La memoria de trabajo es un sistema de memoria a corto plazo que permite mantener información activa y manipularla para realizar tareas cognitivas complejas. Es esencial para el aprendizaje, la comprensión del lenguaje, la resolución de problemas y el razonamiento.
¿Qué es la memoria de trabajo?
La memoria de trabajo es una capacidad cognitiva que permite almacenar y manipular temporalmente la información necesaria para llevar a cabo tareas cognitivas complejas como el aprendizaje, el razonamiento y la comprensión del lenguaje. Esta capacidad es fundamental para nuestras actividades diarias, desde recordar un número de teléfono hasta seguir una conversación o solucionar un problema matemático.
La teoría más aceptada hoy en día sobre la memoria de trabajo es el modelo de Baddeley y Hitch (1974), que la divide en tres componentes: el bucle fonológico, el visoespacial y el ejecutivo central.
- El bucle fonológico: es responsable de la información verbal o auditiva. Permite mantener en la mente, por ejemplo, un número de teléfono que acabamos de escuchar.
- El almacén visual-espacial: el visoespacial, por su parte, procesa la información visual y espacial, como cuando recordamos la ubicación de un objeto o una cara.
- El ejecutivo central: este componente coordina estas dos áreas y conecta la memoria de trabajo con la memoria a largo plazo y la percepción..
Características de la memoria de trabajo
Esta memoria tiene una capacidad limitada. El número de elementos que se pueden mantener en la memoria de trabajo a la vez es relativamente pequeño, y la duración de almacenamiento es también breve. Sin embargo, puede ser mejorada con la práctica. Sus características principales son las siguientes:
- Limitada: La memoria de trabajo solo puede contener una cierta cantidad de información a la vez, estimada tradicionalmente en alrededor de 7 elementos, aunque investigaciones más recientes sugieren que este número puede ser aún menor.
- Temporal: También es temporal, lo que significa que la información se almacena solo durante un breve período, generalmente de unos pocos segundos a un minuto, a menos que se haga un esfuerzo para mantenerla.
- Manipulativa: A diferencia de la memoria a corto plazo, que solo almacena información, la memoria de trabajo también manipula esta información. Esto permite, por ejemplo, hacer cálculos mentales al sumar o restar números.
Funciones de la memoria de trabajo
La memoria de trabajo es esencial para muchas de nuestras actividades cognitivas diarias. Sin ella, sería muy difícil realizar tareas que implican mantener y manipular información, como seguir una conversación, leer y comprender un texto, aprender algo nuevo o solucionar problemas. Se sabe que participa en las siguientes funciones cognitivas:
1. Aprendizaje
Es indispensable para el aprendizaje, ya sea en un contexto educativo formal o en nuestra vida cotidiana. Cuando aprendemos algo nuevo, como un concepto matemático, necesitamos mantener la información relevante en nuestra memoria de trabajo para comprenderla y aplicarla.
Por ejemplo, durante el aprendizaje de las matemáticas, es probable que debamos recordar los números y operaciones matemáticas durante un breve periodo para poder realizar cálculos. De manera similar, al aprender un nuevo idioma, la memoria de trabajo es la encargada de retener las nuevas palabras y estructuras gramaticales mientras construimos y comprendemos las oraciones.
2. Procesamiento del lenguaje
Desempeña un papel fundamental en la comprensión y producción del lenguaje. Cuando escuchamos o leemos una oración, necesitamos recordar las palabras y las ideas previas para entender el significado completo. De manera similar, al hablar o escribir, utilizamos la memoria de trabajo para planificar nuestras frases y recordar lo que ya hemos dicho para mantener la coherencia.
3. Razonamiento y toma de decisiones
La memoria de trabajo también es fundamental para nuestro razonamiento y la toma de decisiones. Nos permite mantener y manipular la información necesaria para sopesar diferentes opciones, anticipar consecuencias y tomar decisiones informadas.
Por ejemplo, si estamos considerando diferentes opciones para un viaje, la memoria de trabajo nos ayuda a comparar los costos, los horarios, las ubicaciones y otros factores relevantes para tomar una decisión.
4. Atención y concentración
Está estrechamente relacionada con la atención. Nos ayuda a mantener la concentración en una tarea al guardar la información relevante y bloquear las distracciones.
Si, por ejemplo, nos encontráramos estudiando en un ambiente ruidoso, la memoria de trabajo puede ayudarnos a concentrarnos en lo que estamos leyendo y mantener a raya las distracciones.
5. Habilidades motoras y espaciales
Incluso en tareas que pueden parecer principalmente físicas, la memoria de trabajo juega un papel crucial. Cuando aprendemos una nueva habilidad motora, como tocar un instrumento musical o practicar un deporte, necesitamos mantener en mente las instrucciones mientras las ejecutamos.
En tareas espaciales, como navegar por una ciudad desconocida, la memoria de trabajo nos permite recordar las indicaciones o los puntos de referencia para encontrar nuestro camino.
Alteraciones de la memoria de trabajo
Las alteraciones de la memoria de trabajo pueden tener un impacto significativo en la vida de una persona. En particular, pueden dificultar la capacidad para concentrarse, seguir instrucciones y aprender nueva información. El mal funcionamiento de la memoria de trabajo puede presentarse en los siguientes trastornos neurológicos y psiquiátricos:
1. Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)
Las personas con TDAH a menudo experimentan problemas con la memoria de trabajo, en particular con la capacidad para retener y manipular información durante breves periodos de tiempo. Estas dificultades pueden contribuir a problemas comunes en el TDAH, como la falta de atención, la impulsividad y la dificultad para seguir instrucciones.
2. Esquizofrenia
La esquizofrenia también se ha asociado con alteraciones en la memoria de trabajo. Estos problemas pueden contribuir a las dificultades de las personas con esquizofrenia para concentrarse, seguir una conversación o llevar a cabo tareas diarias.
3. Trastornos del espectro autista (TEA)
Las personas con TEA a menudo presentan problemas con las tareas que implican la manipulación de la información. Esto puede dificultar la interacción social y la comunicación, ya que la memoria de trabajo es fundamental para comprender y responder a las señales sociales.
4. Deterioro cognitivo y demencia
El deterioro de la memoria de trabajo es un signo común del envejecimiento normal, pero puede ser particularmente severo en condiciones como la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia. La pérdida de la capacidad para retener nueva información puede ser uno de los primeros síntomas de estas enfermedades.
5. Daño cerebral traumático y accidentes cerebrovasculares
Lesiones cerebrales, como las causadas por traumas o accidentes cerebrovasculares, también pueden afectar la memoria de trabajo, dependiendo de la ubicación y la gravedad del daño. Los problemas que pueden existir después de una lesión cerebral podrían dificultar la recuperación y la rehabilitación.
6. Trastorno por estrés postraumático (TEPT)
Algunas investigaciones sugieren que tanto el estrés crónico y el trauma pueden afectar negativamente la memoria de trabajo, aunque los mecanismos precisos de este efecto todavía se están investigando.
Como podemos ver, las alteraciones en la memoria de trabajo pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida de una persona, ya que pueden dificultar la realización de tareas diarias y el aprendizaje de nuevas habilidades. Sin embargo, también se ha demostrado que la memoria de trabajo puede mejorarse a través de la práctica y el entrenamiento, lo que puede ofrecer una vía de intervención prometedora para personas con estas dificultades.
Referencias
- Baddeley, A. D., Eysenck, M. W., & Anderson, M. C. (2015). «Memoria». Madrid: Alianza Editorial.