El cerebro humano posee la mayor capacidad para almacenar y recuperar información de la naturaleza, y dentro de este vasto almacén de recuerdos, existen distintas formas en las que guardamos y accedemos a la información. Dos de las más fundamentales son la memoria implícita y la memoria explícita. Aunque ambas son esenciales para nuestra interacción diaria con el mundo, operan de maneras sorprendentemente diferentes. En este artículo, nos adentraremos en las características únicas de cada tipo de memoria, explorando cómo se diferencian y cómo cada una influye en nuestra vida cotidiana.

Memoria Explícita: Recuerdos Conscientes

La memoria explícita, también conocida como memoria declarativa, se refiere a los recuerdos que podemos traer conscientemente a nuestra mente y luego verbalizar. Es la que nos permite recordar intencionalmente hechos, datos y eventos específicos. Es como si tuviéramos un archivo en nuestro cerebro donde guardamos información que sabemos que querríamos recuperar más tarde.

Por ejemplo, cuando estudiamos para un examen, intentamos recordar una conversación que tuvimos la semana pasada o repasamos mentalmente los ingredientes que necesitamos para una receta, estamos utilizando nuestra memoria explícita. Es una herramienta esencial para la vida cotidiana, ya que nos permite funcionar en la sociedad, realizar tareas diarias y mantener relaciones personales.

Tipos de Memoria Explícita

  1. Memoria Episódica: Esta es la memoria de nuestros propios eventos y experiencias personales. Es como una línea de tiempo personal que nos permite recordar acontecimientos específicos en el contexto en el que ocurrieron. Por ejemplo, podríamos recordar exactamente cómo nos sentimos el día de nuestra graduación, qué ropa llevábamos y quién estaba a nuestro lado.
  2. Memoria Semántica: Mientras que la memoria episódica es personal y única, la memoria semántica es más general y no está ligada a un contexto específico. Es el conocimiento que tenemos sobre el mundo. Por ejemplo, saber que París es la capital de Francia o que un triángulo tiene tres lados pertenece a la memoria semántica.

Importancia de la Memoria Explícita

La memoria explícita es esencial para nuestra capacidad de aprender y adaptarnos. Nos permite construir sobre lo que ya sabemos, tomar decisiones informadas y conectarnos con otros a través de experiencias compartidas. Además, es la memoria que suele verse más afectada en enfermedades como el Alzheimer, lo que subraya su importancia en nuestra vida diaria.

Es una parte fundamental de cómo interactuamos con el mundo, ya que nos permite recordar, aprender y compartir experiencias, por eso es una herramienta esencial en nuestra vida diaria.

Ejemplos de Memoria Explícita

  • Recordar la fecha de cumpleaños de un amigo.
  • Memorizar una poesía o una canción.
  • Recordar la trama de una película que viste hace un mes.
  • Repasar mentalmente los pasos para resolver un problema matemático.

Memoria Implícita: Recuerdos Inconscientes

La memoria implícita, también conocida como memoria procedimental o memoria sin consciencia, es aquella que opera a nivel inconsciente. No somos conscientes de ella, pero influye en nuestras acciones y comportamientos. Esta memoria se manifiesta en habilidades y hábitos que hemos adquirido a lo largo del tiempo.

Esta memoria se manifiesta de diversas maneras en nuestra vida diaria, influenciando una gran variedad de nuestras acciones y comportamientos sin que seamos plenamente conscientes de ello.

Tipos de Memoria Implícita

  1. Memoria Procedimental: Se refiere a las habilidades motoras y hábitos que hemos aprendido, como montar bicicleta o tocar un instrumento musical. No necesitamos recordar activamente cómo hacer estas actividades; simplemente las hacemos. El cerebelo y los ganglios basales en nuestro cerebro son fundamentales para este tipo de memoria, ya que coordinan y ejecutan movimientos.
  1. Condicionamiento Clásico: Es una forma de aprendizaje en la que un estímulo neutro se asocia con un estímulo que produce una respuesta. El ejemplo clásico es el experimento de Pavlov con perros: después de escuchar repetidamente una campana justo antes de recibir comida, los perros comenzaron a salivar solo con el sonido de la campana, incluso si no había comida. La amígdala, una parte del sistema límbico en nuestro cerebro, es esencial para este tipo de memoria, ya que ayuda a asociar estímulos con respuestas emocionales.
  2. Priming: este tipo de memoria aparece cuando la exposición a un estímulo afecta nuestra respuesta a un estímulo posterior. Por ejemplo, si primero vemos la palabra «doctor» y luego nos piden que completemos una palabra que comienza con «ENF-«, es probable que escribas «ENFERMO» en lugar de otra palabra que podría encajar, como «ENFRENTARSE». Esto se debe a que tu cerebro ya ha sido «preparado» o influenciado por el contexto médico. Diversas áreas de nuestro cerebro, como el córtex visual, trabajan juntas para lograr este efecto.

Características de la Memoria Implícita

La memoria implícita tiene características distintivas que la hacen única. Funciona de manera automática, lo que significa que no necesitamos hacer un esfuerzo consciente para activarla. Un buen ejemplo de esto es cuando montamos una bicicleta; después de aprender cómo hacerlo, simplemente lo hacemos sin tener que recordar cada paso del proceso.

Además, esta memoria es duradera. A pesar de que puede debilitarse con el paso del tiempo, lo que aprendemos, especialmente las habilidades y hábitos adquiridos en la infancia como nadar, tienden a persistir durante años o incluso décadas.

Por último, es notable cómo la memoria implícita muestra resistencia en el contexto de enfermedades neurodegenerativas. Por ejemplo, en condiciones como el Alzheimer, aunque la memoria explícita, la que usamos para recordar hechos y eventos específicos, puede deteriorarse rápidamente, la memoria implícita suele mantenerse intacta por un período más prolongado.

Ejemplos de memoria Implícita

  • Montar en bicicleta.
  • Escribir a máquina o en un teclado.
  • Cepillar los dientes.
  • Conducir un coche.
  • Tocar un instrumento musical.
  • Realizar movimientos de baile aprendidos.
  • Reaccionar a un olor familiar.
  • Usar utensilios, como un tenedor o cuchillo.
  • Atar los zapatos.

Importancia de la distinción entre los tipos de memoria

Entender la diferencia entre memoria implícita y explícita es crucial en diversos campos, desde la neurociencia hasta la psicología clínica. Por ejemplo, tal como ya hemos dicho, en enfermedades como el Alzheimer, la memoria explícita suele verse afectada primero, mientras que la memoria implícita se mantiene intacta durante más tiempo.

Al comprender las diferencias entre memoria implícita y explícita, no solo ganamos una visión más profunda de cómo funciona nuestra mente, sino que también podemos aplicar este conocimiento en áreas como la educación, la rehabilitación y el tratamiento de enfermedades neurológicas.

La metamemoria y aprendizaje: en qué nos puede ayudar

Referencias bibliográficas

  • García, L. M. (2018). Introducción a la memoria: Explorando lo implícito y lo explícito. Editorial Universitaria, Madrid.
  • Valdez, A. (2020). El papel del hipocampo en la memoria declarativa. Revista de Psicología Cognitiva, 27(3), 215-230.
  • Sánchez, D. & Ortiz, F. (2017). Priming y memoria procedimental: Estudios y aplicaciones. Editorial Neuropsicológica, Valencia.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *