«La salud mental se basa en el equilibrio entre el mundo interior y el exterior» Sigmund Freud
En este artículo queremos introducir brevemente a Sigmund Freud, fundador del Psicoanálisis y de múltiples teorías y tratamientos importantísimos a día de hoy. Después, lo que es lo fundamental para nosotros es hablar de las sus principales obras, haciendo una brevísima síntesis de ellas (en proporción de lo extensas que son), haciendo más hincapié en unas que en otras.
Sigmund Freud
Sigmund Freud fue un importante neurólogo y psiquiatra conocido internacionalmente como el fundador del psicoanálisis. Creó diversas técnicas terapéuticas que más adelante desarrollaremos, como la asociación libre, el método catártico o la interpretación de los sueños.
Freud nació en Freiberg, Moravia, localizado en Austria, un 6 de mayo de 1856, a las 6:30 de la mañana. Su nombre de nacimiento no fue el que todos conocemos, sino que le llamaron Segismundo Scholmo Freud. Más tarde se cambiaría el nombre a Sigmund Freud.
Su familia tenía muchas dificultades económicas, y eso les llevo a mudarse a Leipzig, y más tarde a Viena. A pesar de estos problemas económicos, debido a la indudable inteligencia que tenía ya desde pequeño, la familia de Sigmund hizo todo lo posible para que pudiera acceder a unos buenos estudios.
Cuando Freud tenía dos años, su hermano Julius murió, lo cuál según el mismo Freud, fue un evento que él deseaba. Durante toda su vida siempre destacó cuatro acontecimientos de su infancia, que le marcaron para siempre:
- Se excitaba sexualmente cuando veía a su madre desnuda (con 4 años de edad).
- Orinar voluntariamente en la cama de sus padres a los 7 años.
- Tenía juegos sexuales con su primo Hans, que era un año más mayor que él.
- Un tortazo que dio a su padre y le hizo volar su sombrero, con 12 años.
Estos episodios, como hemos dicho, fueron importantísimos para él durante toda su vida, episodios que constantemente soñaba, y mejor aún eran sus recuerdos ya que desde pequeño anotaba detalladamente sus sueños.
Freud estudió medicina y se especializó en neuropatología, y comenzó a ver casos de histeria que serían importantes posteriormente para su carrera. Después, al conocer a Jean Martin Charcot, se decidió por estudiar Psiquiatría y Psicología, especializándose en psicopatología.
Durante toda su vida tuvo muchos problemas de salud, y, después de alrededor de 33 intervenciones quirúrgicas, Sigmund Freud murió el 23 de septiembre de 1939, a causa de un cáncer de boca.
Línea temporal
Pasemos ahora a hacer una breve línea temporal de algunos de los acontecimientos más importantes de la vida de Sigmund Freud, para que podamos tener un mapa cronológico mental y nos sea más fácil relacionar eventos (Gomà, 1977).
- 1856: Nace en Freiberg Sigismund Scholmo Freud
- 1873: Sigismund entra en la Universidad para estudiar Medicina, aunque no sentía vocación y lo que de verdad le interesaba era la Filosofía
- 1876: Freud se hace ayudante en el laboratorio de fisiología de Ernst Brücke. Este investigador desarrolló las dotes de Freud
- 1878: Se cambia el nombre por el de Sigmund. Por esta época comienza su amistad con Breuer
- 1882: Conoce a Martha Bernays, la que sería su esposa años más tarde. Comienza además a ejercer de Psiquiatra en el Viena
- 1884: Freud estudia las propiedades analgésicas de la cocaína y muestra que el valor de esta droga son sus efectos anestésicos
- 1885: Obtiene una beca para estudiar con Jean Martin Charcot en el Hospital de la Salpetrière, en Paris. Gracias a Charcot, conoce el hipnotismo y la sugestión, que suscitaron gran interés en Freud
- 1886: Abre su consulta como médico en Viena y se casa con Martha Bernays
- 1895: Se publican los Estudios sobre la histeria, en colaboración con Breuer. Además, en esta obra, se describe el caso de Ana. O (Berta Pappenheim), cuya terapia sería el precedente más claro del Psicoanálisis
- 1897: Sigmund Freud propone su tesis del complejo de Edipo
- 1899: Se publica la Interpretación de los sueños
- 1901: Se publica Psicopatología de la vida cotidiana
- 1905: Freud escribe Tres ensayos sobre teoría sexual, su obra que causó mayor escándalo. A los pocos meses publica El chiste y su relación con lo inconsciente. También aparece Fragmento de un análisis de una histeria, caso Dora.
- 1908: Primer congreso internacional de Psicoanálisis en Salzburgo. Reúne a sus discípulos, entre ellos Carl Gustav Jung
- 1910: Freud publica Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci
- 1911: Adler se separa del movimiento psicoanalítico
- 1913: Jung se separa del movimiento psicoanalítico para crear la Psicología Analítica
- 1914: Se publican Tótem y tabú e Introducción al narcisismo
- 1915: Escribe seis artículos que denomina Metapsicología
- 1920: Publicación de Más allá del principio del placer
- 1921: Freud edita Psicología de las masas y análisis del yo
- 1923: Se publica El Yo y el Ello. Freud sufre su primera operación de la mandíbula, que sería la primera de 33 antes de su muerte
- 1926: Aparece Inhibición, síntoma y angustia, donde habla del trauma del nacimiento
- 1929: Publica El malestar de la cultura
- 1932: Publica Nuevas aportaciones al Psicoanálisis
- 1933: Los nazis queman públicamente las obras de Freud
- 1939: Muere Sigmund Freud el 23 de septiembre
Descubrimiento del método psicoanalítico
El término Psicoanálisis fue utilizado por primera vez por Freud, en un artículo de 1896, hablando de las psiconeurosis de defensa. Antes, Freud y Breuer habían usado los términos método catártico y análisis psíquico, que se acercan al significado. El psicoanálisis comenzó siendo un método de curación de las neurosis, especialmente la histeria.
Freud decía que todos sabemos que tenemos un conocimiento accesible inmediatamente sobre nosotros o sobre el mundo, que sería lo que conocemos cono consciencia, pero hay otras veces que unas fuerzas nos dominan a nosotros y a lo que hacemos o pensamos, lo que sería el inconsciente.
Freud comentaba que el Psicoanálisis no es una sola cosa, sino varias:
- Un método terapéutico, ya que sirve para determinar y tratar patologías.
- Un modelo explicativo de nuestra vida psíquica.
- Una teoría de la cultura, ya que la religión, el arte o la vida social son producto del psiquismo humano.
- Una teoría de la personalidad, como veremos más adelante en la metapsicología freudiana.
Gracias al caso de Ana O. que trataron Breuer y Freud, vieron que la paciente decía cosas a primera vista sin sentido. Breuer las apuntaba y después le inducía el estado hipnótico. En este estado, Breuer le leía las palabras a la paciente, y esta narraba historias o traumas relacionadas con esas palabras. Al salir del estado hipnótico, cesaron la mayorá de los síntomas y la enferma se sentía liberada.
Breuer y Freud llamaron a este proceso método catártico o de purificación. La descarga emocional final de la paciente tras el estado hipnótico fue denominada abreación. El acontecimiento pasado que sale a la luz durante el estado hipnótico es el trauma, la herida que la conciencia no tolera y debe estar en el inconsciente. Freud, gracias a estos hallazgos, afirmó que «a los enfermos histéricos les es imposible libertarse del pasado y descuidan por él la realidad y el presente» (Gomà, 1977).
En 1885, Freud visitó a Charcot en Paris, y en 1889 a Bernheim en Nancy. Estas visitas le hicieron ver de forma experimental como funcionaba la sugestión y la hipnosis, en ese caso relacionado con la histeria. Gracias a esta experiencia, junto con la de la paciente de Breuer y las propias pacientes de Freud, este último propuso su primera hipótesis fundamental:
«La neurosis es el producto de un conflicto intrapsíquico: por una parte, la fuerza de la represión de los traumas, cuyo recuerdo trastornaría el equilibrio psíquico del individuo, por lo que pasa al inconsciente con una fuerte resistencia para su recuerdo. Por otro lado, las representaciones reprimidas cargadas de energía afectiva, desde el inconsciente, no quieren aparecer y se convierten en síntomas neuróticos corporales» (Freud, 1895).
El cometido del psicoanálisis era entonces buscar lo reprimido, inconsciente, reintegrarlo a la conciencia para que en ella desahoguen su carga afectiva y así desaparecen los síntomas (Gomà, 1977). A partir de 1892, Freud abandonó la hipnosis, ya que, por una parte, no se le daba bien, y por otra, creía que solo se alcanzaban niveles inconscientes superficiales. Para ello, comenzó a emplear el método de asociación libre, sugerido por una de sus enfermas y desarrollado más tarde por Jung.
El método de asociación libre consiste en lo siguiente: en una habitación con poca luz, el sujeto se tiende en un diván y va diciendo, sin crítica o vergüenza alguna, las palabras que se le ocurran, tengan o no sentido. La repetición de términos, la inquietud, interrupciones…van desvelando el trauma profundo. El psicoanalista puede descubrir los temas posiblemente reprimidos, para después poderle orientar en la tarea exploratoria.
La Interpretación de los sueños
Desde su creación, la Psicología europea tenía una visión de los sueños como algo inquietante o se atribuía a algo trascendente o a residuos repugnantes de la vigilia. Freud cambió este modo de ver. Los sueños pasan a ser manifestaciones del inconsciente, el camino real para su exploración.
En 1899 se publicó su obra Interpretación de los sueños, en la que no se proponía explicarlos, sino interpretarlos y darles un sentido. Primero dice que el sueño cumple una función biológica que permite descansar al individuo. Por otra parte, dice que el contenido de los sueños está relacionado con las dificultades de la vida diurna y sus más profundos anhelos.
Afirma que el sujeto tiene deseos eróticos desde su infancia, cuyo contenido está en el inconsciente. La evocación de estos deseos se expresa en los sueños. El sueño es para los psicoanalistas un síntoma provocado por un acontecimiento biográfico que va cargado de un profundo dramatismo. Además, dice que el deseo representado en el sueño siempre es un deseo infantil.
En definitiva, el análisis de los sueños es el camino real del psicoanálisis, el mejor método para la exploración del inconsciente.
Psicopatología de la vida cotidiana
Freud publicó Psicopatología de la vida cotidiana en 1901. Para ello, tenemos que partir de dos de sus principios principales:
- El determinismo: todos los hechos y procesos tienen una causa que los determina y produce. El azar o el libre albedrío no existe.
- La vida psíquica es donde reside un conflicto entre las fuerzas conscientes y las inconscientes. El inconsciente tiene anhelos extraños que la conciencia no admite, por lo que los reprime.
En este texto, Freud se centra en los actos o funciones fallidas. Principalmente alega que tanto olvidar un propósito como no recordar o equivocarnos del nombre de alguien son revelaciones de un deseo oculto, inconsciente. Realmente, según Freud, realmente la persona no desea cumplir ese propósito y tiene falta de interés en la persona cuyo nombre olvida.
Respecto a la pérdida de bienes materiales, Freud explica que es la misma intención inconsciente la que actúa. Tenemos miedo de perder cosas que son de alguien por quien apenas sentimos aprecio, pero lo intentamos por las obligaciones sociales.
El olvido entonces se debe a una represión del propio sujeto. Si se produce un error es fruto de una represión (Rodríguez, 2020). Esos errores dejan ver a los demás o al propio sujeto sus verdaderas intenciones.
Teoría general de la sexualidad
En 1905 Sigmund Freud publica Tres ensayos sobre teoría sexual, obra que crearía un nuevo camino, una nueva perspectiva, tan brillante para algunos como escandalosa para otros. Cabe destacar que, entre sus citas en este texto, se encuentran Platón, Breuer, Charcot y Chrobak. Hay teorías que dicen que estos tres últimos participaron en algunas de las formulaciones de esta teoría, aunque siempre lo negaron rotundamente (Gomà, 1977).
Antes del descubrimiento del complejo de Edipo, Freud creía que eran los progenitores los perversos sexuales que trataban de seducir a los hijos. En 1897, Freud vio en uno de sus sueños su deseo inconsciente de seducir a su propia madre cuando era niño, lo que le llevó al descubrimiento del complejo de Edipo; a partir de este momento, el seductor no era el progenitor, sino el propio hijo. Este fue un punto de inflexión para el estudio de la sexualidad infantil.
Antes de comentar la teoría de la sexualidad, es mejor que dejemos claros algunos conceptos psicoanalíticos, y más específicamente, freudianos. Primero de todo queremos dejar claros dos términos: genitalidad y sexualidad. El primero se refiere a la actividad de los órganos sexuales, sentida como placentera. El segundo sin embargo es mucho más amplio, refiriéndose a excitaciones, fantasías, placer, contacto…que preparan el inicio y el proceso del acto sexual.
La sexualidad está metida en una energía o fuerza, la libido. Al igual que el hambre es a la nutrición, la libido es a la sexualidad. La libido es una pulsión, es decir, un empuje, que es provocada por la excitación y que se representa en la mente como una tensión que debe satisfacerse o descargarse.
Las zonas erógenas son, por definición, zonas del cuerpo que son especialmente sensibles a la excitación y al placer. Se siente placer cuando se estimulan. Si una etapa, de las que veremos a continuación, no ha sido resuelta con éxito (no se le ha estimulado lo suficiente al niño) se producirá una fijación, lo cual puede suponer problemas para la vida adulta.
Al nacer, tenemos la máxima cantidad de energía libidinal, y pasamos por distintas fases durante la infancia y, según como las pasemos, tendremos mayor o menor energía. Estas fases siguen un orden fijo y son comunes a todos los seres humanos. Las fases son:
- Fase oral (primer año de vida): la boca es la zona erógena. Es la forma para obtener placer. Se trata de satisfacer necesidades orales (chupar, morder, satisfacción del hambre…). Si no ha sido bien resuelta esta etapa, se produce una fijación y tendríamos de por vida una estructura oral, que son personas que tienden a la depresión, adicciones…
- Fase sádico-anal (de los 2 a 3 años): la zona erógena se traspasa a la zona anal. Tiene que ver con la retención o expulsión de las heces, que estimula la mucosa y produce placer. Si se produce una fijación, tendríamos una estructura anal de por vida: agresividad, sadomasoquismo, rebeldía, querer destruir, avaricia… Aquí aparece el super-yo, que comentaremos más adelante.
- Fase fálica (de los 3 a 5 años): La libido se organiza en los órganos genitales. El punto de fijación provocaría histeria, serías un seductor. Si caes en la red de una de estas personas, piensas que te quiere, pero en verdad no, solo quiere seducir a las máximas personas posibles. Aquí comienza el complejo de Edipo (el niño siente deseo erótico por el progenitor del sexo opuesto y siente rivalidad con el de su mismo sexo, a quien quiere ver muerto). Si el niño no supera la situación edípica, sentirá miedo de sufrir un castigo (complejo de castración).
- Fase de latencia (10 años): fase en la cual no pasa nada, está todo tranquilo y latente. Se llega a esta fase con la resolución del conflicto edípico (si es que se consigue).
- Fase genital (adolescencia): se alcanza la genitalidad, que es la organización principal del placer. El placer estaría limitado a lo genital y todo lo demás podría ser liberado para la libertad de la personalidad. Me puedo relacionar de forma sana con los demás.
Lo óptimo es que el niño alcance la genitalidad, pero claro está que puede quedarse fijado en alguna de las tres primeras fases, con la estructura de la personalidad correspondiente. Si te quedas en uno de esos puntos de fijación, seguramente sea la estructura de personalidad que tengas de por vida. Si te quedas en un punto de fijación, es difícil que se pueda conseguir subir a la fase genital. Pasas de una fase a otra depende de como tu energía ha podido ser utilizada de una forma fluida o no.
La personalidad es una personalidad estructurada desde el punto de visto psicoanalítico. Desde el psicoanálisis, la idea de que la personalidad se estructura en los primeros años de vida está completamente aceptada. Los modelos psicoanalistas son modelos internalistas: independientemente de lo que haya pasado en el origen, se va repitiendo estructuralmente todo.
Según Freud (1905), «la neurosis se produce por la excesiva tensión creada por una sexualidad fuerte contrapuesta a una represión igualmente muy dura». El neurótico es un perverso que no ha conseguido reprimir sus aberraciones.
El chiste y su relación con lo inconsciente
En 1905 se publica El chiste y su relación con lo inconsciente. Un dato curioso es que Freud iba escribiendo este texto y Tres ensayos sobre teoría sexual a la vez. Tenía a ambos manuscritos en la mesa e iba escribiendo en ambos según le venían las ideas y reflexiones.
«El chiste busca extraer una pequeña consecuencia de placer de la simple actividad, carente de toda necesidad, de nuestro aparato anímico, y más tarde, lograr tal aportación de la actividad del mismo, y de este modo llega secundariamente a importantes funciones dirigidas hacia el mundo exterior (Freud, 1905)
Para Freud, el chiste es una creación humana que se presenta de repente, y que sirve para manifestar lo profundo del inconsciente de sus autores y sus ocultas tendencias que se ven reflejadas en sus ocurrencias. La mayoría de chistes que hacen reír de verdad delatan una tendencia agresiva, la mala intención, que es el nervio del chiste. La técnica del chiste permite dar salida a una fuerza libidinal que había sido reprimida en el lenguaje más formal.
El placer que produce un buen chiste se debe sobre todo al gasto psíquico que se ahorra con él, ya que, como hemos dicho, el autor de este se libera de una fuerza represiva. Los oyentes que se ríen son considerados cómplices del inventor del chiste, y al reírse también se descargan porque entienden lo que les cuenta el comunicante. El chiste es algo que por necesidad debe ser comunicado. La risa es la descarga libidinal por haber derribado unas creencias que en el lenguaje formal hay que mantener.
En este texto también relacionaría el chiste con los sueños, concluyendo que el sueño se encamina principalmente al ahorro de displacer, sin embargo, el chiste va dirigido a la consecución de placer (Guirao, 2021).
Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci
En 1910, como adelantamos en la línea temporal, Freud publica Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci. Se trata de una exploración biográfica, escrita con mucha admiración y respeto por el artista, en la cual plantea temas de la vida humana. Freud en todo momento alega que no quiere para nada reducir su estilo artístico a su personalidad, sino que afirma que él, al igual que todos, estamos regidos por las mismas leyes, tanto en la actividad normal como en la patológica.
En las notas de Leonardo da Vinci figura un recuerdo infantil, que el artista narra así:
«Parece como si me hallara predestinado a ocuparme tan ampliamente del buitre, pues uno de los primeros recuerdos de mi infancia es el de que, hallándome en la cuna, se me acercó uno de estos animales, me abrió la boca con su cola y me golpeó con ella repetidamente entre los labios» (Gomà, 1977).
Freud dice que la «cola» simboliza el miembro viril, que, según la narración, se introduce en la boca. La silueta del buitre se puede percibir en un cuadro de Leonardo que representa a la Virgen con el Niño y Santa Ana. Todo esto llevó a Freud a varias conclusiones de la personalidad de Leonardo:
- Su homosexualidad: Leonardo desarrollo fijación a su madre, que derivó en una identificación con ello. Esto supuso que Leonardo, ya adulto, se comportara como su madre y deseaba que sus parejas hicieran cosas que haría el propio Leonardo cuando era niño.
- Lucha de Leonardo entre dos anhelos: el arte y la investigación científica: pintaba angustiado por su deseo de conocerlo todo sobre la ciencia, lo que ahogó su vocación artística. El ansia de saber reprimió su inspiración creadora y, el conocimiento se sustituyó por amor, ya que en su infancia no pudo resolver sus preguntas del origen de la existencia humana.
Historiales clínicos
Historiales clínicos, escrito entre 1905 y 1910, son el conjunto de los historiales de Freud, un total de 12, que ilustran el enfoque que tenía Freud y sus tratamientos. Su publicación fue muy criticada, pero él quería darlos a conocer porque eran la justificación de su teoría. Eran sus credenciales científicas.
Freud afirma (1915) que el neurótico no enferma en su cuerpo, sino que se enferma porque su íntimo desarrollo siguió un curso que le desequilibra y su ambiente sufre una deformación. Además, es el propio neurótico el que se cura a sí mismo.
Caso Dora
Dora tenía 18 años cuando su padre le llevó a Freud. Su ambiente familiar tenía muchas relaciones ilícitas: el padre de Dora se acostaba con la mujer de los vecinos y el marido de la vecina intentaba seducir a Dora, de palabra y de hecho. Dora le rechazó y se lo contó a sus padres. Los síntomas de Dora eran desde jaqueca, tos nerviosa y afonía hasta depresión, agresividad e ideas de suicidio. La enferma había convertido en síntomas somáticos las violencias afectivas que sufrió.
Dora tuvo dos sueños que interesaron mucho a Freud:
- Su casa se quemaba, su padre le avisa, se queda al lado de la cama y todos huyen, mientras la madre intentaba recoger sus joyas. Freud dijo que en este sueño, Dora había revivido su amor edípico por su padre con el encontronazo con el vecino. Ese amor edípico reprimido era la principal causa de sus síntomas neuróticos.
- Estaba en una ciudad desconocida donde se entera de que su padre ha muerto. Después de pesadillas, puede volver a su casa, pero ya todos están en el cementerio enterrando al madre. Freud interpreta que Dora se identifica por la mujer de su vecino, por la que siente amor homosexual.
Cabe mencionar que la paciente interrumpió el tratamiento 3 meses después del comienzo, en 1900. Aún así, 22 años después de eso, Dora seguía con sus síntomas que hicieron desgraciado su matrimonio y su vida. Los psicoanalistas que la trataron después de Freud confirmaron sus temores: la enferma no había resuelto su conflicto edípico. El caso fue publicado en 1905.
El pequeño Hans
Hans tiene 5 años, y no tiene valor de salir de casa porque teme que un caballo le muerda en la calle. El padre cree que es por una excitación sexual ya que el niño alguna vez ha visto los desmesurados penes de algún caballo. Además, desde los 3 años, Hans tuvo un interés muy grande por «la cosita de hacer pipi». Incluso llegó a pedir que su madre le tocara mientras él se acariciaba el pene, y esta le amenazó con cortarle la cosita, por lo que Hans adquirió el complejo de castración.
Freud concluyó que el verdadero miedo era su padre y los caballos eran su representación. El pequeño estaba con el complejo de Edipo presente, y tenía celos del padre porque quería sexualmente a su madre. Con esto descubierto, se trató el complejo de Edipo y Hans quedó curado.
Metapsicología freudiana
Freud, en lo que llamó Metapsicología, estudió el aparato psíquico desde tres puntos de vista: tópico, energético/dinámico y económico/del conflicto. Para él esto era la superestructura especulativa del psicoanálisis. Esta teoría es considerada la teoría de la personalidad de Freud.
- Punto de vista tópico: en griego, «topos» significa lugar. La tópica es el punto de vista que determina los sistemas en los que se distribuyen las funciones del aparato psíquico.
- Primera tópica (la segunda la comentaremos más adelante, ya que fue escrita más tarde): está constituida por tres sistemas:
- Inconsciente: tiene una articulación interna. Lo forman imágenes y contenidos reprimidos por la conciencia. Pueden volver a la conciencia, pero hay una barrera o censura que lo impide (barrera de la represión). Estos contenidos representan a las pulsiones.
- Preconsciente: sistema intermedio cuyos contenidos pueden pasar a la conciencia según la decisión del sujeto. Son los recuerdos que no tenemos en ese preciso instante pero podemos evocar. Es entre el preconsciente y el inconsciente donde Freud coloca la barrera de la represión.
- Consciente: es el sistema externo del aparato psíquico, que recibe las informaciones del ambiente mediante los sentidos, que está lleno de afectividad y factores motivacionales.
- Primera tópica (la segunda la comentaremos más adelante, ya que fue escrita más tarde): está constituida por tres sistemas:
- Punto de vista dinámico/energético: permite descubrir las fuerzas que mueven a los procesos psíquicos, sus conflictos y sus equilibrios. Se refiere a la energía que mueve todo el sistema, llamada libido (energía sexual). Esta energía tiene que ver con el principio del placer (el ello), el principio del deber (el super-yo) y el principio de la realidad (el yo).
- Punto de vista económico/del conflicto: «es el intento de seguir el destino de las cantidades de excitación, y de conseguir una cierta estimulación relativa de su magnitud». Los principios que lo rigen son los que hemos mencionado: principio del placer (evitar el displacer y conseguir placer), principio de la realidad (el presente, las limitaciones al placer inmediato) y el principio del deber (nivel bajo de excitación para evitar cualquier perturbación). Hay un conflicto constante entre los tres principios, que el sujeto tendrá que resolver para tener un yo fuerte, o ser pasivo y tener un yo débil (lo comentaremos más adelante).
Eros y el principio de la muerte
En el año 1920 se publica Más allá del principio del placer, en la que Freud se centra en explicar los factores ulteriores de los procesos psíquicos y del sentido de la vida humana. Las razones de este texto fueron, por una parte, la muerte de la hija de Freud y las consecuencias de la Primera Guerra Mundial, y, por otra, el desarrollo del pensamiento freudiano en temas nuevos que atrajeron su atención.
En este texto se da la dualidad amor-odio. El Yo odia a todo lo que puede suponer una fuente de sensaciones de displacer. El odio es la relación con el objeto más antigua, más que el amor. Freud habla del origen del masoquismo: hallar placer en el sufrimiento ajeno puede ser una perversión, pero no es absurdo, ya que se puede explicar por el principio del placer. Sin embargo, es incomprensible que el sujeto quiera su propio sufrimiento, va en contra del principio del placer.
El masoquismo se ve como una conciencia de culpabilidad con origen en algún deseo incestuoso que está en el inconsciente y espera un castigo, el sufrimiento. El ser pegado, típico del masoquista, constituye el sentimiento de culpabilidad respecto al erotismo (por el deseo de incesto mencionado).
Teoría de la Personalidad de Freud: consciente, inconsciente, Yo, Superyó y Ello
Freud afirma que la meta de toda vida es la muerte. La tendencia natural es el retorno hacia el punto de partida, la muerte. Pero el organismo quiere morir a su manera. Se ve claramente la tradición determinista, ya que, según Freud, cada ser vivo tiene al nacer trazado el curso de su trayectoria vital (Freud, 1920). El sentido de la vida es el cumplimiento de la trayectoria, la muerte, que significa la culminación natural de la vida.
En este texto se nos comunica que Eros, el principio de la vida (Freud recupera esta terminología platónica), incluye a la libido y a toda la sexualidad, y se define como la energía que impulsa a las formas vitales a formar unidades más complejas y a mantenerlas vinculadas. Eros es la orientación general a unir lo disperso, la libido, la energía erótica, las pulsiones libidinales.
El principio de la muerte no tenía un nombre, aunque mucha gente se piensa que lo llamó Thánatos, pero ese nombre fue puesto por uno de sus discípulos. La hipótesis fundamental es la siguiente:
Eros y el principio de la muerte se sitúan «más allá del principio del placer», pero no lo contradice, sino que lo confirma (Freud, 1920, como se cita en Gomà, 1977).
Según esto, el placer máximo, el «principio del nirvana», se consigue con la descarga máxima, es decir, con la muerte. Tenemos la tendencia a repetir y reconstruir nuestro estado anterior, nuestro estado originario, que es la muerte.
El Yo y el Ello
Hace un par de apartados hablamos de los distintos puntos de vista de la metapsicología freudiana. Comentamos el punto de vista tópico, y describimos la primera tópica, formada por el inconsciente, el preconsciente y el consciente. En el año 1923, Freud publicaría El yo y el ello, en el que propone tres instancias nuevas de la vida psíquica, lo que llamaría la segunda tópica.
Todos vivimos conflictos personales e interpersonales. Por ello, en nosotros hay diferentes fuerzas que nos permiten entender nuestra existencia y nos llevan a actuar de una forma u otra. En esta tópica, se propone nada más y nada menos que la estructura de la personalidad humana. Los psicoanalistas freudianos la aceptan sin ningún tipo de excepción.
Los componentes de la segunda tópica no son sistemas como los de la primera, sino que son denominados instancias. En la primera tópica, Freud estaba inspirado por la biología, pero en esta segunda tópica, que es una de las ideas más importantes de Freud y del Psicoanálisis, las instancias surgen de la larga experiencia psicoanalítica y psicológica del autor.
El término central es el yo, y los demás surgen en función de él: el ello (el no-yo) y el super-yo. Vamos a comenzar a describir las instancias de la teoría de la personalidad desde lo más profundo hasta lo más externo o superficial.
- El Ello: son las energías vitales impersonales de donde nace nuestra existencia singular, que sobrepasan nuestro control aunque intentamos dominarlas. En esos casos nos sentimos empujados por fuerzas extrañas. El ello es lo contrario a la claridad de la conciencia, es lo oscuro de nuestro ser, de nuestra personalidad. El ello no se comunica con el exterior y para llegar a él tiene que ser a través de las otras instancias. Para el ello, no existen las acciones buenas o malas, sino que su único cometido es descargar las pulsiones libidinales como consecuencia de tensiones generadas por necesidades. Está regido por el principio del placer.
- El Yo: es una parte del ello pero que ha sido modificada por el mundo exterior. El yo es el sistema consciente que tiene las percepciones del ambiente. Freud (1925) afirma que «la percepción es para el yo lo que las pulsiones son para el ello«. Yo soy mi cuerpo. El yo, al contrario que el ello, representa la racionalidad. Está regido por el principio de la realidad.
- El Super-yo: es la instancia de la personalidad que hace el papel de juez, el que hace la crítica al yo. El super-yo procede de la superación del complejo de Edipo. Si el complejo de Edipo no se ha resuelto bien, el super-yo se convertirá en un represor, un enemigo permanente el cual provocaría culpabilidad constante al yo. Está regido por el principio del deber.
Entre ello, yo y super-yo se va a crear un conflicto cuyo desenlace decidirá la presencia o no de neurosis y de buena o mala salud mental de la persona. El yo se encuentra entre dos fuerzas que pueden perturbar su autonomía: el ello con su necesidad de satisfacer las pulsiones, y el super-yo con sus críticas paralizadoras. De esto pueden surgir dos tipos de yo:
- Yo débil: está a merced del ello, siempre rigiéndose por la obtención de placer, o a la del super-yo, siempre criticándole.
- Yo fuerte: es la situación deseable, en la que el yo domina y puede controlar las fuerzas de las otras dos instancias.
Una de las cosas que le hizo cambiar a Freud de ideas y crear la psicología del yo fue el descubrimiento de la obra El trauma del nacimiento, de Otto Rank, en la cual se alega que «la primera angustia de todo ser humano se desencadena en el mismo acto del nacimiento, por el ahogo que precede a las primeras respiraciones» (Rank, 1924). Es una experiencia que queda fijada en el inconsciente, y toda situación que evoque este trauma, como la oscuridad o cierto tipo de movimientos, producirá angustia.
Interpretación de la religión y la cultura
En 1929 Freud publica El malestar de la cultura. La interpretación psicoanalítica cuenta el esfuerzo de la época para poner en claro los postulados de la vida humana, y además, representa una actitud crítica de la cultura y estiman los valores objeto de reflexión. Comienza hablando de la religión, diciendo que es una ilusión, y siempre quiso intentar explicar psicológicamente el origen y la duración de las creencias religiosas, intentando acceder a la imaginación de los profetas.
Freud, durante la redacción de Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci, descubre que hay una relación entre la relación paternofilial y la creencia el dios. «El Dios para la persona es psicológicamente e inconscientemente una sustitución del padre» (Freud, 1929). Los jóvenes dejan de tener creencias religiosas cuando se desestabiliza su relación con el padre. La razón biológica, como expone Freud, de la religiosidad, es la necesidad de protección que nace en el sujeto. Tenemos dos afirmaciones interesantes:
- Cuando el sujeto se convierte en adulto, siente nostalgia por los cuidados y protección de sus padres, entonces hace una regresión a esas épocas, idealiza a sus padres y pasan a ser el Dios omnipotente.
- La fe religiosa es una protección contra la neurosis: el creyente tiene ventaja sobre los demás porque su religión le libera de los residuos del complejo de Edipo, entonces tiene la ventaja de poder recurrir a Dios para paliar su culpabilidad, cosa que el no creyente no puede hacer.
Conclusiones
Sigmund Freud ha sido una figura imprescindible para el desarrollo de la Psicología, tanto ortodoxa como moderna. Sus conceptos han dejado huella en todos y cada uno de los psicólogos y profesionales de la salud mental, estén o no de acuerdo con sus ideas. Ha sido un creador, un inventor, extremadamente ingenioso e inteligente, que ha marcado la historia de las ciencias y del planeta.
Está claro que algunos de sus conceptos se han podido quedar anticuados por el avance de las ciencias modernas, en especial de la Psicología. Aún así, hay conceptos como el complejo de Edipo, la teoría de la personalidad basada en tres instancias, el método de asociación libre, la teoría de la sexualidad… y muchos otros conceptos, son utilizados a día de hoy por miles de psicólogos y psicoterapeutas.
En España no hay demasiada abundancia de psicoanalistas, siendo lo más común los terapeutas cognitivo-conductuales, ya sea por la facilidad de sus conceptos, por el abundante cientifismo existente en Psicología, por ser reduccionista, o, porque es más sencillo acudir a lo que más tenemos a mano en nuestro país. Cabe mencionar, cosa que desde aquí no ponemos en duda, que sus métodos son muy efectivos en miles de determinados casos.
En otros países como Finlandia, Alemania, y sobre todo Argentina, la corriente que reina es el Psicoanálisis. No queremos decir que esto sea bueno, al contrario. El reduccionismo metodológico e ideológico es algo necesariamente malo y contraproducente, sea desde el Conductismo, el Psicoanálisis, la Filosofía o la Biología, porque no nos permite abrir la mente, y más todavía teniendo en cuenta la pluralidad de perspectivas, modelos y teorías que, por suerte, tenemos en nuestra disciplina.
Por esta misma razón creemos que, ya que tenemos la suerte de poder estudiar e integrar decenas de perspectivas diferentes, teorías, modelos, paradigmas, ¿por qué no hacerlo?, ¿por qué ceñirse a una sola? La Psicología Analítica, la Humanista, la contextual, la gestáltica, entre otras, son perspectivas que no queman, no vamos a abrasarnos la mano por acceder a sus enriquecedoras teorías; al contrario, vamos a encontrar un mundo de ideas que para muchas personas son desconocidos.
Desde aquí proponemos, para la gente que quiera aprender y quiera ser un buen profesional, escritor, investigador, o simplemente le interese el mundo de la Psicología, que no nos quedemos en lo que está a cinco centímetros, que podemos avanzar unos pasos más y encontrarnos con minas de oro que todavía apenas han sido explotadas, al menos en países como España.
La Psicología es un regalo, y su pluralidad no es para nada negativa, sino que eso le hace ser una de las disciplinas más complejas y a la vez más repletas de información.
Referencias bibliográficas
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