Las neuronas son las piezas esenciales que conforman todos los órganos y tejidos que componen el sistema nervioso. Este sistema se encarga de múltiples funciones, entre estas, recibir información del medio interno y externo para generar respuestas adaptativas. Es decir, el sistema nervioso nos permite reconocer el entorno y ajustarnos a este para poder sobrevivir. Un postulado muy importante para la comprensión del sistema nervioso y el aprendizaje es la teoría Hebbiana de la plasticidad neuronal.
Si bien en su momento se le conocía con el nombre de teoría de la asamblea celular, influenció el desarrollo de las teorías de la plasticidad neuronal. Por lo tanto, podemos considerar a su autor, Donald Hebb, como uno de los pioneros en el ámbito de la neuropsicología.
¿En qué consiste la teoría Hebbiana?
La neurona es un tipo de célula especializada que conforma los órganos y tejidos de todo el sistema nervioso humano. Se estima que el cerebro humano por sí solo contiene entre 67 y 86 mil millones de neuronas. Aunque otras estimaciones señalan que pueden ser hasta 100 mil millones de estas, pero no lo sabemos con exactitud.
Hoy en día, sabemos que las neuronas se comunican entre ellas gracias a un proceso electroquímico conocido como sinapsis. En resumen, las neuronas se transmiten información entre sí mediante una señal electroquímica conocida como impulso nervioso. Estas señales viajan a través de todo el sistema nervioso y permiten generar diferentes respuestas a los cambios del medio ambiente.
También estamos al tanto de que las neuronas participan en el aprendizaje, un proceso psicológico que tiene lugar en nuestro cerebro. En este sentido, uno de los pioneros en la descripción de cómo las neuronas participan en el aprendizaje fue Donald O. Hebb, un psicólogo y neurocientífico canadiense.
La teoría Hebbiana fue descrita por primera vez en el libro La Organización de la Conducta que se publicó en 1949. A esta teoría también se le conoce por el nombre de Ley de Hebb y establece como se crean y fortalecen las redes neuronales. En su momento, Hebb hacia referencia a estas estructuras como asambleas neuronales.
La idea central de la Ley de Hebb es que, si dos neuronas se activan casi al mismo tiempo, las conexiones entre estas se refuerzan. Para ser más específicos, Hebb decía que una condición importante es que el axón de una neurona A debe estar próximo a una neurona B. Sumado a eso, la neurona A debe activar a la neurona B de forma repetida para que así se refuerce su conexión.
Plasticidad neuronal: degeneración y regeneración del tejido nervioso
Implicaciones de la ley de Hebb
Continuando con lo anterior, es importante señalar que las neuronas deben activarse la una a la otra en un intervalo de tiempo corto. No obstante, si se activan al mismo tiempo, no se producirá ningún cambio en su metabolismo y estructura. En otras palabras, dos neuronas que se activan al mismo tiempo no experimentarán ningún refuerzo en su conexión.
Los cambios generalmente ocurren en los botones sinápticos que se vuelven más grandes o numerosos y tocan de forma directa a la neurona postsináptica. Entonces, el vínculo entre ambas se vuelve más eficiente. Ahora bien, ¿qué implicaciones tiene esto a nivel de neuropsicología? La teoría Hebbiana es la base de muchos otros modelos neuronales modernos.
Por ejemplo, el modelo de la plasticidad neuronal establece que mientras más cantidad de conexiones neuronales tenga el cerebro, más óptima será su función. Dicho de otro modo, más conexiones hacen que nuestro cerebro sea más flexible al momento de recibir y procesar información. Como resultado, el aprendizaje, toma de decisiones, resolución de problemas y otras habilidades se potencian. En este caso, vemos como se usa el concepto de las redes o asambleas neuronales.
De igual manera, en los años 70, se publicaron trabajos en relación con la creación y consolidación de memorias por experiencia repetida. Otra vez, la ley de Hebb funcionó como la base para estos gracias al postulado del refuerzo por repetición. Para que un recuerdo se fije, es necesario que las conexiones asociadas al mismo se refuercen entre sí. Mientras más débil sea el nexo, mayor es la probabilidad de que lo terminemos olvidando.
La teoría Hebbiana y las neuronas espejo
Otros estudios más recientes asocian la teoría Hebbiana con la existencia de las neuronas espejo que participan en la empatía y sensaciones. Este tipo de células nerviosas se caracterizan por activarse cuando observamos a otra persona exhibir algún comportamiento. Por ejemplo, si vemos a alguien llorar, las neuronas espejo se activan y nos ayudan a comprender el estado de esa persona.
A su vez, son esenciales en el proceso de imitación que sirve para fortalecer los aprendizajes que adquirimos. Muchas de las cosas que aprendemos, sobre todo las que tienen que ver con lo social, llegan a nosotros por la imitación.
En esta misma línea, trabajos de investigación señalan que el modelo de Hebb predice la existencia de neuronas espejo para emociones y sensaciones. La activación constante de este tipo de neuronas puede contribuir a que una persona sea más o menos empática.
En conclusión, la teoría Hebbiana es un modelo revolucionario que influenció el desarrolló de otros conceptos sobre el funcionamiento neuronal. Gracias a los aportes de Hebb, hoy en día podemos entender muchas cosas acerca de cómo aprendemos y la naturaleza de nuestras interacciones sociales. Por eso, se le reconoce como uno de los neurocientíficos más importantes en la historia de la ciencia.
Referencias
- Keysers, C., & Gazzola, V. (2014). Hebbian learning and predictive mirror neurons for actions, sensations and emotions. Philosophical Transactions of the Royal Society B: Biological Sciences, 369(1644), 20130175.