El síndrome de abdicación podría ser una explicación de por qué tantas personas siguen a grupos que muchas veces son francamente peligrosos. Canibalismo, secuestro de niños, maltratos, trata de personas, zoofilia, masacre y otras atrocidades, forman parte del entramado que esconden algunas sectas.
Pero ¿por qué algunos creyentes continúan siguiendo ciegamente a un líder, como si este les fuese a resolver todo en la vida, dejando incluso parte de sus fondos monetarios?
Qué es exactamente el Síndrome de abdicación
El Dr. Steve Taylor, profesor de psicología en la Universidad de Leeds Beckett y autor de muchos libros, incluyendo The Leap y Spiritual Science, explica que, desde que nacemos, encontramos protección en nuestros padres, a la vez que sentimos que ellos lo pueden resolver todo. Sin embargo, cuando vamos creciendo, nos damos cuenta de que ellos no son poderosos ni lo saben todo. Entonces, al parecer, se busca esa misma seguridad en otras personas. Es decir, se trata de una conducta que raya en el infantilismo, pues se trata de una necesidad de regresar a ese estado.
Además, el profesor Taylor explica que no todos buscan una iluminación, sino que su devoción incondicional responde a una falta de responsabilidad en la vida, por lo que quieren depositar dicha responsabilidad en un líder que les guíe, ya que esto les exime de pensar por su cuenta, sino que el gurú tiene todas las respuestas que ellos necesitan, como cuando sus padres les cuidaban, y, a cambio, solo deben recibir la protección y el cariño del líder. A este síndrome el doctor Taylor lo llama el síndrome de abdicación.
Así, es más sencillo para los líderes sacar provecho de su posición. Así como hay personas que realmente son altruistas y desean compartir sus fórmulas para sentirse bien física y espiritualmente, hay otros gurús cuyas conductas son obscenas y abusan de la confianza que le han depositado sus fieles seguidores. Incluso, hay quienes comienzan siendo buenas personas, pero luego pierden esta orientación y terminan comportándose de forma deplorable.
El problema radica en que, cuando los seguidores abdican ante un líder de culto, ya les resulta difícil aceptar lo negativo. Hay seguidores que brindan explicaciones racionales, argumentando que la conducta reprochable del gurú responde a una “prueba divina”, tal como cuando los niños tienen dificultad para aceptar errores por parte de sus padres.
Los seguidores o discípulos no reconocen que el líder es imperfecto, porque no desean abandonar ese sentimiento de seguridad y protección que les genera. Entregan la responsabilidad de su vida a un tercero para que les dé consejos, les diga qué hacer ante determinada situación o conduzca totalmente su vida.
La abdicación ante los líderes políticos
Otro ámbito en el que podemos encontrar el síndrome de abdicación es en la política, pues millones de personas siguen líderes paternalistas, con el propósito de que les resuelva la vida, evitando nuevamente encarar sus propios asuntos.
Algunos líderes políticos pueden ser corruptos, ignorantes o inmorales, pero cuando las personas crean con una conexión, suelen excusar sus comportamientos. La prueba de ello han sido todos los líderes perversos que han dominado a lo largo de la historia y han causado daños irreparables, tales como Mussolini, Hitler u otros. La popularidad de estos líderes ha estado apoyada por la propaganda y ellos estaban al tanto de que muchos fieles podrían claudicar y dejarse arrastrar por el instinto infantil de cuidado.
Los gurúes, según explica el profesor Taylor, son personas narcisistas que necesitan ser adoradas. Otros, pueden ser psicópatas que disfrutan del poder, admiración y adoración.
En el caso de la política, este síndrome se observa mucho cuando una nación atraviesa momentos de incertidumbre o dificultades, por lo que las personas se muestran vulnerables ante el sentimiento paternal de los dictadores, pues viven momentos agitados que no logran solventar. Hay un culto a la personalidad de muchos líderes en América, cuya devoción permanece intacta, pese a sus actos.
El doctor Taylor cita el ejemplo en el que en una ocasión el expresidente Donald Trump dijo que podría lastimar a alguien en la mitad de la Quinta Avenida y no perdería ningún voto y tal vez estaba en lo cierto, ya que sus seguidores encontrarían la forma de justificar tal acto. La mayoría de líderes también poseen coches de lujo y enormes propiedades, pero en lugar de observar tales hechos, los seguidores prefieren ignorarlo.
Finalmente, el doctor Taylor avisa que el síndrome de abdicación nunca termina bien y que, en ciertas ocasiones, incluso las autoridades deben intervenir por el bien de los seguidores. En algunos casos, los seguidores se dan cuenta del maltrato que sufren, mientras que en los peores escenarios el impulso del líder narcisista termina en violencia.
Bibliografía
- Taylor, S. (2018). Spiritual science: why science needs spirituality to make sense of the world. Watkins Media Limited.
- Taylor, S. (2017). The leap: The psychology of spiritual awakening. New World Library.