Las personas suelen entender el trauma como una experiencia única donde la integridad personal estuvo amenazada o fue violentada. Por ejemplo, estar en un accidente de tránsito puede ser un evento traumático que puede tener consecuencias emocionales en el futuro. Sin embargo, es un error creer que los traumas siempre se presentan como un único suceso aislado que tiene ciertos efectos sobre nosotros. El concepto de trauma complejo nos muestra una nueva manera de entender el trauma.
La comprensión de este tipo de trauma puede ser útil para abordar ciertos tipos de malestares emocionales que tienden a malinterpretarse. De esta manera, los pacientes pueden recibir una atención más personalizada que responda a sus necesidades.
¿Qué es el trauma complejo?
El término trauma se refiere a un evento en la vida de una persona que deja alguna marca a nivel emocional y comportamental. Por lo general, se trata de experiencias donde la vida o la seguridad se ve amenazada de alguna manera. Algunos ejemplos de situaciones traumáticas son el abuso sexual, accidentes donde hay muertes, desastres naturales, violencia física, etc. Cuando se viven este tipo de situaciones, es común que haya ciertas consecuencias psicológicas para la persona.
Siguiendo esta línea, en los casos más graves, la experiencia traumática puede contribuir al desarrollo de un trastorno por estrés postraumático (TPEPT). Este diagnóstico se relaciona con síntomas como la baja autoestima, pensamientos intrusivos sobre el evento traumático y conductas evitativas asociadas al trauma. También puede generar síntomas depresivos y/o ansiosos e interfiere de forma importante con el funcionamiento cotidiano.
Ahora bien, en los últimos años, se ha estado definiendo una modalidad de trauma distinta a la que presentan la mayoría de los pacientes con TPEPT. Se trata del trauma complejo que se caracteriza por múltiples experiencias traumáticas que tienden a ligarse unas con otras. Este tipo de trauma no surge de un solo evento aislado, sino que hay muchos eventos que adquieren la cualidad de trauma.
A diferencia del trauma común, el complejo tiende a producir cambios más profundos en el equilibrio emocional de la persona y su comportamiento. Tal y como lo señala una investigación de Wamser-Nanney y Vandenberg (2013) donde compararon la gravedad de las consecuencias del trauma común y el complejo. Los resultados demostraron que los niños que cumplían con los criterios de trauma complejo presentaban más dificultades emocionales y comportamentales que otros.
Causas del trauma complejo
Como se mencionó antes, este tipo de trauma se vincula con múltiples experiencias donde la vida fue violentada o amenazada. A diferencia del trauma común o único, no es un solo evento lo que produce los síntomas, sino muchas situaciones que tienden a relacionarse. Por esa razón, es común que veamos el trauma complejo en pacientes que experimentaron abuso sexual o violencia familiar.
En ambos casos, se trata de eventos repetitivos y crónicos que conforman un tipo de trauma distinto al causado por una situación única. Por otro lado, una característica de esta categoría del trauma es que suele asociarse a las relaciones interpersonales. Es decir que el abuso o la violencia fue ocasionada por otro, por lo general, un familiar o persona cercana.
Por lo tanto, se dice que, mientras el trauma único puede cambiar la percepción sobre cierta situación, el complejo altera a cómo se construye esta. Por ejemplo, alguien que vivió un trauma debido a que estuvo a punto de ahogarse en el mar, puede desarrollar miedo al océano. En ese caso, su percepción sobre el mar cambió debido al evento traumático y produjo una conducta evitativa.
Sin embargo, si nos ponemos en el lugar de alguien que experimenta trauma complejo debido a experiencias de abuso sexual, la afección es más severa. Incluso si fue una persona en específico quien cometió el abuso, el sobreviviente puede terminar sintiendo desconfianza hacia todas las personas a causa del trauma. Aquí se produjo un cambio en la manera en que el paciente construye su realidad y ahora todo el entorno genera sospecha.
Síntomas del trauma complejo
Una de las principales autoras en el campo del trauma crónico y repetido es la psiquiatra Judith Herman quien introdujo el concepto. De acuerdo con Herman, este trauma es la consecuencia de experiencias de abuso físico o sexual constante que ocurren durante seis meses o un año. Las alteraciones se pueden observar en las siguientes áreas.
- Conciencia. El paciente presenta amnesia disociativa de los recuerdos traumáticos o pensamientos intrusivos sobre el trauma, así como preocupación constante.
- Autopercepción. La persona se ve a sí misma como alguien indefenso, se siente “diferente” a los demás y siente culpa o vergüenza.
- Relaciones interpersonales. Es común que los pacientes con trauma complejo eviten los vínculos con otras personas. En otros casos, podrían estar en la búsqueda constante de alguien que actúe como un salvador para ellos.
- Regulación afectiva. Tienden a padecer de síntomas depresivos, ideación suicida, hipersexualidad o hiposexualidad, autolesión o explosiones de ira.
- Percepciones del agresor o perpetrador. Es posible que la persona tenga fantasías de vengarse de quien le hizo daño o se preocupe por tener que enfrentarlo de nuevo. Por otra parte, podría existir una gratitud paradójica o idealización de las acciones y valores del agresor.
Como puedes ver, se trata de un tipo de trauma que se caracteriza por afectar a múltiples áreas de la vida. Por tal motivo, el tratamiento es un proceso largo y complicado donde deben atenderse a varios factores al mismo tiempo. En muchos casos, se suele recomendar la terapia de exposición prolongada como una alternativa para reprocesar las diferentes experiencias traumáticas. En cualquier caso, los síntomas deben ser atendidos por un profesional certificado.
Diferencia entre el Trastorno por Estrés Agudo (TEA) y Trastorno de Estrés Post Traumático (TEPT)
Referencias
- Wamser‐Nanney, R., & Vandenberg, B. R. (2013). Empirical support for the definition of a complex trauma event in children and adolescents. Journal of traumatic stress, 26(6), 671-678.