este tipo de juego permite que los niños se ejerciten y ganen fuerza muscular.
  8. Juego constructivo: los niños comienzan a crear cosas. Este juego inicia desde que son bebés, cuando introducen objetos en su boca y así descubren sus texturas. Más adelante, comienzan los juegos con arena y dibujos. A medida que construyen y logran culminar una tarea, ellos sienten más confianza en sí mismos.
  9. Juego expresivo: los niños aprenden a expresar cómo se sienten. Los padres pueden comenzar a enseñarles a jugar con pinturas, crayones, marcadores, arcilla, agua, entre otros.
  10. Juego de fantasía: aprenden a interpretar roles y, por medio de la imaginación, crean un mundo. Asumen roles de los adultos y comienzan a desarrollar su pensamiento abstracto, incluyendo sueños, conceptos e historias.
  11. Juego cooperativo: se forman grupos y hay un líder, los niños están fuera o dentro del grupo. Pasan del mundo propio, encerrado o centrados en sí mismos, para entrar al mundo donde hay reglas. En este momento aprenden deportes en equipo y comprenden que en la vida hay normas que seguir.

Como podemos ver, la importancia de jugar reside en los múltiples beneficios que esta actividad aporta a los niños, sobre todo en las tareas de resolver problemas, pensar, expresar emociones, memorizar, comprobar, conocer su entorno, entre otros aprendizajes.

El juego es una parte esencial del desarrollo infantil y debe ser fomentado y apoyado en todos los niveles, tanto en el hogar como en la escuela. Al ofrecer a los niños oportunidades para jugar y explorar el mundo que les rodea, estamos ayudándoles a crecer y desarrollarse en todos los aspectos de su vida.

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Bibliografía

  • Anderson-McNamee, J., & Bailey, S. (2017). La importancia del juego en el desarrollo de la primera infancia. Recuperado de: https://maguared. gov. co/wp-content/uploads/2017/06/La-importancia-del-juego. pdf
  • García, P. S. (2019). La importancia del juego y sus beneficios en las áreas de desarrollo infantil. Voces de la Educación.
  • Gómez, A. M. G. (2009). La importancia del juego y desarrollo en educación infantil. Cuadernos de Educación y desarrollo, (10).
  • Zamorano, M. M., Abad, M. E. M., Hernández, M. J. H., Herrera, C. Q., & de la Fuente, E. P. (2019). La importancia del juego en los niños. Canarias pediátrica43(1), 31-35.

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