El «cumplimiento malicioso» hace referencia a una situación en la que una persona realiza alguna acción determinada cumpliendo con las reglas o normas legales de forma estricta, o de una forma que va en contra del espíritu o propósito previsto por la norma; esta táctica se utiliza en ocasiones como método de protesta, para evitar consecuencias legales, o para explotar un vacío legal para beneficio personal.
Un caso reciente de cumplimiento malicioso
Un usuario de la red social Reddit compartió una historia de cumplimiento malicioso en su lugar de trabajo. El protagonista trabajaba en el departamento de informática de una gran empresa, y un día, su jefe le pidió que identificara a los empleados que estaban utilizando demasiado Internet durante las horas de trabajo, ya que creía que estos empleados estaban perdiendo el tiempo en lugar de trabajar.
El protagonista de esta historia, le explicó a su jefe que, aunque técnicamente era posible identificar a estos usuarios, sería un proceso complicado y requeriría mucho tiempo y recursos, e incluso si lograban identificar a los usuarios que consumían mucho ancho de banda, no podrían determinar con certeza si estos empleados estaban utilizando Internet para trabajar o para uso personal.
A pesar de estas explicaciones, el jefe le exigió que tomara medidas para evitar el excesivo acceso a Internet, así que nuestro protagonista decidió aplicar una forma de cumplimiento malicioso, cortando el acceso a Internet a todos los empleados con un consumo elevado de datos en Internet.
La reacción fue inmediata, los ejecutivos de alto nivel comenzaron a quejarse de que no podían acceder a Internet, mientras que los trabajadores que supuestamente habían motivado esta medida por su supuesto acceso a Internet excesivo, apenas percibieron el bloqueo. El protagonista les explicó que había seguido las instrucciones de su jefe y que había cortado el acceso a Internet a los empleados que lo estaban utilizando demasiado.
Finalmente, el jefe tuvo que retroceder y pedir que se restableciera el acceso a Internet para todos, y a pesar de las protestas, el protagonista pudo demostrar lo absurdo de la solicitud original y cómo podría afectar a la productividad de todos en la empresa, no solo a los supuestos infractores que finalmente resultaron no serlo.
La historia sirve como un excelente ejemplo de cómo el cumplimiento malicioso puede usarse para destacar la falta de perspicacia de una orden y sus posibles consecuencias imprevistas.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que, aunque el cumplimiento malicioso puede no ser ilegal en sí mismo, a menudo puede llevar a consecuencias negativas como pérdida de reputación o sanciones regulatorias, si se descubre que se está obrando de mala fe.
El Cumplimiento malicioso no es una huelga de celo
Tanto el «cumplimiento malicioso» como la «huelga de celo» implican seguir las reglas o requisitos de manera literal, pero haciéndolo de tal manera que va en contra del espíritu o del propósito previsto de esas reglas, y en ambos casos, el objetivo es mostrar descontento o provocar un cambio.

Hace ya bastantes años era común en España que los pilotos de aerolíneas hicieran huelga de celo para exigir mejoras laborales. El método empleado era el de seguir a rajatabla las normas de tiempo y distancia de separación de los vuelos en el despegue, lo que provocaba retrasos, colapsos en las pistas de los aeropuertos y pérdidas millonarias en las aerolíneas.
Similitudes
Ambas son tácticas que implican seguir las reglas al pie de la letra para protestar contra las circunstancias actuales, y en ambos casos, los participantes están técnicamente cumpliendo con sus obligaciones, pero lo hacen de manera que resulta perjudicial para el funcionamiento normal de una organización o sistema como forma de protesta no violenta que suelen ser respuestas a la percepción de injusticia o de trato injusto.
Diferencias
La huelga de celo generalmente implica que los trabajadores de una compañía sigan todas las reglas, procedimientos y protocolos de su trabajo al pie de la letra y con extremo cuidado para ralentizar su productividad y llamar la atención sobre su causa, mientras que el cumplimiento malicioso puede ser llevado a cabo por cualquier individuo o entidad (no necesariamente un trabajador o un grupo de trabajadores) y puede no tener como objetivo ralentizar la productividad, sino explotar un vacío legal para obtener un beneficio, expresar descontento o evitar una obligación.
La huelga de celo se utiliza a menudo en situaciones laborales como una forma de protesta o negociación, mientras que el cumplimiento malicioso puede ser empleado en una variedad más amplia de contextos, incluyendo negocios, políticos, o interpersonales. Por lo general, la huelga de celo se utiliza para el beneficio colectivo de un grupo de trabajadores y para mejorar las condiciones de trabajo, mientras que el cumplimiento malicioso, puede ser utilizado para beneficio personal o corporativo, y puede tener consecuencias más perjudiciales para los demás.
Las motivaciones para aplicar el cumplimiento malicioso
El cumplimiento malicioso generalmente se utiliza como una forma de protesta o resistencia, a menudo, las personas recurren a él cuando se sienten descontentas o desfavorecidas por las normas o leyes existentes, pero no tienen la capacidad de cambiar estas reglas directamente.
Una de las motivaciones más comunes es la protesta y las muestras de descontento con una regla o norma que se considera injusta o perjudicial. Al seguir al pie de la letra de la ley, pero no su espíritu, las personas pueden llamar la atención sobre la ley y su impacto, tal como ocurrió en el ejemplo comentado anteriormente.
Por ejemplo, en 2010, los empleados del metro de Madrid realizaron una «huelga de billetes» en respuesta a los recortes salariales, permitiendo a los pasajeros viajar gratis, mientras seguían ofreciendo el servicio de metro. Cumplían con su trabajo, pero lo hacían de una manera que resultaba perjudicial para la empresa y mostraba su descontento y protesta.
En algunos casos, las personas pueden usar el cumplimiento malicioso para evadir responsabilidades y evitar cumplir con el verdadero propósito de una regla o ley, por ejemplo, pueden buscar lagunas legales que les permitan cumplir técnicamente con una ley, pero evadir sus verdaderas intenciones.
Un ejemplo de este tipo de cumplimiento malicioso se produce en los Estados Unidos, donde algunas compañías utilizan «empresas fantasmas» para evadir responsabilidades legales, estas empresas se crean con el único propósito de declararse en quiebra si son demandadas, protegiendo así a la empresa principal de la responsabilidad. Aunque legal, esta práctica claramente evade el espíritu de las leyes diseñadas para proteger a las personas de las empresas negligentes.
Algunas personas o empresas pueden usar el cumplimiento malicioso para obtener beneficios personales, por ejemplo, pueden interpretar las reglas de manera que les permita obtener ventajas financieras, mientras siguen cumpliendo con la letra de la ley.
Un caso conocido de este tipo de cumplimiento malicioso se produjo cuando Martin Shkreli, CEO de Turing Pharmaceuticals, aumentó el precio de un medicamento esencial de $13.50 a $750 por pastilla de la noche a la mañana para obtener un beneficio personal masivo, a pesar de la crítica pública y la necesidad médica del fármaco, que no tenía alternativa.
En otros casos, las personas pueden recurrir al cumplimiento malicioso para instar a un cambio en las normas o leyes existentes que se consideran injustas, al exponer cómo las reglas pueden ser explotadas, pueden presionar a los responsables para que realicen cambios. Un ejemplo muy conocido es el de la activista de derechos civiles Rosa Parks que se negó a ceder su asiento en el autobús a una persona de raza blanca en 1955, violando las leyes de segregación racial de Alabama, Estados Unidos. Su arresto llevó a una huelga de autobuses en Montgomery que duró 381 días y se convirtió en un catalizador para el movimiento de los derechos civiles.
El cumplimiento malicioso puede ser también una forma de desafiar el poder o la autoridad, desafiando las reglas o leyes sin romperlas explícitamente. En 2021, el estado de Georgia aprobó leyes de votación que, entre otras cosas, prohibían ofrecer agua o comida a los votantes que esperaban en las filas para votar. Los defensores de la ley argumentaron que esta regla previene el soborno a los votantes, mientras que los más críticos alegaron que era un ejemplo de cumplimiento malicioso y que su propósito real era suprimir el voto, ya que las largas filas para votar son más comunes en las áreas urbanas, que tienden a votar por los demócratas.
En ocasiones, se puede optar por el cumplimiento malicioso cuando uno se ve obligado a hacer algo que va en contra de sus propias creencias o principios, en lugar de incumplir abiertamente la tarea o la norma, se opta por cumplir con ella de una forma que destaca su descontento o su desacuerdo.
Un caso muy conocido fue el de este tipo de protesta se produjo en 2012, donde un hombre en California recibió una multa de tráfico por no llevar cinturón de seguridad, y aunque no estaba de acuerdo con la multa, decidió pagarla de todos modos para evitar problemas legales, sin embargo, para protestar contra lo que consideraba una multa injusta, decidió pagar los 137 dólares de la multa en billetes de un dólar, cada uno de ellos doblado en forma de cerdito y colocados dentro de unas cajas de donuts. Aunque finalmente se le hizo desdoblar cada billete, su protesta atrajo mucha atención en las redes sociales y puso de relieve su descontento con la multa.
La «legalidad» del cumplimiento malicioso
El cumplimiento malicioso, por definición, implica seguir la letra de la ley o las reglas, pero de una manera que viola su espíritu o intención, y dado que esto generalmente significa que no se están violando las leyes o normas de manera explícita, el cumplimiento malicioso en sí mismo no suele ser ilegal.
Sin embargo, esto no significa que el cumplimiento malicioso esté libre de consecuencias, aunque puede que no se trate de una infracción legal en términos estrictos, este tipo de comportamiento puede tener consecuencias negativas, por ejemplo, puede dañar la reputación de una persona o empresa si se descubre, y además, en algunos casos, los reguladores pueden tomar medidas contra el cumplimiento malicioso si consideran que viola el espíritu de la ley.
Además, la interpretación de lo que constituye el «espíritu» de una ley puede ser subjetiva y puede variar de un caso a otro, en algunos casos, los tribunales podrían decidir que el cumplimiento malicioso es una violación de la ley, mientras que en otros casos podría no serlo.