La terapia EMDR, que se traduce al español como Terapia de Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares, fue desarrollada en la década de 1980 por la psicóloga Francine Shapiro. Se utiliza principalmente para tratar el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y otros problemas de salud mental relacionados con experiencias traumáticas.

¿Qué es la EMDR y para qué se utiliza?

EMDR se basa en la idea de que los recuerdos y las emociones asociadas con eventos traumáticos pueden quedar «atrapados» en el sistema nervioso. Este «atrapamiento» puede manifestarse como síntomas de ansiedad, depresión, trastornos del sueño y otros problemas de salud mental.

La terapia EMDR busca ayudar a los pacientes a procesar estos recuerdos traumáticos de manera saludable. Para hacer esto, el terapeuta guía al paciente a través de una serie de pasos mientras el paciente sigue los movimientos del terapeuta con sus ojos. Se cree que estos movimientos oculares bilaterales ayudan a activar el procesamiento natural del cerebro y a liberar recuerdos traumáticos «atrapados».

Etapas de la EMDR

La EMDR consta de distintas etapas o fases que se deben seguir para llevarla a cabo con éxito, y son las siguientes:

  1. Historial y planificación del tratamiento: Esta fase inicial implica la toma de la historia clínica completa del paciente. El terapeuta y el paciente identificarán juntos posibles objetivos de tratamiento, que pueden incluir recuerdos traumáticos, situaciones actuales que causan angustia o habilidades y comportamientos deseados para el futuro. Esta fase permite la preparación y planificación del tratamiento.
  2. Preparación: En esta fase, el terapeuta explica al paciente cómo funciona la terapia EMDR y qué puede esperar durante y después de una sesión de terapia. También se enseñan y practican varias técnicas de manejo del estrés y relajación, que los pacientes pueden usar durante las sesiones de EMDR o entre ellas si se sienten angustiados.
  3. Evaluación: Durante la fase de evaluación, el paciente selecciona un recuerdo específico para enfocarse y lo describe en detalle. El terapeuta ayudará a identificar la creencia negativa asociada con el recuerdo, las emociones y sensaciones físicas relacionadas, así como una creencia positiva que el paciente preferiría tener.
  4. Desensibilización: En esta fase, el paciente se centra en el recuerdo traumático y la creencia negativa asociada mientras sigue los movimientos oculares del terapeuta (o algún otro tipo de estimulación bilateral). El terapeuta guiará al paciente para que observe lo que surge, incluyendo nuevos pensamientos, sensaciones o recuerdos. Este proceso continúa hasta que el paciente ya no siente angustia con respecto al recuerdo objetivo.
  5. Instalación: El objetivo de esta fase es reforzar la creencia positiva que el paciente ha identificado para reemplazar la creencia negativa original. Nuevamente, se utiliza la estimulación bilateral mientras el paciente se enfoca en la creencia positiva hasta que esta se siente completamente creíble.
  6. Exploración corporal: El terapeuta le pedirá al paciente que traiga a su mente el recuerdo objetivo y que observe si hay alguna tensión o incomodidad en su cuerpo. Si es así, estas sensaciones físicas se abordan con más estimulación bilateral hasta que se disipan.
  7. Cierre: Esta fase asegura que el paciente termine cada sesión sintiéndose mejor que al inicio. Si se han abierto recuerdos o sentimientos angustiantes que no se resolvieron completamente en la sesión, el terapeuta puede usar varias técnicas de relajación y autocontrol para ayudar al paciente a lograr un estado de equilibrio. Los pacientes también se les recordará cómo usar estas técnicas entre las sesiones si es necesario.
  8. Reevaluación: Al comienzo de las siguientes sesiones, el terapeuta y el paciente revisarán los cambios que han ocurrido, se evaluará el progreso hacia las metas del tratamiento, y se decidirá cuál será el próximo objetivo de tratamiento.

Es importante recordar que las fases del tratamiento EMDR no siempre son lineales, los pacientes pueden moverse de una fase a otra de manera no secuencial según sea necesario.

La terapia EMDR, aunque más conocida por los movimientos oculares, en realidad puede llevarse a cabo con distintos tipos de estimulación bilateral (izquierda y derecha). Los ejercicios EMDR buscan activar ambos hemisferios del cerebro para ayudar en el procesamiento de traumas o recuerdos perturbadores. Aquí están algunos de los tipos de ejercicios que se utilizan en EMDR:

  1. Movimientos oculares: Este es el tipo de estimulación bilateral más conocido en EMDR. El terapeuta moverá su dedo (u otro objeto) de un lado a otro y el paciente seguirá este movimiento con los ojos.
  2. Tapping o golpeteo: El terapeuta puede instruir al paciente para que se dé pequeños golpes alternos en las rodillas o en los lados de las piernas. Este es otro tipo de estimulación bilateral que se puede utilizar en lugar de, o en combinación con, los movimientos oculares.
  3. Sonidos bilaterales: El terapeuta puede utilizar sonidos que se alternen de un oído a otro. A menudo, esto se realiza utilizando auriculares y una grabación de sonido.
  4. Movimientos corporales: Algunos terapeutas pueden incorporar movimientos corporales más grandes, como mover los brazos de un lado a otro, para lograr la estimulación bilateral.
  5. Estimulación táctil con dispositivos: Hay dispositivos disponibles que proporcionan vibraciones suaves o pulsaciones en un patrón bilateral. Estos pueden ser útiles para las personas que tienen dificultades con los movimientos oculares o el tapping.

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¿Con qué frecuencia se aconseja realizar los ejercicios de EMDR?

Dada la intensidad de los ejercicios EMDR, no es aconsejable llevarlos a cabo más de una vez cada 5-6 días. Esto es especialmente cierto si realizas sesiones prolongadas que superan la hora de duración. Es fundamental permitir que tu cuerpo y tu mente se acostumbren gradualmente a este tratamiento y procesen la experiencia con calma, sobre todo en las etapas iniciales.

Terapia Emdr

Qué hacer antes de comenzar los ejercicios de EMDR

Antes de realizar los ejercicios de EMDR, es crucial identificar el aspecto específico de nuestra vida que deseamos mejorar. Este puede ser un problema que estemos experimentando o simplemente un área de nuestra vida que deseamos mejorar. En esencia, primero necesitamos encontrar la raíz de tu ansiedad o trauma.

Entender por qué nos sentimos de esta manera es vital. Debemos mirar tanto nuestro pasado como nuestro presente. Es necesario profundizar en esos pensamientos que están causando los síntomas o emociones actuales. El objetivo de esta terapia es procesar pensamientos y sensaciones que el cerebro aún no hemos podido digerir, similar a la forma en que nuestro cuerpo procesa los alimentos. Por esta razón, es importante primero identificar esos pensamientos y sensaciones «indigeribles». Si lo deseamos, podemos anotarlos en una hoja de papel. Debemos hacerlo justo antes de comenzar el ejercicio de EMDR y mantener ese pensamiento en mente mientras realicemos el ejercicio, permitiendo así que se procese adecuadamente en nuestra mente. Es importante que nombremos ese trauma, miedo o proceso que nos causa malestar. Puede ser útil anotarlo en una hoja para concentrarte en lo que más nos preocupa. Crear una lista sería ideal. Debemos anotar la situación o recuerdo que nos provoca incomodidad y su emoción asociada.

Es beneficioso que recordemos los aspectos específicos que nos causan más preocupación y angustia. El ejercicio de EMDR nos ayudará a liberarnos. A menudo, surgirán otros pensamientos asociados, eso es normal, por eso no debemos parar.

Consejos iniciales

  1. Respiración profunda: Coge aire profundamente por la nariz, mantén la respiración durante unos segundos y luego exhala lentamente por la boca. Repite esto varias veces hasta que sientas que tu cuerpo se relaja.
  2. Lugar seguro: Visualiza un lugar donde te sientas completamente seguro/a y tranquilo/a. Puede ser un lugar real o imaginario. Trata de imaginar todos los detalles posibles: colores, sonidos, olores…
  3. Relajación muscular progresiva: Trabaja a través de los grupos musculares de tu cuerpo, tensándolos y luego relajándolos. Puedes comenzar con los pies y subir hasta la cabeza, o viceversa.
  4. Autoafirmaciones positivas: Repite frases positivas para sí mismo. Las frases deberían ser personales y significativas para ti, como «Soy fuerte y capaz» o «Puedo manejar esto».
  5. Céntrate en el aquí y ahora: Si sientes que estás empezando a desconectarte del presente, usa técnicas para anclarte en el aquí y ahora. Por ejemplo, puedes nombrar cinco cosas que puedas ver, cuatro que puedas tocar, tres que puedas escuchar, dos que puedas oler y uno que puedas saborear.

Etapas a tener en cuenta durante el tratamiento con EMDR

Para garantizar el éxito de los ejercicios de EMDR realizados con un terapeuta, es fundamental seguir todas las etapas del procedimiento.

  1. Establecimiento de objetivos: Antes de iniciar, es esencial tener claros los objetivos terapéuticos y los eventos traumáticos o ‘anclas’ que necesitan ser trabajados. También es vital asegurarse de que el paciente esté dispuesto y preparado para el tratamiento EMDR.
  2. Explicar el funcionamiento: El terapeuta tiene la responsabilidad de informar y explicar al paciente qué es la terapia EMDR, qué esperar de los ejercicios, y cómo se llevarán a cabo. Este es un buen momento para revisar la salud general del paciente y cualquier medicación que pueda estar tomando.
  3. Evaluación de los recuerdos: El terapeuta seleccionará con el paciente el recuerdo traumático específico para trabajar, identificando cualquier creencia negativa y sensaciones físicas asociadas. Se califica la intensidad de las emociones y la fuerza de las creencias negativas, antes de formular una declaración positiva para reemplazar la creencia negativa.
  4. Desensibilización: Esta es la fase clave de la terapia EMDR donde se lleva a cabo la estimulación bilateral. Durante esta fase, pueden surgir nuevas emociones y sensaciones físicas que deben ser trabajadas y procesadas a través de más estimulación bilateral.
  5. Instalación de la creencia positiva: En este punto, el objetivo es consolidar la creencia positiva que se ha formulado para reemplazar la negativa. El paciente debe verbalizar y aceptar plenamente esta creencia positiva.
  6. Relajación: Luego de la fase intensa de desensibilización, es importante que el paciente se relaje y libere cualquier tensión residual que pueda haber surgido durante el proceso.
  7. Evaluación Post-sesión: Después de la relajación, el terapeuta debe verificar si el paciente puede recordar el trauma sin experimentar las sensaciones negativas previas. Si aún persisten, se regresa a la fase de desensibilización.
  8. Revisión: En las sesiones subsiguientes, el terapeuta revisará el progreso del paciente y determinará los próximos pasos para continuar mejorando a través de los ejercicios de EMDR.

Emdr

Cómo realizar una sesión de EMDR

Paso 1: La persona realiza una pequeña sesión de meditación para relajarse antes de empezar los ejercicios EMDR.

Paso 2: Luego, debe imaginar un evento muy alegre de su vida, algo que le provoque felicidad. Mientras piensa en esto, lleva a cabo una estimulación bilateral, por ejemplo, moviendo los ojos de un extremo a otro. De esta forma, su cerebro asociará esta estimulación con un sentimiento agradable. A continuación, verbaliza cómo desea sentirse de manera positiva al realizar los ejercicios EMDR.

Paso 3: Después, debe evocar su experiencia desagradable con una imagen y concentrarse en los aspectos que le causan mayor malestar (emoción). Es posible que haya escrito estas sensaciones para trabajar sobre ellas. Debe revivir todos los aspectos negativos de esa experiencia: las creencias, las emociones y los síntomas que le causan mayor incomodidad. Identifica una imagen con ese recuerdo doloroso y las creencias limitantes que le perjudican. También puede ser útil expresar las emociones negativas, aunque no es esencial. Los ejercicios EMDR son útiles para personas que prefieren no hablar de sus temores o creencias negativas más profundas. Lo importante es que se enfrenten a ellos, pero no es necesario verbalizar estos sentimientos si esto podría causar demasiado estrés en el paciente.

Paso 4: Se realiza la estimulación bilateral durante aproximadamente un minuto, mediante rápidos movimientos de los ojos de un lado a otro (como los que ocurren durante la fase REM del sueño), sonidos alternativos en cada oído, o golpecitos alternativos en las piernas o los brazos (tapping). Se suelen hacer unos 50 movimientos cada vez. También existen dispositivos EMDR que producen vibraciones alternativas en las manos para facilitar la estimulación bilateral.

Paso 5: El individuo describe las imágenes, pensamientos o sensaciones que ha experimentado durante el ejercicio de estimulación bilateral EMDR. ¿Qué le vino a la mente durante la estimulación bilateral? ¿Cómo se siente? ¿Dónde siente eso físicamente? No se trata de juzgar la experiencia como buena o mala, sino simplemente de experimentarla. A menudo, puede recordar otros pensamientos asociados, que también pueden ser tratados en este momento. La mente trabaja de manera autónoma para resolver los problemas por sí misma.

Paso 6: Se repite la estimulación bilateral durante otro minuto con cualquier sensación que surja, hasta que estas sensaciones se neutralicen por completo.

Paso 7: Se interrumpe la estimulación bilateral del ejercicio EMDR de vez en cuando para verificar que el procesamiento de la información se está realizando correctamente. Se habla de las sensaciones que se van experimentando.

Paso 8: Se repiten los pasos del 4 al 7 hasta que desaparezcan por completo las sensaciones o pensamientos negativos.

Paso 9: La persona dice en voz alta su afirmación positiva (por ejemplo, «me siento seguro cerca del agua») aceptándola completamente para trabajarla también con EMDR. Es fundamental introducir en la mente pensamientos saludables y constructivos mediante la estimulación bilateral.

Paso 10: Se realiza otra serie de estimulaciones bilaterales hasta que la persona acepte completamente la creencia positiva.

Paso 11: Se libera la tensión acumulada en el cuerpo a través de un ejercicio de relajación (lo ideal es una relajación visual guiada), liberando cualquier tensión física que tenga en cualquier parte de su cuerpo.

Paso 12: Si aparecen síntomas o emociones desagradables, se vuelve al paso 2 de los ejercicios EMDR para desensibilizar también esas sensaciones. Y si se siente bien, se realiza un último conjunto de movimientos oculares para reforzar esas buenas sensaciones corporales.

Ejercicios de EMDR para continuar en casa

Paso 1: Preparación

  • Encuentra un lugar tranquilo donde puedas relajarte y concentrarte.
  • Cierra los ojos y respira profundamente.
  • Con cada exhalación, relájate más y más.
  • Concéntrate en tu respiración y deja que todo lo demás se desvanezca.

Paso 2: Evocación

  • Piensa en un recuerdo, un pensamiento o una emoción que te cause malestar.
  • Permite que el recuerdo, el pensamiento o la emoción surja en tu conciencia.
  • No intentes juzgarlo o analizarlo.
  • Solo déjalo estar.

Paso 3: Movimientos bilaterales

  • Mientras te concentras en el recuerdo, el pensamiento o la emoción, comienza a realizar la estimulación bilateral. Esto puede ser cualquier cosa que te ayude a enfocarte en el recuerdo y a moverte a través de las imágenes, pensamientos y emociones asociadas con él. Algunas personas encuentran útil parpadear rápidamente, mover los ojos de lado a lado o escuchar tonos alternantes.
  • Haz sesiones de un minuto, con una cadencia de 50 movimientos aproximadamente cada vez.
  • Continúa con la estimulación bilateral hasta que comiences a sentir una disminución en la intensidad del recuerdo, el pensamiento o la emoción.

Paso 4: Desensibilización

  • A medida que la intensidad del recuerdo, el pensamiento o la emoción disminuye, comienza a prestar atención a cualquier cambio en tu cuerpo. ¿Notas algún cambio en tu respiración, tu ritmo cardíaco o tu tensión muscular?
  • Permite que estos cambios sucedan sin juzgarlos.
  • Solo obsérvalos.

Paso 5: Reprocesamiento

  • Mientras continúas con la estimulación bilateral, comienza a pensar en cómo te sientes ahora sobre el recuerdo, el pensamiento o la emoción. ¿Todavía te causa malestar? ¿O te sientes diferente al respecto?
  • Si te sientes diferente, es una señal de que el recuerdo, el pensamiento o la emoción se está reprocesando.

Paso 6: Cierre

  • Una vez que hayas terminado con la estimulación bilateral, toma unos momentos para relajarte y volver a centrarte en tu respiración.
  • Abre los ojos y mueve los músculos.
  • Nota cómo te sientes ahora.

Consejos

Si te sientes abrumado durante el ejercicio, puedes detener la estimulación bilateral y tomar un descanso.

Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares (EMDR)

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Referencias

  • Shapiro, F. (2001). «Desensibilización y Reprocesamiento por medio de Movimientos Oculares (EMDR): Principios Básicos, Protocolos y Procedimientos». Ed. Desclée de Brouwer.
  • Leeds, A. (2017). «Una Guía para la Terapia de EMDR y el Tratamiento del Trauma». Ed. Editorial Eleftheria.
  • Shapiro, F., & Forrest, M. S. (2004). «EMDR. La terapia revolucionaria que ha ayudado a millones a superar el estrés postraumático». Ed. Planeta.
  • Luber, M. (Ed.). (2012). «Protocolos de EMDR para casos de trauma y trastornos del estado de ánimo». Ed. Desclée de Brouwer.

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