La Hiperactividad en los niños
La Hiperactividad en los niños con TDAH es muy difícil de manejar, cosa que sus padres ya conocen de primera mano, así como los profesores que les tienen en el aula.
Los niños con TDAH son muy enérgicos y en continuo movimiento
Por ejemplo, son niños que en lugar de sentarse en su escritorio, pueden levantarse del asiento varias veces para afilar su lápiz. En lugar de sentarse en la mesa para comer, pueden caminar alrededor de ella o ir a jugar con la mascota, en fin cualquier cosa menos mantenerse quietos.
Esta Hiperactividad física no es la única preocupación. Niños hiperactivos también experimentan una auténtica lluvia de pensamientos que les invade, muchas veces inconexos. «La idea de ‘cerrar sus mentes’ es un concepto extraño para alguien que es hiperactivo”, según Roberto Olivardia, psicólogo clínico y profesor en el departamento de psiquiatría de la Facultad de Medicina de Harvard.
Debido a su hiperactividad, los niños con TDAH pueden tener dificultades en la escuela, donde tener que permanecer sentado no es negociable. «Estos niños se pueden perder gran parte de lo que se enseña, simplemente porque sus cerebros no están tan atentos cuando están en el aula», dijo Olivardia. Sin embargo, como él dice, «Tal vez la configuración actual de la escuela, de estar sentados durante 6 horas al día, 5 días a la semana, es el verdadero problema.»
También podrían experimentar problemas sociales, ya que se pueden producir más accidentes y lesiones si el niño se involucra en actividades imprudentes con el fin de consumir un poco de esa energía que poseen.
Criar a un niño que es hiperactivo es realmente agotador. Ahí van algunos consejos:
1. Tener una comprensión clara de la hiperactividad
Ser hiperactivo no es el mismo que portarse mal. Para comprenderlo un poco mejor, Olivardia ha hecho la siguiente analogía: «Es como sentir una picazón intensa y no poder rascarse. Incluso si uno no se rasca, se siente distraído por querer hacerlo”. Es por eso que, además de educar al niño hiperactivo, conviene educar a los padres y tutores que están con él.
2. Encuentra alternativas
Esta inquietud en realidad ayuda a los niños a centrarse y, paradójicamnete, reduce la hiperactividad motora. Olivardia describe los vínculos entre su inquietud y su capacidad para enfocar la atención. Por eso sugiere la búsqueda de otras formas de inquietarse, tales como la goma de mascar o tener un objeto de manipular.
3. Crear un mayor compromiso
Los niños con TDAH suelen mostrarse más comprometidos cuando están en movimiento, aunque sea un poco, en vez de cuando se sientan y permaneces quietos. Los profesores y tutores deberían plantearse ser más creativos en este sentido, sobre todo con estos niños.
4. No hacer excesivo caso de la hiperactividad
«A veces la mejor solución es simplemente ignorarlo», dice Olivardia. Por ejemplo, cuando su hijo está cenando en casa, si es que está comiendo su comida y no se porta mal, déjelo de pie o caminar alrededor de la mesa, dijo.
5. Deshacerse del exceso de energía
«Se puede quemar un poco de la hiperactividad al permitir que el niño sea más activo antes de tener que quedarse quieto», afirma Olivardia.
Lo importante no es luchar contra la hiperactividad diciéndole a su hijo que deje de estar inquieto, que esté quieto o que permanezca sentado. De hecho, «Simplemente diciendo siéntate’ puede ser invalidante y dar lugar a problemas de autoestima en los niños con TDAH», continúa. En su lugar, ayude a su hijo a canalizar su exceso de energía.
Además, «Recuerda que este mismo tipo de energía, que puede ser muy difícil de manejar como padre o maestro cuando los niños son más jóvenes, es el mismo tipo de energía que puede contribuir a realizar cosas increíbles como un adulto», dice Olivardia. Muchos empresarios fueron diagnosticados con TDAH en la niñez, y en la actualidad, utilizan su energía para generar ideas emocionantes y ejecutar empresas de gran éxito.
