El complejo de Pulgarcito es un fenómeno psicológico que se basa en la historia del personaje ficticio del mismo nombre, popularizado en el cuento de hadas de Charles Perrault. A través de este artículo, examinaremos la relación entre el personaje de Pulgarcito y el complejo que lleva su nombre, así como las manifestaciones de este fenómeno y las posibles soluciones para superarlo.

La historia de Pulgarcito

Pulgarcito es un personaje de un cuento de hadas francés, quien era el más pequeño de siete hermanos y el más ingenioso. A pesar de su tamaño diminuto, demostró ser más astuto y capaz que aquellos que eran físicamente más grandes que él, y logró salvar a sus hermanos de situaciones peligrosas utilizando su inteligencia y habilidades.

La historia de Pulgarcito representa una metáfora sobre cómo el tamaño físico no es siempre indicativo de la valía o habilidades de una persona, y cómo la inteligencia y el ingenio pueden ser herramientas poderosas para superar obstáculos.

El complejo de Pulgarcito

El complejo de Pulgarcito, derivado de la historia de este personaje, es un fenómeno psicológico que se presenta en algunas personas que sienten que son físicamente más pequeñas, menos capaces o menos significativas que los demás. Estas personas pueden experimentar baja autoestima, ansiedad social, inseguridad y la creencia de que no son dignos de atención o reconocimiento. El complejo también puede manifestarse en un deseo constante de demostrar el valor propio a través del éxito y la superación de desafíos, a veces llevando a comportamientos obsesivos y competitivos.

Quien interpreta el papel de Pulgarcito en el núcleo familiar, suele llevar una carga emocional muy pesada para, justamente, compensar “su baja estatura”. Pulgarcito, al ser de menor estatura y recibir burlas por parte de sus hermanos, se esforzaba por ser el más inteligente y con más ingenio.

En la vida real, Pulgarcito generalmente es el más pequeño de la familia, el hijo menor, y es el que llega más lejos. Se ha observado que es el último de los hijos el que también tiene acceso al estudios y mejores oportunidades, lo cual no parece ser algo negativo.

Sin embargo, la vida de Pulgarcito se caracteriza por la constante presión de tener que darlo todo y cumplir las expectativas de toda la familia, puesto que todas las esperanzas se ciernen sobre él. En este sentido, el deseo de superación no aparece como algo saludable, ya que deben demostrar a los demás que realmente son capaces de cumplir con todas las metas y, casi nunca, admiten fallos, lo cual puede generar ansiedad o depresión.

El complejo de Pulgarcito da cuenta de un sentimiento de pequeñez que lleva a una persona a compensarlo de diferentes formas.

La persona con complejo de Pulgarcito suele provenir de un hogar en el que uno o ambos padres son autoritarios y exigentes, muchas veces incluso tiránicos, y no reconocen los esfuerzos de este hijo. Además, los progenitores pueden ser fríos en cuanto a la expresión de su afectividad, por lo que Pulgarcito recurrirá a diversas estrategias para ganarse su cariño.

Esto se debe a que, en busca de afecto y reconocimiento, el pequeño procurará satisfacer las exigencias paternas. Un ejemplo de ello es cuando un chico obtiene una buena calificación en el colegio, pero sus padres desean que sea aún más alta.

De este modo, los niños van creciendo con la creencia de que nunca son suficientes, llegando a desarrollar una tendencia hacia el perfeccionismo en la vida adulta. Los niños necesitan ser valorados, amados y aprobados, sin condiciones. De no ser así, el sentimiento de poca suficiencia se va interiorizando a lo largo de la vida.

Los niños se pueden sentir pequeños, incluso siendo adultos, incapaces de enfrentar situaciones complejas de la vida adulta, con temor a las críticas, el rechazo y los juicios negativos, los cuales no sabrá enfrentar. Son individuos que desarrollan sentimientos de inferioridad y toda su vida luchan por obtener aprobación y reconocimiento de las personas que le rodean.

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10 síntomas de este complejo

El complejo de Pulgarcito es similar al complejo de inferioridad, pero se diferencia por el hecho de que Pulgarcito asume arquetipos como el del héroe que intenta salvar a todos.

Aunque es un pequeño y es el menor de todos, se sacrifica por el bien de los demás, es el que debe tomar las decisiones más acertadas para que todos sus hermanos salgan beneficiados –como cuando deben retornar a casa luego de ser abandonados por su padre al no poder alimentarlos y Pulgarcito deja piedras pequeñas en el camino para encontrar la forma de regresar-.

Pulgarcito también es vendido a cambio de dinero, llega a tratar con ladrones, hace el trabajo que los demás no. Este pequeño también logra conseguir las riquezas para el bienestar de la familia.

Pero, ¿qué se esconde tras estos enormes esfuerzos? Algunos síntomas pudiesen ser los siguientes:

  1. Culpabilidad: cualquier intento que no resulte bien o en el que no salga victorioso, le puede hacer sentir culpa.
  2. No admite fallos: todo debe salir bien, no reconoce su lado humano y la posibilidad que se tiene de no acertar en todo momento ni de tomar las decisiones más apropiadas.
  3. Perfeccionismo: y el no aceptar cuando algo simplemente sale de forma diferente a lo planificado.
  4. Frustración: cuando el resultado es diferente al esperado.
  5. Vergüenza: luego de hacer promesas y defraudar a todos al no lograr lo que todos esperaban.
  6. Tener que cumplir las expectativas de los demás: incluso sacrificando los deseos y sueños personales.
  7. Miedo: a perder el amor, a no tener reconocimiento y aprobación de sus progenitores.
  8. Inseguridades: al pensar en la posibilidad de que algo pueda fallar.
  9. Ansiedad: malestar al emprender alguna tarea, por temor a fracasar.
  10. Depresión: al ver sofocados sus propios anhelos.

Por último, se debe tener en cuenta que la felicidad de Pulgarcito no está afuera, en todo el oro o riquezas que pueda obtener para el bienestar de la familia, sino en su interioridad, al comprender que no debe vivir bajo las expectativas de nadie y que cada quien debe procurar su propio bienestar, sin necesidad de sacrificarse como un salvador para que los demás estén bien, es decir, Pulgarcito debe crecer en algún momento de su vida y cada miembro de la familia debe ocupar el puesto que le corresponde dentro de la dinámica. Para lograrlo, se puede buscar apoyo terapéutico con psicólogos capacitados.

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Bibliografía

  • Alonso, J. C. (2004). La psicología analítica de Jung y sus aportes a la psicoterapia. Universitas psychologica, 3(1), 55-70.
  • Perrault, C. (2011). Pulgarcito (Vol. 464). NoBooks Editorial.

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