El miedo al trabajo o Ergofobia es el miedo profundo y persistente al trabajo. Este término deriva del griego ergon que significa el trabajo y phobos que viene del dios griego del miedo.
¿Qué es la ergofobia?
Ergofobia es un tipo de trastorno de ansiedad social. Las personas que la padecen tienen miedo injustificado a encontrar empleo por temor a mostrar un mal rendimiento, que les increpen sus superiores y, en general, a no saber desenvolverse adecuadamente en el entorno laboral. La ergofobia es, pues, una fobia compleja, ya que puede ser parte de muchas fobias diferentes o problemas mentales. Por ejemplo, el paciente podría tener miedo de realizar el trabajo manual, debido al temor de sufrir una lesión. Sin embargo, muchas personas ergofóbicas también tienen miedo del trabajo no manual. En general, el mayor temor de los fóbicos al trabajo es a relacionarse con los demás.
Naturalmente, esta fobia puede ser profundamente debilitante ya que la persona que la padece acaba siendo siempre dependiente de los demás para su manutención, lo cual causa muchas tensiones en las relaciones con sus seres queridos. Además, el ergofóbico es incapaz de buscar ayuda debido a su falta de recursos financieros.
Causas del miedo al trabajo
La fobia al trabajo puede afectar a dos tipos de personas: las que han ocupado puestos de trabajo antes o aquellas que nunca antes han trabajado en su vida. Hay muchas causas subyacentes de esta fobia:
- El miedo al rechazo. Las personas excesivamente preocupadas por agradar a los demás, por caer bien a todos y por no ser juzgados de forma negativa en general, pueden presentar síntomas ansiosos por sentir que no son capaces de lograr este objetivo poco realista, y acaban por desarrollar aversión al trabajo, sobretodo si este implica demasiado contacto social. Por otro lado, el ergofóbico puede haber tenido un trabajo con anterioridad y haber sido despedido abruptamente. Esto desencadena en él un temor al rechazo y a la incompetencia de forma permanente.
- Haber vivido un episodio negativo o traumático. Un incidente relacionado con el trabajo, como puede ser el acoso o la intimidación por parte de compañeros de trabajo, puede dar lugar a ansiedad de rendimiento, miedo al fracaso de las tareas asignadas o miedo a hablar en público, que podría conducir a la fobia de trabajo.
- Personalidad ansiosa. Buscar un trabajo a menudo implica dar largas entrevistas y tener que socializar con toda clase de compañeros y jefes. Para alguien que ya posee una mentalidad ansiosa o sufre trastornos nerviosos de algún tipo; esto puede ser una situación estresante que puede llevarle a una aversión al trabajo permanente. Del mismo modo, las personas con problemas como los trastornos obsesivos compulsivos (TOC), son también propensas a evitar el trabajo.
- Trastornos depresivos. Los individuos deprimidos son más propensos a padecer un profundo temor en el proceso de la búsqueda de empleo.
- La Esquizofrenia. Este es un trastorno mental que puede conllevar miedo o temor a situaciones sociales.
Síntomas de la Ergofobia
Muchas personas experimentan aversión a levantarse todos los días e ir a trabajar, pero en caso de Ergofobia el individuo sufre un problema más serio; simplemente la idea de ir al trabajo es suficiente para causar un ataque de pánico completo. Los síntomas de este trastorno incluyen:
- Síntomas clínicos. Sensación de mareo, náuseas, sudor y sensación de quedarse sin aliento. Los Fóbicos describen una sensación de «niebla» o de alejamiento de la realidad. Se sienten incapaces de expresarse con claridad, no pueden escuchar o interpretar lo que se les dice correctamente.
- Problemas de atención y concentración. Estas personas no logran concentrarse en lo que están haciendo o ni escuchar lo que el otro te está diciendo, sólo prestan atención a sus propios pensamientos catastrofistas como: “No sé cómo lo voy a hacer”, “Tengo que entender lo que me está pidiendo y no puedo volver a preguntarle, pensará que soy tonto”, etc.
- Inseguridad. Suelen estar inseguros de lo que hacen en el trabajo y presentan muchas dudas acerca de la calidad de sus ejecuciones.
- Problemas de memoria. Se les olvida lo que estaban haciendo y no pueden recordar.
- Demasiada auto-exigencia. Les parece que nada está del todo bien, creen siempre que hay algo que deben mejorar y que los demás lo hacen mejor que ellos.
- Comportamientos poco naturales. La ansiedad provoca tensión y pueden mostrar rigidez en su forma de actuar con compañeros y jefes: diciendo incoherencias, o manteniéndose callados cuando hay que hablar, etc. Pueden llegar a crear un ambiente laboral incómodo.
- Sentimientos de culpabilidad excesivos. Tienden a a asumir la culpa de todos los errores, aun cuando no han tenido nada que ver.
- Gran susceptibilidad ante las críticas. Los comentarios de compañeros, incluso aquellos que buscan mejorar la calidad del trabajo, es interpretado negativamente o como un ataque personal.
A menudo, frente a los observadores, el fóbico parece normal. Sin embargo, internamente, una multitud de reacciones están pasando por su mente: sienten intensas ganas de huir y esconderse, de llorar, incluso pensamientos de muerte, etc.
Aparte de evitar el trabajo, los fóbicos también podrían recurrir a abuso de sustancias, alcohol o drogas para contrarrestar esta fobia. Estos “remedios”, como es lógico, terminan empeorando las cosas.
La Ergofobia extrema conduce a la persona a ausentarse del trabajo durante muchos días, especialmente dependiendo de las exigencias del puesto. Esto incrementa aún más su miedo a enfrentarse a situaciones “complicadas” en el trabajo.
Todas las conductas de evitación que llevan a cabo por miedo, les conduce a complicaciones personales como relaciones familiares tensas, acumulación de deudas, divorcio, descuido de la salud personal, la higiene, etc. En algunos casos, la persona puede perder hasta su casa, e incluso sufrir desnutrición severa.
Consecuencias de la Ergofobia
Cuando esta ansiedad de trabajo perdura durante demasiado tiempo, termina desembocando en un miedo generalizado a trabajar. Y éstas son algunas de las consecuencias de dicho miedo:
- Clima laboral deficiente que viene del rechazo que genera su actitud en sus compañeros.
- Falta de productividad y mala calidad de trabajo por su miedo al fracaso.
- No poder llevar una vida independiente, a causa de la pérdida del trabajo y por tanto de la capacidad adquisitiva.
- Autoconcepto negativo, debido a su idea de poca competencia personal.
- Fatiga e irritabilidad permanente como consecuencia de su estado tensional y de estrés.
- Vergüenza por el hecho de no ser capaces de enfrentarse al trabajo y tener que depender económicamente de los demás.
- Rechazo social porque la mayoría de personas no entiende que alguien pueda dejar de trabajar por «miedo».
Ansiedad de rendimiento, cuando nos preocupamos antes de tiempo